Dirigida por Scott
McGehee y David
Siegel y basada en la novela de Henry James, nos llega esta conmovedora
historia protagonizada por Maisie, una dulce y carismática niña de apenas seis
años interpretada magistralmente por Onata Aprile, quien se corona como la
verdadera protagonista y esencia real del filme. Con una infancia truncada, su
inocencia será puesta a prueba debiendo lidiar día a día con las constantes
disputas de sus padres. Los reconocidos y afamados actores Julianne Moore y Steve
Coogan pondrán cara a los terribles padres de la pequeña, sin sobresalir
especialmente en la interpretación de sus personajes, quizá porque ambos son
simples caricaturas de lo que se quiere representar y de la dura crítica a
realizar. El inminente y sabido divorcio no tarda en llegar, y la feroz lucha
por la custodia que lo acompaña tampoco. Esto dejará a la pobre Maisei en medio
de un incomprensible torbellino de emociones, dolor y tristeza.
El complicado y profundo tema de la separación fue ya
abordado por Robert Benton en la reconocida Kramer contra Kramer, cinta que se
alzó con cinco Oscars y que plasmaba de forma fidedigna las devastadoras
consecuencias que conlleva un divorcio para un niño. Mientras que allí el
soporte de la película recaía en los reconocidos actores Dustin Hoffman y Meryl
Streep y su lucha legal por la custodia, aquí el protagonismo se cede a la
pequeña de nueve años y su soledad e incomprensión ante su nueva
situación. A pesar de que los padres fueran dos personas discordantes, tenían
la madurez y sensatez suficiente para saber cómo tratar un tema tan complejo y
consecuente para la infancia de su hijo, aquí los padres de Maisei se tornan incomprensivos
y egoístas y no merecedores del cariño de la dulce niña. Unos padres que no
están preparados, juntos ni separados, para las responsabilidades y el cuidado
que supone criar un hijo.
La gran novedad del filme es abordar un tema tan complejo y
devastador desde la óptica de una niña de tan sólo seis años. Ella es la que
sufre y padece y a la que tales acontecimientos marcarán irremediablemente su
futuro. Onata Aprile conquista y enamora a la cámara dejando al resto de
personajes en un plano secundario. Su naturalidad y espontaneidad hacen que nos
identifiquemos y conmovamos con su tragedia personal. El resto de célebres
actores se difuminan y no consiguen transmitirnos ninguna emoción realmente
destacable. Sin embargo si es digno de mención el papel de Alexander Skarsgård
interpretando a un atractivo joven al que comienza a salir con la madre de
Maisei, saliéndose de su tópico habitual. Se aleja del rol de hombre sexual y
atractivo que vuelve loco a las adolescentes para interpretar a un sumiso y
bondadoso joven que arrebatará el corazón a la pequeña niña. También Joanna
Vanderham, con tan sólo 21 años, realiza una labor más que convincente en el
papel de la bella y bondadosa niñera de Maisie, conquistando a cámara y
público.
No podemos decir lo mismo de nuestra querida Julianne Moore.
Es sabido por todos su gran talento y capacidad para adaptarse a cualquier
papel, pero el rol que le han asignado de madurita estrella del rock con un comportamiento de
adolescente insensata e histérica roza lo absurdo. En general los personajes
están demasiado estereotipados y encasillados en una función determinada. Se
traza a los padres como entes malévolos y egoístas que únicamente miran por su
beneficio personal y, en el lado opuesto, encontramos a sus respectivas
parejas, que asemejan ángeles recién caídos de la estratosfera. El mensaje y la
idea que se quiere transmitir es entendible, muchas veces la familia no es la
gente que te trae a la vida sino quienes te cuidan y se ocupan de ti. Mas es un
poco irreal imaginar unos padres tan irresponsables y despreocupados ante su hija
de tan corta edad. A pesar de ello la cinta sigue siendo altamente
recomendable ya que nos presenta una real y triste historia: niños que crecen
prácticamente solos porque sus familias no tienen tiempo suficiente para
dedicarles, cruel pero cierta realidad.
2 comentarios:
Coincido en que los personajes son demasiado estereotípicos y algunas situaciones están muy edulcoradas, sobre todo conforme avanza el film, pero aun así es muy agradable y transmite valores importantes; saludos :)
Juan, como ves la crítica no la firmo yo, pero entre Lucía, su autora, y tú, me habéis dado ganas de verla. Apetecen también las películas agradables.
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