Que al cine le encanta vapulear al mundo de la política no es noticia. Que le encanta censurar al del periodismo, tampoco. La sombra del poder hace lo primero con brillantez, actualidad e interés. Pero esquiva lo segundo para convertirse en un precioso canto a esta vilipendiada profesión del periodista. Sólo por eso, ya le encuentro argumentos para apreciar la segunda película de Kevin Macdonald (director de la también interesante El último rey de Escocia). Pero es más que eso. Es un apreciable fresco sobre la parte más sórdida de la política, sobre el negocio que supone para algunos la guerra y sobre cómo el periodismo más clásico afronta los retos de la tecnología y de la modernidad.
La sombra del poder, basada en una miniserie británica (que no he tenido el placer de ver y, por tanto, no puedo comparar), gira en torno a dos personajes centrales: un congresista americano y un periodista, que fueron compañeros de estudios años atrás. El primero investiga el desarrollo de una empresa llamada PointCorp y el nivel de poder que está alcanzando en el negocio de la guerra y en otros ámbitos. El segundo parte de un misterioso asesinato sin móvil aparente hasta llegar a un más que peligroso caso de corrupción política. Y todo ello mezclado, inevitablemente, con una mujer que forma parte de las vidas de ambos protagonistas. El congresista lidiará con los pesos pesados de su partido y con sus demonios interiores, el periodista con el empuje de una joven redactora que no conoce el periodismo de verdad y con una directora que está presionada por los nuevos dueños del periódico.
Quizá la película no me hubiera parecido tan interesante si su protagonista no hubiera sido el magnífico Russell Crowe. Lo he dicho en anteriores ocasiones y me reafirmo: me parece el actor de mayor categoría que existe en el panorama internacional actual. Es impresionante cómo es capaz de hacer creíble cualquier personaje que caiga en sus manos, no importa su edad, profesión, características, personalidad o condición. Tan pronto puede parecer un químico sobrepasado por las amenazas a su vida o su familia como un héroe de la vieja Roma, un frío director de los servicios secretos americanos o un pistolero del viejo Oeste. Hace lo que quiere delante de la cámara, nos convence a todos de una forma tan asombrosamente completa que dota a cualquier película que hace de un halo de verosimilitud impagable. Aquí borda el papel de periodista arisco, con complejos asuntos personales que pueden interferir en su trabajo pero con ese inconfudible afán de dar con la verdad. Brillante, sencillamente brillante.
La película flojea por el segundo nombre protagonista: Ben Affleck. Su naufragio (patente sobre todo en los cara a cara con Crowe) se hace más evidente cuanto más trascendente es la escena que tiene que interpretar. Su trabajo queda tan lejos del de Crowe que resta parte de la grandiosidad que el protagonista de Gladiator, El dilema o Red de mentiras da a la película. La sombra del poder iba a ser hace algunos años la película que reuniera tras El club de la lucha a Brad Pitt y Edward Norton, en lugar respectivamente de Crowe y Affleck. La mejora con el primer nombre es inmensa. La pérdida de nivel con respecto al segundo es también notable. En el reparto se cuelan otros nombres de mucho interés, como el de Robin Wright Penn (Beowulf), Helen Mirren (La reina), Jason Bateman (Juno, Mr. Magorium y su tienda mágica), Jeff Daniels (Buenas noches, y buena suerte) y Rachel McAdams (que trabaja ya en Sherlock Holmes). Sólo flaquea Affleck, y sorprende muy positivamente Bateman.
La sombra del poder es un más que interesante thriller, una de esas películas necesarias sobre el mundo que nos rodea. Quizá se le pueda achacar una cierta falta de originalidad y, en algún momento puntual, una caída fácil en el tópico. Pero merece mucho la pena para cualquier tipo de espectador. El que sienta como yo pasión por el periodismo notará que un cosquilleo le recorre la espalda cuando el personaje de Russell Crowe está escribiendo el reportaje que persigue durante toda la película bajo la atenta mirada de sus compañeros y su directora. Una escena sencillamente preciosa que resume a la perfección el espíritu de la película.
6 comentarios:
Wuao estoy impresionado eres un muy buen periodista verdad me gustan mucho tus post en especial el de star trek ese me hizo llorar oie me interesa la carrera que escogiste me puedes dar informacion que tengo que estudiar y todo eso esque el año que entra me voy a la universidad y todavia no se que voy a estudiar pero de verdad me apasiona el cine y se mucho de peliculas y de verdad me gustaria dedicarle mi vida a esa pasion que tengo por el porfavor contestame con un correo a alanazzo@hotmail.com
te lo agradeceria mucho
Ayer vi en el cine esta peli. Estoy totalmente de acuerdo con todo lo que dices en el post. Russell me parece brillante en su papel!
Un beso. Angie.
Muy entretenida, y es cierto que Jason Bateman a pesar de lo corto de su papel lo hace muy bien, no tenía muchas espectactivas y me gusto mucho.
Me HA ENCANTADO la revisión que has hecho de la película, no la he visto todavía pero creo que voy a apuntarla en mi lista..puede que para el fin de semana.
Alan's, muchas gracias. Sacaré un huequecillo para escribirte.
Angie, me alegro de que la disfrutaras. Ya sabes que soy fan de Russell Crowe...
Satrian, creo que el problema de la película ha estado en su escasa publicidad. No sé si mucha gente se ha enterado de que ha llegado a los cines, y es una pena.
Simone, muchas gracias. Espero que te guste, ya me lo contarás y la discutimos, ¿vale?
Vi la película hace unos días y me gustó bastante, aunque el final deseche las conspiraciones políticas tan de mi agrado por un insustancial crimen común...
Respecto a cómo trata el tema del periodismo, es cierto que al final de la película se opta por una visión digamos "idealista", pero también es verdad (lo que lo hace aún más interesante) que antes se nos muestran los problemas reales a los que se enfrentan los periodistas hoy en día: la necesidad de vender a toda costa, la presión política, la desidia de un Consejo de Administración interesado en el volumen de negocio más que en la calidad de la información, la crisis de los periódicos en papel... Me pareció muy interesante.
Por lo demás, coincido contigo, Russell Crowe es de lo mejorcito del panorama actual.
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