martes, octubre 07, 2008

10 PELÍCULAS... diez besos inolvidables

Un beso, un simple beso. Un gesto tan sencillo como hermoso basta para hacer historia en el cine. Casi todas las películas, sean del género que sean, tienen un beso. ¿Cómo no tenerlo...? Muchos han pasado a la historia por los más variopintos detalles. Muchos faltarán de esta pequeña lista, porque seguro que casi todo el mundo tiene al menos un beso de cine imborrable en su memoria. Los hay de todo tipo, pero el beso que siempre se recuerda es el beso de amor. Uno como éstos.
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ADIVINA QUIÉN VIENE ESTA NOCHE (1967)
El beso de Adivina quién viene esta noche pasó a la historia por ser un osado reflejo de su tiempo. En unos años 60 en los que el amor interracial empezaba a ser algo más o menos habitual (sin embargo, el matrimonio entre personas de distinta raza era todavía ilegal en 14 estados norteamericanos cuando se gestó el proyecto), la película que dirigió Stanley Kramer se erigió como un grito social. El filme empezaba prácticamente con este beso, rodado con una maestría y una elegencia poco usual. A través del espejo retrovisor de un taxi. Seguro que más de un espectador se frotaba los ojos y dudaba que hubiera visto lo que realmente había visto. El beso entre Sidney Poitier y Katharine Houghton ya había roto barreras.
CASABLANCA (1941)
La película más romántica de la historia es más recordada por sus frases antológicas que por sus besos, pero cuando ambas cosas se fundían en pantalla algo mágico surgía. Pocas veces una pareja ha desprendido tanta química como la que formaban Humphrey Bogart e Ingrid Bergman. En el flashback en el que vemos a sus personajes en Francia ("siempre nos quedará París"), son varios los besos que se dan. Pero destaca uno, el que se dan después de que Ilsa le diga a Rick que "el mundo se desmorona y nosotros nos enamoramos". "Bésame... Bésame como si fuera la última vez", le dice ella. Ilsa sabe que es realmente la última vez que se besarán. Rick lo desconoce. Y esa ignorancia, además de explicarnos por qué el alcohol era el único refugio que tenía al volver a verla en Casablanca, lo hace aún más hermoso.

DE AQUÍ A LA ETERNIDAD (1953)
Quizá el más famoso de la historia del cine, una inolvidable imagen de Burt Lancaster y Deborah Kerr devorados por las olas, tumbados sobre la arena y besándose apasionadamente. Y curiosamente es una escena que parte de un momento tremendamente romántico pero que acaba en pelea de enoramorados (adúlteros, eso sí). "Nadie me ha besado como lo haces tú", le dice ella. Y así, de esa forma tan inocente e inesperada, se inicia una discusión, generada por las dudas del hombre y las fantasías anteriores de la mujer. Son las horas previas del ataque japonés a Pearl Harbor. Y la tragedia que está por venir hace aún más valiosos los besos que se han dado.

DESAYUNO CON DIAMANTES (1961)
¿Qué más necesita un beso para crear una imagen hermosa y romántica? Blake Edwards tenía clara la respuesta: la lluvia empapando los cuerpos y, sobre todo, los rostros de los dos enamorados. Y también un gato. Y los acordes de la inolvidable Moon River de Henry Mancini. El mejor final posible, mostrando el beso desde cuatro ángulos diferentes partiendo desde un primer plano, para una de las comedias románticas más bonitas que se hayan visto nunca. No hacían falta palabras, sólo dos miradas, para saber lo mucho que se querían. Y el beso entre George Peppard y Audrey Hepburn era sólo cuestión de tiempo. Si la magia existe en el cine, esta película y esta escena en particular se acercan mucho a ella.

DUELO AL SOL (1946)
Una historia de amor y odio sólo puede finalizar con un beso apasionado. Duelo al sol es el mejor ejemplo de ello. Sólo al final, cuando están a punto de morir, la salvaje mestiza interpretada por Jennifer Jones y el arrogante vaquero al que da vida Gregory Peck se dan cuenta de lo que realmente sienten el uno por el otro. Un "te quiero" cambia los disparos por el deseo de darse un último beso. Ella se arrastra con sus últimas fuerzas, con un esfuerzo agónico y casi sobrehumano, intentando llegar hasta él para demostrar que también le ama. Sus cuerpos, empapados en sangre, sudor y lágrimas. Y tras el lamento por los besos que ya nunca más se darán, sólo queda el silencio.
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EL IMPERIO CONTRAATACA (1980)
Lo llevábamos esperando desde la primera película, cuando en La guerra de las galaxias Han se pregunta si una princesa y un tipo como él tendrían futuro. Pocas veces habremos escuchado una frase de un hombre para convencer a una mujer como "Te gusto porque soy un sinvergüenza. ¿No quieres un sinvergüenza en tu vida?" y que la escena acabe en beso. Y aunque ella dice que le gustan los hombres decentes, princesa y sinvergüenza, Carrie Fisher y Harrison Ford, se besan mientras suena el más hermoso tema de amor que haya compuesto nunca el maestro John Williams. ¿A quién le podía importar en ese momento el acoplamiento de energía del flujo inverso, 3PO...?

ENCADENADOS (1946)

La censura tenía antes normas muy estrictas que afectaban incluso a los besos más inocentes. Fueran como fueran, el contacto entre los labios no podía durar más de tres segundos. De lo contrario, se cortaba la escena. ¿Qué hizo el genial Alfred Hitchcock? Encadenar esos tres segundos a lo largo de una secuencia de dos minutos y medio, creando el que en su día se conoció como el beso más largo de la historia del cine. Cary Grant e Ingrid Bergman se besan una y otra vez, sin que apenas se rompa el contacto físico entre ambos. Se mueven entre el balcón y la habitación, una conversación de teléfono se produce entre tanto. "Nuestro amor es bastante extraño". "¿Por qué?". "Porque a lo mejor tú no me quieres". "Cuando deje de quererte ya te avisaré". "¿Pero me quieres?". "Los actos importan más que las palabras". Sin duda.


LA DAMA Y EL VAGABUNDO (1955)

Disney también ha sabido siempre enseñar el lado más romántico del amor. Incluso cuando sus protagonistas son animales. ¿Quién no recuerda con inmenso cariño la escena del beso de La Dama y el Vagabundo? Ese momento inadvertido, robado y hermoso en el que los dos enamorados juntan sus labios por culpa de un traicionero espagueti. Y cómo ella aparta la mirada, algo avergonzada pero consciente de ese amor. Y de cómo él, como gesto romántico, le ofrece la última albóndiga del plato. Y todo ello mientras suena una canción llamada Bella notte. Sí, incluso Disney sabía cómo era el amor, aunque tuviera que contarlo con protagonistas del mundo animal, a veces más humanos que los hombres y las mujeres...


SPIDER-MAN (2002)

Cuando el héroe es Spider-Man y la chica es Mary Jane, sólo hay una forma de hacer creíble un beso: con el héroe boca abajo, colgado de una de sus telarañas. Tanto gustó la escena y tanto marcó romántico el tono de la película, que hay referencias a esta secuencia en las otras dos partes de la saga del superhéroe arácnido. En la vida real, un beso así es difícil, y más si se hace bajo la lluvia (¡pero qué romántico queda el aguacero!). Tobey Maguire lo pasó muy mal rodándola, viendo como su nariz se llenaba de agua. Y como la boca la tenía ocupada besando a Kirsten Dunst, respirar se hacía difícil. Pero todo vale la pena por un beso así. ¿Quién no ha soñado con tener poderes arácnidos después de ver esta escena...?

TENER Y NO TENER (1944)

Humphrey Bogart y Lauren Bacall acabaron siendo pareja en la vida real. No es de extrañar viendo el beso de Tener y no tener. "¿Por qué has hecho esto?", le pregunta él después del primer beso. "No estaba segura de si me gustaría", dice ella, dando comienzo al juego que, en realidad, llevaban ya entablando toda la película. "¿Y cuál es el veredicto?", añade él. "Todavía no lo sé", sentencia ella antes de besarle de nuevo. Esa escena finaliza con una inolvidable Lauren Bacall elevando para siempre la temperatura de los cines, las salas de estar y cualquier lugar en el que se vea esta película. "Sabes cómo silbar, ¿verdad, Steve? Sólo tienes que juntar los labios y soplar". Su mirada valía más incluso que el beso. Inolvidable.

1 comentario:

C.C.Buxter dijo...

Leí esta entrada hace unos días y he estado intentando encontrar otros besos memorables, hasta llegar a la conclusión de que... no recuerdo muchos. Lo que más me han venido a la cabeza han sido, paradójicamente, declaraciones de amor (la antesala del beso) o despedidas (la muerte del beso).

Eso sí, si mi memoria no me falla, aquí van dos momentos estelares. Primero, en "Vértigo" hay un impactante beso entre James Stewart y Kim Novak, con las olas del mar embravecido de fondo.Y segundo, en "Murieron con las botas puestas", el beso entre Errol Flynn y Olivia de Havilland, en la despedida de Custer antes de ir a Little Big Horn, que no sólo es una de las escenas más preciosas que he visto nunca, sino que, además, fue la última vez que ambos actuaron juntos.

De los besos que propones, el que menos me gusta es el de "Spiderman", y es que le tengo manía a Kirsten Dunst (sólo comparable a la manía que le tengo a Amaral). No le salva ni siquiera el llevar la camiseta mojada -espero que Bibiana Aído no lea esto ;P