lunes, febrero 25, 2008

¿Un triunfo del cine español...?

Hablar de cine es hablar siempre desde un prisma subjetivo. Es un arte, y como tal no llega a todas las personas de la misma forma. Cuando escribo, es obvio que me dejo llevar por mi pensamiento y por mis sentimientos. Lo que intento es que nadie pueda decir que no soy coherente. Y, por eso, no me voy a sumar al carro de Javier Bardem ahora que se ha convertido en el primer actor español que ha conseguido ganar un Oscar en una categoría de interpretación. No voy a dejar que me arrastre la corriente de elogios. Quien me lee y quien me escucha hablar de cine sabe que a mí Bardem no me gusta, ni como personaje ni como actor, y seguramente quien sí tenga a Bardem en buena estima no gustara de leer lo que me sale decir ahora. Por descontado, eso no resta un ápice de carácter histórico al premio.
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La primera duda que me asalta es por qué todo el mundo tiende a considerar que el Oscar a Javier Bardem es un éxito del cine español. Bardem es un actor de una película norteamericana rodada en inglés. Español es, desde luego. Pero éxito patrio es para Francia que Marion Cotillard ganara el Oscar a la actriz de reparto por una película francesa y en francés. Éxito del cine español habría sido que Penélope Cruz (que tampoco me cae especialmente bien ni me gusta como actriz) lo ganara el año pasado por Volver, una película española y en español. Eso sí, esto no. Y vuelvo a insistir: eso no le quita valor al hecho de que es el primer actor español que gana una estatuilla dorada. Pero es lo que es.
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El fervor patrio ha llevado a aplaudir el premio, el agradecimiento y todo lo que tenga que ver con Bardem. Y yo admito que no me gustó nada de nada su discurso en el Kodak Theatre. No me parece de recibo ponerse a dar las gracias en español ante un auditorio de 6.500 personas que, en su mayoría, no sabrían español. Ni hacerlo delante de millones de telespectadores que tampoco conocen el idioma. Es escamotear parte de la ceremonia a la gente que la está viendo y no sabe español. Hay que saber dónde se está, y una cosa es decir un "gracias" o alguna palabra en castellano y otra muy distinta hacer medio discurso en un idioma que los presentes no entienden. Premios ganaron italianos y franceses, algunos de los cuales demostraron un inglés mucho más pobre que el de Bardem, pero a nadie se le ocurrió ponerse a hablar en su lengua materna. En España somos como somos y por eso lo aplaudimos, pero no me gustó el detalle.
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Y aquí sí que pido ayuda para subsanar mi desconcierto. ¿Tenía alguna explicación que yo desconozca la reivindicación de los cómicos? Por supuesto que entiendo el agradecimiento a su familia, una larga saga de personas dedicadas al mundo del espectáculo y del cine, pero lo de los cómicos no lo entendí bien... Una de las mayores ovaciones que se escucharon en la gala fue cuando se recordó el momento en el que Charles Chaplin recogía su Oscar honorífico. Tom Hanks, uno de los tipos más respetados en Hollywood, era un cómico. En España estamos llenos de cómicos (en cine y en televisión) que, aunque estén exentos de calidad, triunfan y son imitados por la calle. No entendí la reivindicación de los cómicos, de verdad. ¿Alguien puede aportar luz...?
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Y otra cosa que no entiendo, también muy propia del carácter español. Antes de los Oscar había malestar en algunos medios de comunicación por lo esquivo que se mostraba Bardem con la prensa española en los meses previos. Dio una rueda de prensa antes de los Oscar y después de la ceremonia citó a los periodistas españoles en un hotel para dar sus primeras impresiones (buen gesto éste, por cierto). "Luego no diréis que no os trato bien", les dijo a estos periodistas. Da igual. Casi sin excepción, la prensa recibió el premio como si de un Mundial para la selección se tratase. La vena hooligan se apodera de nosotros hasta en algo tan personal como el cine. Y nos olvidamos de que Bardem ni siquiera acudió a la gala de los Goya, estando en Madrid y teniendo entre los nominados un documental que produjo.
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Nunca tuve dudas de que Bardem iba a ganar el Oscar después de todos los premios que ya le habían dado. Pero verle sentado en primera fila junto a Jack Nicholson lo confirmó. El Oscar iba a ser suyo. Ya lo tiene. Enhorabuena. Pero, dado que a mí no me gusta como actor ni me entusiasma lo más mínimo la película por la que ha ganado, tengo que decir, tan alto y claro como puedo, que no me ha hecho ni pizca de ilusión...

2 comentarios:

Raúl dijo...

Hola.
Sólo un comentario respecto al tema de los cómicos. Quizá me equivoque, pero creo que identificas el concepto "cómico" con actores que hacen comedia. Y creo que Bardem no lo usó en ese sentido, sino que lo utilizó como un genérico de actor, o incluso de artista de la representación. Antes a todos los actores se les llamaba cómicos y su profesión estaba mal vista (creo que lo decía Bardem en su discurso: no se les enterraba en los cementerios).
"El viaje a ninguna parte", de Fernando Fernán Gómez habla de esos "cómicos" en la época en la que ser cómico era poco menos que un deshonor. Excelente película, además.

Juan Rodríguez Millán dijo...

Muchas gracias por tu aportación, Raúl. Seguro que tienes razón en lo que explicas (y me apunto la película de Fernán Gómez, que no he visto).

Espero volver a verte por aquí, siempre serás bienvenido...