lunes, diciembre 23, 2013

'Sobran las palabras', conmovedora comedia romántica

Por Lucía Alegrete.

Después de ver las últimas grandes producciones lanzadas al mercado, como Turbo, Séptimo o El consejero, con gran éxito pero bastante pobres de sentimiento, nos encontramos con esta pequeña y agradable sorpresa. Es la historia de amor de una pareja de divorciados cuyos respectivos hijos deben marchar inminentemente hacia la universidad. Eva (Julia Louis-Dreyfus) conoce a Albert (James Gandolfini) en una fiesta, simpatizan y acaban cenando juntos otro día. La afinidad mutua es indiscutible y la noche resulta ser muy placentera. A pesar de ello, Eva no está segura de que Albert sea su tipo ni le termina de atraer físicamente y acaba rechazándole. Sus dudas e inseguridades primeras se irán disipando poco a poco y se dará cuenta de que las cosas que comparten y el tiempo juntos es demasiado valioso. Decide no negarse esa segunda oportunidad que le ha dado la vida sólo porque no sea el prototipo de hombre ideal. Las cosas acaban funcionando entre ellos más de lo que cabría esperar, pero diversas complicaciones trastocarán la estabilidad y solidez de la relación que intentaban construir.

Nicole Holofcener crea y dirige esta emotiva película que en apariencia es una comedia romántica más pero finalmente no resulta de ese modo. Se destaca la sencillez y la manera tan espontánea de exponernos los hechos. La relación de la pareja es narrada de forma natural, sin adornos ni tapujos y la complicidad de ambos traspasa la pantalla. La trama se desarrolla sin demasiados sobresaltos ni enigmas y los sucesos que acontecen pueden resultar inverosímiles o poco creíbles. Lo que verdaderamente la hace diferente y consigue cautivarnos es la química y sencillez de la pareja protagonista. Ambos están magníficos, derrochando simpatía y dulzura en cada plano. Se resaltan valores como la importancia de la confianza en una relación, la seguridad en uno mismo y el desmontar la tendencia general de aquellos que ceden siempre a las apariencias. Nos quiere mostrar como muchas veces la edad, el físico y nuestra apariencia debería pasar a un segundo plano para poder llegar conocer a la persona que hay debajo y que, de otro modo, jamás nos interesaríamos.

James Gandolfini  nos deleita con su última actuación de una enorme y prodigiosa carrera. El aclamado actor, reconocido por representar a Tony Soprano en la mítica serie Los Soprano, falleció el pasado mes de junio, y nuestro mundo sigue de luto por perder a uno de los actores más talentosos de nuestro siglo. Una bella despedida para un enorme actor, que aquí nos demuestra una vez más su prodigiosa capacidad de alternar estilos interpretativos tan opuestos. Su naturalidad, sencillez y su magnífica aptitud de mostrarse por entero a la cámara sin adornos ni tapujos, convierte esta película en una pequeña delicia. Julia Louis-Dreyfus está encantadora y resulta convincente en las reacciones y los dilemas que le van surgiendo. Entre ambos cargan de realismo y credibilidad el metraje. Los diálogos son inteligentes y divertidos. A pesar de que sepamos los acontecimientos que se van a suceder no nos impide disfrutar de este maravilloso filme. Es una historia correctamente construida y narrada, con grandes dosis de humor ácido y sutil.

Es una comedia americana bien trazada, reivindicando un género explotado y mal utilizado en los últimos años. Estamos ya cansados de jóvenes parejas bellas y esculturales en donde todo resulta forzado y la química es impuesta por la taquilla. Actores atractivos y de moda se unen para atraer a las masas juveniles, pero en la mayor parte de los casos no nos resultan cercanos ni nos identificamos con ellos o con las contrariedades que les suceden. Chistes fáciles y situaciones extremas que extenúan a cualquier público que sobrepase la veintena. Ahí es donde radica el atractivo de Sobran las palabras. Se nos retrata una pareja corriente y casual, en la que las imperfecciones y la sinceridad de los protagonistas hacen que nos sintamos más próximos a ellos. Es cierto que no se altera ningún patrón del género ni supone un punto de ruptura pero la realidad es que resulta conmovedora y divertida. Quizás el guión debería haber sido más elaborado o suceder los hechos de manera más creíble, ya que de ese modo podría haber sido destacable. Se queda a medio camino entre ser una película recordable y una agradable comedia sobre un romance de mediana edad.

2 comentarios:

Celia dijo...

Pues estaba entre ver la de 3 bodas por reírme un poco, o la ultima de ben stiller pero creo que me acabas de convencer...

ya te contaré

Besos

Juan Rodríguez Millán dijo...

Celia, yo no, mi compañera y amiga Lucía, que es quien la vio, je, je, je... Aunque no trago mucho a Ben Stiller, le tengo ganas a ésta...