La gran familia española, el nuevo título de Daniel Sánchez Arévalo, es mejor comedia que película. Es buena comedia porque divierte, tiene muchos puntos divertidos, personajes simpáticos, chistes logrados y escenas que provocan risas con facilidad. Pero como película está mucho más lejos de cumplir lo que se podría esperar de ella, porque el guión no es ni mucho menos redondo. La historia familiar que se esconde tras la sucesión de sketches parece algo desdibujada a ratos y, sobre todo, falla en lo que ha basado su campaña de márketing: la inclusión de la final del Mundial de fútbol de Sudáfrica de 2010, la primera que jugó la selección española. Está en la película, se ven los momentos más destacados de aquel partido, sirve para algún que otro enredo, pero no concuerda en demasiados momentos ni emocionalmente ni tampoco temporalmente. Da la impresión de que eso se podría haber solucionado con un par de vueltas más al guión, pero la apuesta es evidente: risas rápidas y efectivas. Y eso, a pesar de incluir algún tópico del cine nacional como el por lo visto obligado desnudo de las actrices más jóvenes, sí lo consigue.
Sánchez Arévalo utiliza una premisa sencilla pero enrevesada: Efraín (Patrick Criado) y Carla (Arancha Martí) van a casarse el día que ella cumple 18 años. Y es, casualidades de la vida, el mismo día que a la selección española de fútbol se le ocurre llegar a la final de un Mundial por primera vez en la historia. La boda se celebra en la finca del padre de Efraín (Héctor Colomé) y servirá para reunir a los cinco hijos de la familia: Adán (Antonio de la Torre), Benjamín (Roberto Álamo), Caleb (Quim Gutiérrez) y Daniel (Miquel Fernández). Adán tiene además una hija, Fran (Sandy Gilberte), que es la más futbolera de toda la familia e incluso quiere ir a la boda con la camiseta de la selección. Carla, que aparece embarazada, va a la boda con su hermana melliza, Mónica (Sandra Martín), que siempre ha estado enamorada de Efraín. Y también está Cris (Verónica Echegui), tía de Carla, actual novia de Daniel y ex de Caleb, hasta que éste, médico, decidió dejarlo todo y marcharse a África como voluntario durante dos años en los que no dio señales de vida.
¿Y dónde encaja ahí el partido de la selección? Ese es uno de los problemas de la película, encaja poco. Es verdad que sirve para algún momento gracioso pero pierde protagonismo rápidamente para recuperarlo únicamente al final por motivos que cualquier futbolero (y es de suponer que la mayor parte de los no futboleros) ya saben. Al margen de si es una película más cercana a Gordos o a Primos, las dos comedias anteriores de su autor, la apuesta de Sánchez Arévalo no está en realidad en la construcción de una historia redonda. Le importa más provocar risas en el momento que reflexiones después. Es ésta una historia ligera, simpática, enrevesada como tiene que serlo la comedia, pero mucho más intrascendente de lo que podría parecer o de lo que la historia podría haber dado de sí. Dentro del terreno de la comedia, lo mejor lo protagoniza con mucha diferencia Roberto Álamo, el hermano con un ligero retraso mental, que muestra una química envidiable con Antonio de la Torre, o el cameo continuado y prácticamente sin diálogo de Raúl Arévalo.
No es que La gran familia española engañe en su planteamiento. Desde el principio queda claro que va a ser una comedia de corte alocado e inverosímil en muchos de sus planteamientos. Aceptando eso, hay que insistir en que las risas están aseguradas. Pero viendo la película sorprende que en el guión de Sánchez Arévalo cueste identificar alguna relación entre los personajes (se tarda mucho, por ejemplo, en averiguar que Carla y Mónica son mellizas) o entender algún movimiento de los personajes (Adán y la caja fuerte). Y es una pena, porque la introducción de la película, con una espléndida referencia cinéfila de base y una muy divertida escena con niños, hacía pensar que la película podría volar más alto. Con todo, cumple con lo que promete. Es muy graciosa a ratos (enorme la muy bien montada conversación doble de las familias con los novios por separado) y es simpática en todo momento. Nada del otro jueves, pero las risas sí están aseguradas, incluso sin conectar demasiado con la comedia española o sin tener interés alguno en el fútbol y el partido que sirve de excusa a la película.
3 comentarios:
Me encanta cuando te leo antes de ver una pelicula y veo que me confirmas lo que he pensado.
Me gusta mucho las peliculas que hace este director, porque me gusta su tipo de humor y porque toca como el que no quiere la cosa temas delicados, pero haciendote reir.
Peeeeeeeerooo, como Gordos me gusto mucho, y me parecio que es de las que por mucho humor que tenga si quieres puede hacerte pensar bastante, Pero primos me parecio que le importaba mas hacer reir que la historia o la "moraleja" en si, al ver el trailer de esta pensé que la balanza ya se habia ido a la comedia mas pura y dura sin mucho sentido ni pensando en si encaja todo lo que se cuenta, decidi dejarla para verla en casa.
Y sabes que? vi otra pelicula que te recomiendo, de un estilo muy similar.
Se que quizá sea dificil verla para ti, pero te la recomiendo igual
Barcelona, nit d'estiu.
Se que en madrid solo se ve en un cine llamado verdi, que es el único que también la proyecta aquí.
Y no se como se vera allí, porque aquí algunos personas hablan en catalán y otros en castellano.
Pero es una película bonita, sencilla y muy muy divertida.
En su día me gustó mucho "Gordos", pero no me moló nada "Primos" y no me convence nada Quim Gutiérrez, al menos en comedias.
No es que tuviera mucha prisa por verla, pero con lo que dices de que el partido encaja mal y tiene poca relevancia en la historia ha perdido bastante puntos para mí.
Celia, muchas gracias, je, je, je... Me apunto la recomendación, a ver si la puedo ver. Imagino que habrán respetado la versión original, hace no mucho vi otra película, Hijos de Caín (mala, por cierto), en la que se alternaban catalán y castellano. Ya te diré si puedo verla...
Doctora, lo del partido es una apreciación mía, a otros compañeros le parece que está bien usado. Pero a mí, salvo un detalle, me pareció mal encajado y sin que coincidan bien su desarrollo y el de la película. Pero, insisto, te ríes porque tiene puntos divertidos. Eso sí, la comedia es un mundo dependiendo del espectador...
Publicar un comentario