Piratas del Caribe: El cofre del hombre muerto es la película de 2006. No entiendo el interés que despierta esta saga (sólo he visto la primera película y me pareció aburrida), pero lo cierto es que este título ha conseguido que la taquilla del cine norteamericano en aquel país remonte los malos datos de 2005. Sólo en su país de origen, la película ha reacudado 425 millones de dólares, una barbaridad, teniendo en cuenta que es más de lo que han reunido juntas la segunda y tercera película de este ránking. Cars ganó 244,1 millones de dólares y X-Men. La decisión final se quedó en 234,4.
El rotundo éxito de la secuela de Piratas del Caribe, que tendrá continuación este mismo año, mal que me pese, con la tercera entrega de la saga, ha frenado el descenso de espectadores que se estaba convirtiendo en tendencia. Hollywood apuesta por las franquicias para salir adelante y los analistas que han valorado la noticia en diferentes medios de comunicación esperan que 2007 sea un año todavía mejor gracias a títulos como Spider-Man 3, Shrek The Third, o la quinta entrega de Harry Potter.
De los datos de 2006 que se han hecho públicos se pueden sacar muchas más conclusiones. Dos son las grandes superproducciones que no han logrado, ni de lejos, cubrir costes: Poseidón, a pesar de ser una entretenida película que, eso sí, deja la sensación de ya vista, costó 160 millones de dólares y sólo ingresó 60,1; Corrupción en Miami, un Michael Mann alejado de sus mejores películas, costó 135 y apenas ganó 63,5. En el lado opuesto, dos películas que costaron poquísimo, Borat y Pequeña Miss Sunshine ganaron auténticas millonadas, 125,9 y 59,4 millones de dólares respectivamente.
Martin Scorsese logró que Infiltrados sea su película más taquillera, con 120 millones de dólares, y lo mismo le ha pasado a Spike Lee con Plan oculto (88,5 millones). En cambio, la taquilla dio la espalda a M. Night Shyamalan y La joven del agua es su película que menos ha ingresado (42,3 millones). En cuanto a actores, Tom Cruise desde luego no merece el linchamiento público al que ha sido sometido por sus, al parecer, malos resultados en taquilla. Misión imposible III recaudó unos muy apreciables 133,5 millones de dólares, cifra que se dobla gracias al mercado internacional. Sean Penn y Sharon Stone se pegaron serios batacazos con sus películas, la estimable Todos los hombres del rey (7,2 millones) y la innecesaria Instinto básico 2 (5,9 millones). Y Stallone ha conseguido, diez años después, que una de sus películas recaude más de 50 millones de dólares. Sí, ha sido con Rocky Balboa, la sexta entrega del boxeador más famoso de la historia del cine. La lucha en la taquilla en torno a los atentados del 11-S la ganó Oliver Stone. World Trade Center ingresó 70,3 millones de dólares, mientras que United 93, a pesar de ser mejor película (lo que no quiere decir que la primera sea mala), se quedó en 31,5.
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