Después de doce años sin rodar una película de acción real, Robert Zemeckis regresa con El vuelo, un melodrama correcto, notable en algunos momentos, que se beneficia de una brutal y formidable interpretación de Denzel Washington para hacer más llevaderos sus 138 minutos. Zemeckis es ambicioso en los planteamientos apostando por temáticas que, sin duda, los trailers, sinopsis y críticas reventarán, lo que elimina el impacto de algunos giros de la historia. No obstante, y a pesar de bastantes puntos a favor (entre los que destaca la espectacular secuencia que cambia el ritmo de la película y que nos devuelve al Zemeckis más espectacular en plena forma), el resultado final no termina de ser tan ambicioso, con un final complaciente que, todo hay que decirlo, encaja con lo que ha mostrado en casi toda su filmografía alejada de la fantasía, e incluso en la mayoría de sus títulos de género. Aún así, sólo con la interpretación de su protagonista ya está más que amortizado el tiempo empleado en este filme.
Lo único que hace falta saber para sentarse en una butaca y ver El vuelo es que Denzel Washington interpreta a un piloto de una aerolínea comercial, que está divorciado y que tiene las principales adiciones que un hombre puede tener, a las mujeres, al alcohol y a las drogas. Todo lo que sea pasar de esa línea, porque eso es lo que se propone en la primera escena, es incómodo para el desarrollo que propone el filme. Zemeckis quiere sorprender y lo consigue, aunque no con su final, sí durante buena parte de la película... si no se sabe nada más. Porque gran parte de la fuerza de la historia está en el buen hacer de Zemeckis a la hora de llevar al espectador a terrenos que no espera, cambiando el tono e incluso la temática de la película. De ser un retrato personal, que fascina por el trabajo de su protagonista (y por escenas como la de la conversación en la escalera), pasa a ser un estudio sobre la responsabilidad, y es ahí donde El vuelo encuentra lo mejor y peor que ofrece.
El tránsito entre esas dos partes (mucho más extensa la segunda) es fluido y Zemeckis lo lleva francamente bien, ayudado por una espectacular secuencia poco apta para aquellos que tengan miedo a volar y que, irreal o no, recupera el mejor pulso de su director. Lo peor está en que a partir de ahí se mueve en un delicado equilibrio que se acerca mucho al telefilme y que no está bien resuelto con ese final sensiblero y que se ve venir. El sustento en todo momento es un Denzel Washington sublime, que consigue por fin marcar distancias con el estupendo actor que llevaba años pareciendo interpretar el mismo personaje. Aquí marca una diferencia, está soberbio y se convierte en el motor emocional de la película con suma facilidad. También es cierto que está bien acompañado por Kelly Reilly (dando vida a una drogadicta que no pasa por su mejor momento), Don Cheadle (que encaja a la perfección en ese papel de hombre responsable), Bruce Greenwood (muy creíble), Melissa Leo (breve pero firme participación) y un John Goodman que cierra así un espléndido 2012 (Argo, Golpe de efecto y El alucinante mundo de Norman).
El juicio más fácil de El vuelo se puede circunscribir al extraordinario trabajo de Denzel Washington. El intérprete suele suscitar unanimidad a la hora de considerarle uno de los actores más solventes desde hace décadas. El caso es que, sin que se le recuerde un mal papel, El vuelo sirve para reencontrarse con su mejor versión. El envoltorio que le rodea deja un desarrollo notable, con picos más que interesantes, pero un final cuestionable (y sobre el que se puede debatir largo y tendido, tanto en su vertiente moral como en la cinematográfica y de hacia dónde suele tender siempre el cine norteamericano de gran estudio). De todos modos, es agradable saber que a Zemeckis no se le ha olvidado cómo rodar con actores de carne y hueso después de emplear la captura de movimientos en sus últimas tres películas (la floja Polar Express, la reivindicable Beowulf y la fallida Cuento de Navidad). No deja mal sabor de boca, no.
3 comentarios:
Estoy deseando verla, aunque tengo otras antes de cara a la ceremonia, cómo te cunde!!! :-D
Febrero va a ser un mes cojonudo en la cartelera, pero claro, no se pueden ver todas. Yo he tenido que descartar "El lado bueno de las cosas" y "Movie 43", pero espero ver "Gangster Squad" o "La jungla de cristal 5" (la que salga más votada).
La verdad es que "El vuelo" nunca estuvo entre mis elegidas porque lo que sé del argumento no me llamaba mucho (aunque me ha intrigado lo que dices de que luego se mete en otros temas). Me gusta Denzel Washington, pero menos en "Training Day" siempre le veo igual, da lo mismo que interprete a un abogado, a un periodista o a un conductor de trenes.
La veré, pero más adelante (no esperaba que durase tanto, pero a estas alturas no me sorprendo).
Meg, sí me cunde, sí, je, je, je... Y más que tengo ya preparadas en borradores... Ya me contarás...
Doctora, siempre es un mes muy ajetreado por aquello de los Oscars, que nos quedan muchas nominadas por ver y que se suman a los estrenos ya previstos para este mes, así que... Llevaba años que yo también le veía siempre haciendo lo mismo y aquí cambia y eso se agradece.
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