Me gustaría poder decir que he salido encantado de la sala tras ver Vulnerables. Me gustaría porque me agrada que haya un esfuerzo en levantar películas en España en un momento tan complicado como este y económicamente son necesarias empresas como esta. Me gustaría porque me parece positivo que en nuestro país también haya un cine de género, que no necesita de grandes presupuestos ni superestrellas para ofrecer productos dignos. Me gustaría porque tenía la esperanza de que, por muchos fallos que le pudiera encontrar, hubiera una historia bien trabajada. Por desgracia, no puedo decir lo que no es. Y Vulnerables es una película fallida a muchos niveles, y muchos de sus errores tienen que ver con decisiones conscientes o problemas de difícil solución. Y eso que sus intérpretes se meten en la piel de sus personajes con intensidad y son, claramente, lo mejor del filme. Pero el primer largometraje dirigido por Miguel Cruz es un castillo de naipes fácilmente desmontable incluso sin grandes pretensiones.
La premisa no es mala en absoluto. Tenemos a una madre soltera que, por la delicada salud de su niña recién nacida, se marcha de Madrid a pasar una temporada en una vieja y semiabandonada finca familiar en un pueblo. Pero a partir de ahí se encadenan las cuestiones espinosas y difíciles de explicar. Es evidente que Cruz quiere hacer un thriller psicológico, porque lo anticipa con un sonido machacón (de largo, lo más irritante y desacertado de la película, la peor decisión adoptada por su responsable) y una música demasiado poco sutil incluso cuando la trama del thriller ni siquiera se ha iniciado. Los preliminares, de hecho, son demasiado extensos y quizá a la película le hubiera convenido ir al grano de una forma más directa o, incluso, usar el montaje para contar todo lo que contiene la primera media hora del filme. Pero al final el thriller psicológico no termina de convencer, tampoco el relato sobrenatural con niño, ni mucho menos el a veces forzado relato costumbrista que se esconde por debajo.
La relación entre los personajes es el principal punto de interés de la película. La joven madre soltera de ciudad en un entorno semirural junto a la presencia de un padre y su hijo que han cuidado de la finca en los años de ausencia de la dueña. El choque daba para mucho, y se pierden por el camino posibilidades apenas esbozadas como la relación de la protagonista con sus padres y con los habitantes del pueblo. Ese choque apenas se evidencia en un aspecto, el vestuario de Paula Echevarría. Lo malo es que eso también termina por distraer, porque en demasiadas escenas da la impresión de que es más importante que luzca la protagonista con sus continuos cambios de vestuario al avance de la historia... que en el fondo no cuenta demasiado. Hay un misterio planteado, pero son muchas las trampas en el camino. Hablar de ellas sería destripar el giro final, correcto e interesante, pero demasiado desligado del resto de la película. Si el guión está escrito con la idea de ese final ya en mente, hay demasiadas incongruencias o caminos demasiado falsos para el espectador como para hacer la vista gorda.
Paula Echevarría hacia un esfuerzo noble y sincero por meterse en la piel de esa madre soltera independiente, y encaja bien con el trabajo de Joaquín Perles y el chaval debutante, Álvaro Daguerre, pero más allá del trazo de sus personajes no hay mucho más que rascar. La película sufre de cierta torpeza a la hora de resolver ciertas secuencias, en especial las dos últimas, que es precisamente donde un thriller está más obligado a destacar bien para ensalzar las virtudes de lo visto hasta entonces o bien para tapar sus carencias. En Vulnerables hay muchas carencias: frases en el guión demasiado inverosímiles, personajes que desaparecen por pura conveniencia, acciones forzadas para llevar al espectador por el camino equivocado y magnificar la sorpresa final... y muy poco misterio para ser un thriller. No querría ser tan contundente, pero es un thriller fallido, alargado por encima de sus posibilidades incluso a pesar de sus 90 minutos de duración. Una lástima.
3 comentarios:
Escuche una entrevista en la radio al director y a la actriz y oye que bien la vendían... estaba casi decidida a verla , hasta que vi un trailer y me dio mala espina.
Menos mal oiga... que si que hay que apoyar al cine español, pero esta la cosa muy cara y aunque vaya cada semana quiero intentar acertar al máximo.
Por cierto que debe ser que lo del vestuario les importa mucho porque lo comentaron en la película que lo elegía la actriz... porque dice que se tenía que notar que era una mujer de ciudad que intentaba adaptarse al campo... que lo sepas :-P
Habrá que apoyar el cine español y todo eso, pero todos estos thrillers patrios tiene una pinta que para qué.
A mí me gustaría hablar más de cine español en mi blog, pero no lo hago precisamente para no cebarme. Y eso que he visto pelis con muy buenas críticas, "No habrá paz para los malvados", "Grupo 7", "Primos", "Arrugas", "Extraterrestre"... y ninguna me ha molado.
Celia, sí, sí, lo sé, estuve en la rueda de prensa en la que presentaron la película... Una lástima...
Doctora, de las que citas, a mí la que me gustó es Arrugas, pero es verdad que seguimos padeciendo ese ansia de encontrar obras maestras en el cine español en lugar de vender las películas por lo que son...
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