miércoles, enero 16, 2013

'La noche más oscura', la diferencia entre una película grande y una gran película

Hay notables diferencias entre una película grande y una gran película. La noche más oscura es, indudablemente, una película grande. Lo es por su argumento y todo lo que implica (la operación que acabó en la muerte de Osama Bin Laden), por la polémica en torno a su veracidad o no. Lo es por ser el siguiente trabajo de la primera mujer en ganar el Oscar al mejor director, Kathryn Bigelow. Lo es porque se ha venido hablando muchísimo de esta película, sobre su aclamación crítica casi unánime y sobre sus posibilidades de ganar premios, enfriadas ahora por las escasas nominaciones al Oscar que ha logrado. Es una película grande, sí. ¿Pero es una gran película? Sólo a ratos y no demasiados. Su principal argumento está en la dedicada interpretación de su protagonista, una espléndida Jessica Chastain. Pero sufre algunos de los problemas que ya aquejaban a En tierra hostil y uno que afecta con demasiada frecuencia al cine contemporáneo: la duración. En el afán de que sea una gran película, se ha convertido también en una película grande en su exceso de minutos.

Es evidente que La noche más oscura encierra motivos y momentos muy poderosos que captan la atención del espectador. También lo es que su temática atrae. Y sobre todo que su protagonista femenina, gracias a un enorme trabajo de Chastain ofrece al espectador una implicación importante. Pero las dos horas y 36 minutos que dura la película pesan muchísimo, sobre todo por una cuestión bastante elemental. Hasta la hora de película, no se produce ningún acontecimiento que haga que la captura de Bin Laden sea una obsesión personal y no un trabajo más. Sí, es Bin Laden, el malo real. Pero el cine ha ofrecido ya la búsqueda y captura de muchos malos de película y La noche más oscura no da nada diferente y emocionalmente complejo hasta una hora después de arrancar. Bigelow se deja llevar por el ansia de hacer la película definitiva sobre este asunto y se le va la mano. Con un guión más adecuado y directo así como un montaje más ágil, el filme habría ganado muchos enteros.

Pesan tanto esos defectos que cabe preguntarse qué habría sido de esta película si no llevara escrito por todas partes el nombre de Bin Laden (tan pocas veces repetido durante el filme, por cierto). Si fuera una historia de ficción, con un villano imaginario, las miradas se habrían ido a otro lado con mucha más facilidad. Bigelow sí consigue con bastante soltura una gran ambientación, tanto en las escenas de campo como en las de despacho, y a eso contribuye una espléndida música de Alexandre Desplat. Pero, como ya le sucedió a En tierra hostil, Bigelow abusa del carácter episódico de las escenas y falla al dar un hilo conductor coherente a la historia, a cuyo ritmo afecta negativamente el continuo y no siempre necesario salto cronológico, que a veces está explicado con rótulos (en los tiempos más amplios) y a veces no, dando una sensación de vacío entre escenas. El manejo del tiempo también pesa contra el producto final en su clímax. Una escena espléndida en ocasiones, apreciable en cuanto al trabajo que exige, pero en un tiempo real que no termina de beneficiar al conjunto de la película.

Y ese conjunto sale más que airoso gracias al trabajo de Jessica Chastain. A punto de cumplir 36 años, arrancó muy tarde en el mundo de la interpretación, pero pocos de los que la hayan visto en Criadas y señoras, El árbol de la vida, Take Shelter o La deuda podrán dudar de su capacidad para componer los personajes más variados. Añade como pocas actrices actuales una complejidad emocional que no siempre es tan evidente en los guiones. En La noche más oscura asume son valentía el peso de la trama y, aunque el arranque puede parecer tan dubitativo como el de la propia película, en cuanto convierte la historia en algo personal su interpretación se convierte en un trabajo memorable que desemboca en un final soberbio e impactante. Bigelow descansa en ella para que su película crezca. Y siendo una directora a la que tanto se ha alabado su forma de rodar, es curioso que los picos de interés no coincidan con las escenas de acción más agradecidas sino con las apariciones de los actores más conocidos. Sucede cuando entra en escena Mark Strong, también cuando lo hace James Gandolfini.

Lo más probable es que a La noche más oscura le haya pesado su ambición. Tiene momentos de gran cine, pero tarda muchísimo en arrancar emocionalmente. Su primera hora es fría y poco interesante, más allá del afán documental de mostrar las famosas torturas que llenaron horas y horas de televisión durante tantos años y de arrancar una trama que podría haber despegado sin necesidad de una introducción tan pesada y larga. Chastain logra que no se pierda el interés en esos momentos de escasa tensión y eleva la película en sus instantes más destacados. Tanto es su poder en el resultado final de la película que la que estaba llamada a ser su gran escena, el asalto a la casa en la que se escondía Bin Liden, sufre por su ausencia en pantalla. Bigelow hace lo posible por intercalarla, pero sabe que ahí ya no pinta nada. Y por eso lo mejor de la película hay que buscarlo justo a continuación, en la mirada de una Jessica Chastain magnética y sublime. La misma de sus anteriores películas, pero a la vez muy diferente. Genial siempre. ¿El resto? A gusto del consumidor. A mí, sin duda, me parece más película grande que gran película.

6 comentarios:

Doctora dijo...

Había leído que la peli era lenta, pero no sabía que fuese tan larga. Este género no me termina de molar, el estilo de la directora no me gusta y el tema en cuestión no me llama (si en vez de Bin Laden fuera un terrorista inventado la peli no habría tenido ni la mitad de bombo, aunque quizá hubiera sido mejor).

Meg dijo...

No me termina de llamar, tengo otras prioridades. Ni creo quesea muy veraz ni el tema me interesa como para ver una pelicula en el cine, y si encima no es para tanto...Un beso!

VAN dijo...

Como siempre una crítica inmejorable! No me llama mucho la peli, aunque aún tengo que decidir si voy o no a verla al cine... pero el tema y que sea tan larga me dan pereza. Un beso

Anónimo dijo...

Ay, no tenía yo especial afán en verla pero tal y como está la cartelera, pensaba hacerlo. Ahora dudo :/
¿En cuál otra me merece gastarme un bono descuento que tengo para las entradas? recomiéndame arrrgo payo ;)

Besos!

Juan Rodríguez Millán dijo...

Doctora, la veo más larga que lenta. Está claro que no parece la mejor película para ti, je, je... De eso estoy convencido, sin Bin Laden no sonaría tanto.

Meg, veraz parece que sí es, porque dicen que ha molestado en las altas instancias tanto realismo. A mí, desde luego, no me parece para tanto. Otros la ponen por las nubes.

Van, como siempre, muchas gracias. Pues si te dan pereza las películas largas, me temo que nos esperan muchas muy largas de las premiables...

Aliena, ummmm... De lo ya estrenado, si te gusta la acción te mandaría a 'Jack Reacher', 'Amor' es muy dura pero muy recomendable, 'Así somos' creo que es bonita de ver. Y de lo que se estrena esta semana, la apuesta segura es Lincoln, la critico aquí el lunes.

Anónimo dijo...

Ay Juan, no me motiva lo suficiente ninguna :( soy un poco rarita... si acaso Jack Reacher, aunque le tengo manía a Tom :D

Ya veré qué hago... pfff.
Gracias de todos modos!