Carrie es una de esas películas que hacen ver el problema con absoluta claridad. El problema no es el remake, sino el motivo por el que se hace el remake. Carrie, la nueva versión de Kimberly Peirce, se hace porque por desgracia las audiencias contemporáneas no se acercarían a la película que hizo Brian De Palma en 1976 basada en la novela de Stephen King porque la ven demasiado antigua y el público, al parecer, ya no sabe contextualizar. Así que Hollywood hace un remake con un guión casi calcado, con las evidentes modificaciones propias de la época (con vídeos grabados con móviles o escotes más pronunciados en el vestuario cotidiano de las chicas de instituto, por ejemplo), para satisfacer al público más vago y poco exigente. Y, ojo, Carrie, la nueva, sería una buena película si no fuera Carrie. Pero los estudios no arriesgarían con una propuesta original. Saben que la marca vende, que el remake atraerá a algún nostálgico del título original y a muchos seguidores del escritor. Así se llegan a conclusiones preocupantes sobre el estado del cine actual.
Para quien haya visto la película de De Palma, la de Peirce (responsable hace más de una década de Boys Don't Cry) no esconde apenas ninguna sorpresa. Algo más de casquería y de carne, algo más de sangre y violencia explícita, sin duda. Pero nada exagerado o impropio de una película de este tiempo. De hecho, Carrie no llega a alcanzar en ningún momento el estatus de película de terror. Eso, ojo, no es bueno ni malo en sí mismo, pero conviene aclararlo para que no haya equívocos entre los espectadores. Carrie es más bien un relato sobrenatural e inquietante, con tintes fantásticos, pero terror en realidad no es la palabra para definirlo. Y se pierde completamente esa noción cuando se comprende que el remake pierde toda la sutileza que podría haber aumentado la fascinación del género. La protagonista tiene poderes y los utiliza desde el comienzo de la película, hasta el punto de que hay momentos en los que casi parece sacar algunas escenas de cualquier película de los X-Men.
Así que lo que ofrece este remake es la reintepretación actoral de los personajes clásicos. Chlöe Grace Moretz es una actriz terriblemente carismática, y hace suyo el papel con una enorme facilidad. no es fácil, porque es complicado admirar en ella el patito feo del instituto que en realidad ha de ser Carrie. Y le sienta muy bien precisamente que no sea un relato de terror, porque donde más convence es en las escenas más humanas e íntimas, donde se muestra como una adolescente diferente que, en realidad, sólo quiere ser una más. Peirce, de hecho, se vuelca en ella, le da un aura sumamente atractiva, muchos primeros planos y los mejores momentos de su trabajo. Julianne Moore como la madre de Carrie y Judy Greer como su profesora de educación física (la mejor y más apreciable diferencia con respecto al filme de 1976) añade al reparto el toque de clase que los chavales más jóvenes no consiguen dar.
¿Es Carrie una mala película? La verdad es que no. Es un filme rodado con mucha solvencia, una interesante historia sobre una niña que se hace mujer en unas circunstancias muy especiales, con una madre posesiva y fanática religiosa, en un entorno en el que nunca podrá encajar y desarrollando poderes telequinéticos (ampliados en la película de forma innecesaria en algunos momentos). Todo eso está razonablemente bien construido y explicado y la película se deja ver con mucha facilidad. Pero juega en su contra el hecho de que sea un remake y la explicación subyacente a su producción. Y no es una crítica directa a la imparable proliferación de remakes, que en sí mismos no tienen por qué tener nada malo. Para rehacer algo se pueden buscar nuevos ángulos, nuevas formas de contar incluso la misma historia o simplemente elementos que lleven a otras conclusiones. Carrie va a lo seguro, al desarrollo emocional en la primera mitad y a la conocida orgía sangrienta en su clímax. Pero no tiene la suficiente originalidad como para sobresalir.
2 comentarios:
Chlöe Grace Moretz no termina de molarme y la peli esta pues no me llama, ni he visto la original.
Venía a quejarme sobre "Plan de escape", no la he visto, pero tenía intención. Sin embargo estoy leyendo en todos sitios más o menos lo que tú decías, que es un rollo. Pensé que al menos sería potable, como "Una bala en la cabeza" o "El último desafío" (que ya es ser conformista), pero si la referencia es "Los mercenarios" me niego.
Doctora, a mí ella sí me gusta, pero es que verla a ella me parece poca excusa para un remake. Lo de 'Plan de escape'... no me extraña. Yo pensé lo mismo que tú y me llevé el chasco.
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