La reunión de Antoine Fuqua y Denzel Washington en The Equalizer invita a pensar de forma inmediata en Training Day, de cuyo prestigio sigue viviendo este director a pesar de que desde entonces no ha conseguido filmar una película igual de interesante que aquella. Que esté aquí de nuevo Denzel Washington implica que el divertimento está casi asegurado, pero también que estamos ante una absoluta batidora. Además de estar basado este filme en una serie de televisión de la segunda mitad de los años 80, no es difícil ver en ella una mezcla entre Taxi Driver, no sólo por el carácter justiciero del protagonista, sino también por la persona a la que intenta proteger en primer lugar, y Heat (la referencia es asumida por utilizar para el cierre de The Equalizer una de las canciones de la banda sonora del filme de Michael Mann), por plantearse en su segunda mitad como un duelo antagónico entre dos profesionales. Y Washington encaja en este tipo de personajes con tanta facilidad que en el fondo no parece que esté actuando, sino divirtiéndose.
Esa diversión es la tónica de la película, incluso a pesar de una introducción demasiado larga. En realidad, The Equalizer funciona mucho mejor cuando se introduce al personaje de Marton Csokas (pocos actores son tan capaces como él de mostrar una crueldad tan fría de forma realista) porque es entonces cuando hay un verdadero reto en la historia para el perfecto personaje de Denzel Washington. Quizá no era tan necesario mostrar su rutina con tanto detalle y sí entrar en materia. Porque, al fin y al cabo, lo que propone la película es un ejercicio de estilo en el que el actor se luzca, y ambas cosas se manifiestan con mucho más sentido en la segunda mitad del filme. Lo que realmente se busca es la acción, muy bien planificada, y ver al personaje de Washington desatado dentro de la habitual y extraordinaria contención del actor, y eso no empieza a suceder hasta la segunda hora.
¿Y qué hay en la primera hora? Presentaciones, justificaciones y elementos que Fuqua retomará al final para dar una cuadratura mayor a la historia, aunque no siempre con mucho éxito. Y algo de engaño también, porque por un momento da la impresión de que la película se va a mover por otros registros. Eso sucede en las brillantes conversaciones entre los personajes de Washington y Chlöe Grace Moretz, en especial la última, tierna y conmovedora. La todavía jovencísima actriz (cumplirá 18 años en febrero del próximo año) sigue mostrando valor para meterse en películas de todo tipo, con los personajes más variados y sin preocuparle que sea su nombre el que aparece en el cartel. Lástima que aquí su papel tenga tan poco recorrido y que, incluso, desaparezca sin mucho sentido durante demasiados minutos, habida cuenta de que está en el centro del desencadenante de la historia. Ese personaje es sólo una muestra del principal defecto de la película, y es que el guión falla en los detalles. Pasa lo que pasa cuando tiene que pasar, aunque sea menos verosímil que lo que tendría que haber pasado.
Eliminados esos problemas, la propuesta de The Equalizer es estupenda. Nada nuevo en el horizonte y mezcla de referentes obvios, pero todo muy entretenido y bien filmado. Quizá alcance formas algo exageradas en el clímax final, donde casi dan ganas de esperar a que aparezca Samuel L. Jackson para pedir al protagonista que se una a los Vengadores, pero con un nivel de diversión bastante notable de principio a fin. Suele suceder en las películas de Denzel Washington, que ya tiene un personaje prototípico en el que, con ligeras variaciones, siempre se desenvuelve con mucho acierto, y para Fuqua sirve para profundizar en un cine de acción pura, sin demasiadas dobleces y con mucha sinceridad, como lo era Objetivo: la Casa Blanca pero con el plus que siempre da su actor protagonista, que sirve para hacer creíble cualquier cosa, incluso lo que en otra película y con otro actor acabaría provocando carcajadas de incredulidad. El caso es pasarlo bien y eso es algo que The Equalizer hace con mucha facilidad.
1 comentario:
The Equalizer tiene una trama en la que a pesar de hacerse cada vez más increíble, la tensión siempre asciende; y con el misterio de saber quién es realmente el protagonista., un filme muy bien logrado en donde logra atraparte de principio a fin. Un trabajo muy bien realizado en cuanto a actuaciones y dirección. Para los que aún no la han visto, no se pierdan la oportunidad de disfrutar de éste grandioso filme.
Publicar un comentario