viernes, noviembre 02, 2012

'El ladrón de palabras', una apreciable historia bonita

Me sorprende la masacre crítica que ha recibido en Estados Unidos El ladrón de palabras (mal título en español, por cierto, porque la película se acerca mucho más a lo que dice el título original, The Words, y no sobre su ladrón), debuta en la dirección del dúo formado por Brian Klugman y Lee Sternthal. En realidad, me sorprende solo en parte, porque últimamente la crítica no sabe qué hacer con historias llamémoslas bonitas, como es la de este filme. Creo que es lo mismo que le pasó a la mucho más maniquea pero quizá más emotiva Tan fuerte, tan cerca, aunque aquella se vio recompensada con algunas nominaciones al Oscar y eso al menos hizo que se hablara de ella. El ladrón de palabras es, insisto, una historia bonita. Y creo que apreciable. No es perfecta ni realmente novedosa, pero sí muy disfrutable a muchos niveles. Hay en su guión, que no tanto en sus más corrientes diálogos, buenas ideas. Hay una interesante narración múltiple. Y hay un más que notable trabajo interpretativo.

Clayton Hammond (Dennis Quaid) es un escritor famoso, que está ofreciendo una lectura pública de uno de sus trabajos, a la que asiste Daniella (Olivia Wilde), una joven aspirante a escritora que intenta seducirle en el intermedio de ese acto. En esa novela se cuenta la historia de Rory Jansen (Bradley Cooper), un escritor que intenta construir su vida junto a Dora (Zoe Saldana) al tiempo que muestra a diferentes editoriales, sin éxito, una novela en la que ha trabajado durante tres años para lograr su sueño de convertirse en escritor. Hasta que sucede algo que le llevará a la fama, pero también le llevará a conocer a un anciano (Jeremy Irons) que le enseñará las consecuencias de sus actos. La historia tiene potencial y es todo un giro en la carrera de Klugman y Sternthal, autores del argumento nada menos que de Tron Legacy y que dirigen su primera película.

El desliz que tiene la película, y que quizá es lo que ha motivado que pocos críticos la respalden, es que la forma es mucho más eficaz que el fondo. El filme cuenta con cuatro narradores diferentes. Va entrelazando con bastante éxito el papel de tres de ellos: la lectura publica del escritor, la vida del aspirante a escritor que cuenta la propia novela y las revelaciones del anciano al escritor, que abren un nuevo escenario en la posguerra parisina. Cada uno tiene una historia diferente que contar. Y, pese a la supremacía formal, cada una de ellas aporta elementos interesantes sobre los que merece la pena detenerse para reflexionar. Es, en ese sentido y como decía antes, una película muy bonita. Quizá haya quien piense que eso la convierte en pretenciosa. Yo no la he visto así. A mí me parece más bien sincera. No desea sentar cátedra sobre nada, pero sí ofrecer puntos de vista, argumentos para explicar las acciones y los sentimientos de sus personajes. ¿La cuarta narración? La magnífica música de Marcelo Zarvos, subrayando con sutileza y eficacia y configurando el mejor trabajo hasta la fecha del compositor.

La película funciona porque funciona el reparto. Configurado en parejas (Cooper-Saldana, Quaid-Wilde, Irons-Cooper y Ben Barnes-Nora Arnezeder) y en torno a esos tres narradores en pantalla, encuentra muy pocas fisuras y, en cambio, muy buenos momentos. Siempre es una delicia ver a Jeremy Irons con un papel de cierta presencia y el de El ladrón de palabras es tan clásico como destacable. Bradley Cooper, muy acostumbrado hasta ahora a interpretar al héroe sin fisuras (El equipo A) o al tipo gracioso (Resacón en Las Vegas) entra aquí en terrenos emocionalmente mucho más movedizos y la verdad es que sale triunfante. Como Zoe Saldana, una actriz más que interesante (ya desde que Steven Spielberg la descubrió en La terminal) que pide a gritos papeles protagonistas y más agradecidos. En las escenas que comparten estos tres actores es donde está lo mejor de la película, aunque los más hermosos planos (y quizá los más significativos sobre el mensaje de la película) se los queda la parte de Dennis Quaid y Olivia Wilde.

El ladrón de palabras es, decía, una historia bonita y apreciable. No tiene tanto fondo como para llegar a la excelencia, no creo tampoco que engañe en ese sentido, pero sí es un bonito retrato sobre los sueños, las consecuencias de las acciones y las relaciones humanas con el mundo de la literatura como telón de fondo. Es además un trabajo visualmente interesante en muchos sentidos, en su magnífica narración cruzada y, también, en la elección de planos que hacen sus directores. Y en un cine contemporáneo en la que gana terreno lo oscuro, lo agresivo o lo divertido, siempre es interesante atender a lo que puede ofrecer una obra dramática de pretensiones sencillas y personajes bien construidos. Incluso aunque la propia concepción de la historia se enfrente a algunas lagunas en el guión o el interés entre sus diferentes partes pueda estar algo desequilibrado.

6 comentarios:

María dijo...

Coincidirás conmigo en que tengo que ver esta película jajaja. Me apetece mucho desde que vi el tráiler y por su temática creo que debería verla. He leído que en Estados Unidos ha recibido muchas críticas pero bueno, prefiero comprobarlo con mis propios ojos.
¡Muchos besos!

Meg dijo...

la temngo entre mis pendientes, aunque no sé si la veré en el cine, me aelgro de que te haya gustado. UN beso!

Juan Rodríguez Millán dijo...

María, sí, ya te dije que yo creo que es una película que te va a gustar. Tiene cosas muy apreciables.

Meg, la crítica desde luego no se ha volcado con ella, pero yo salí contento del cine...

Unknown dijo...

Coincido contigo, a mi también me sorprende la mala crítica que ha recibido. A mi si me gustó la película y creo que no deben cerrarse a la idea de que Cooper haga este tipo de películas, si bien no es un merecedor del Oscar por este papel, considero que lo hizo bien. Me quedo con la duda de que Dennis Quaid estaba narrando su autobiografía o no.

Unknown dijo...

Coincido contigo, a mi también me sorprende la mala crítica que ha recibido. A mi si me gustó la película y creo que no deben cerrarse a la idea de que Cooper haga este tipo de películas, si bien no es un merecedor del Oscar por este papel, considero que lo hizo bien. Me quedo con la duda de que Dennis Quaid estaba narrando su autobiografía o no.

Lucho dijo...

La vi y me gusto mucho y me quedo co la misma duda que vos Priscila. Eso es lo que tiene de lindo la pelicula, que te deja pensando. Un final subjetivo.Super recomendable!!!