lunes, septiembre 09, 2013

'Riddick', vuelve el hombre

Riddick, el hombre, vuelve. Y lo hace nada menos que nueve años después de la segunda película de su saga, Las crónicas de Riddick, y trece después de la primera, Pitch Black. Puestos a buscar semejanzas, Riddick, que así se titula muy acertadamente la película, se parece más a la original y de hecho recoge un gancho argumental que justifica al menos uno de los personajes de esta tercera y ¿última? entrega. Volvamos a lo del título, Riddick, el nombre del protagonista. Es justo eso. Porque no hay una verdadera historia detrás. La película es Riddick. Y, ojo, no se convierte en algo negativo porque David Twohy encuentra el tono adecuado para casi todas las partes de la película, absorbiendo referencias de otros títulos y de su propia saga hasta componer una atractiva aventura de ciencia ficción sucia y moderna, con ritmo y con buenos momentos visuales que esconden las pequeñas lagunas del guión e, insisto, que lo que cuenta está lejos de ser trascendente y es más bien un episodio casi introductorio, o subsiguiente, de una historia mayor.

Y es que la historia de la película es sencilla. Riddick está en un planeta desconocido porque alguien que tarda en revelarse le ha llevado allí, tiene que luchar por su vida e idear un plan para salir del planeta. Eso es todo. Por supuesto, hay cazarecompensas ávidos de sangre, criaturas aún más ávidas de sangre y un Riddick que reparte golpes y ataques a diestro y siniestro esté o no ávido de sangre. Vuelvo a insistir en que esto no es un menosprecio sino un elogio. El motivo es muy sencillo, Riddick entiende lo que es, lo que quiere ser y lo que puede llegar a ser, y encuentra un buen punto de equilibrio entre esas tres posibles definiciones, saltándose por completo la estructura clásica de tres actos para sencillamente definir al personaje, primero en solitario, después en ausencia y finalmente en compañía. Vin Diesel, por mucho que esté lejos de ser lo que muchos considerarían un buen actor, hace también que el entramado funcione porque se fusiona admirablemente con su personaje. ¿Sencillo? Puede ser. Pero sin duda efectivo.

Es casi un tópico que una película de estas características tenga agujeros en el guión. Riddick los tiene, desde cuestiones absurdas e incongruentes de su propio planteamiento a decisiones de los personajes que es imposible entender. Pero dejando de lado esas cuestiones, que en el cine de entretenimiento acaban por quedar a un lado si el espectáculo es decente, lo cierto es que estamos ante una película más que solvente. Cien por cien culto al héroe (no tan héroe, pero por entendernos), bebiendo por momentos de Aliens, de James Cameron, o de La cosa, de John Carpenter y demostrando con una espléndida fotografía que el 3D es un mecanismo absolutamente superfluo cuando se sabe crear profundidad de campo con el 2D. Y Twohy sabe, o al menos aquí lo demuestra sin complejos, hasta el punto de que convierte al planeta en un personaje más, que hace lucir tanto el diseño de producción como los efectos visuales.

No hay en Riddick grandes pretensiones filosóficas, pero entender que es puro cine de entretenimiento permite un disfrute espléndido de esta película. Y también porque el reparto ayuda a construir una atmósfera especial, muy propia de la faceta más gamberra del cine de ciencia ficción. Especialmente Katee Sakhoff (conocida por su papel en la serie Battlestar Galactica), Jordi Mollà (aunque le pierde en parte su acento en inglés) y Matt Nable encuentran el tono perfecto para complementar la frialdad agresiva de Riddick. Puede que el arranque sea algo demasiado largo y eso provoca que la película se estire hasta las dos horas, pero el entretenimiento está garantizado, con la que probablemente sea la mejor entrega de esta ya trilogía de Riddick.

2 comentarios:

Doctora dijo...

He oído que la primera media hora no hay casi diálogos y consiste en ver al prota por ahí matando bichos.

No he visto ninguna de las otras y no me gusta especialemnte Vin Diesel, pero a la gente le está gustando mucho. Quizá me guste, si me dan a elegir entre los dos extremos prefiero una peli que sea sólo acción a que vaya lenta en plan "Oblivion".

Juan Rodríguez Millán dijo...

Doctora, sí, básicamente la primera media hora es eso. Yo he oído de todo sobre ésta. A mí me entretuvo muchísimo, asumiendo que es una película muy sencillita y con bastante acción.