No es fácil luchar contra la nostalgia. Furia de titanes representa una de esas películas de los años 80 que despertaron la imaginación de quien hoy es ya un treintañero. Es un título clave del cine fantástico de aquellos años, mucho más por ser la última gran contribución al cine del gran mago de los efectos especiales Ray Harryhausen que por la calidad que tuviera la película. Y, casi treinta años después, es difícil realizar una película con el mismo argumento que cautive de la misma forma a quien viera la original con ojos de niño. El remake dirigido por Louis Leterrier lucha contra ese poderoso enemigo, la nostalgia. Hay momentos en que sale ganando y hay otros en los que sale perdiendo. Y al final, deja una sensación contradictoria: es una entrenida oportunidad perdida. El grado de nostalgia que sienta cada espectador determinará si se queda con lo bueno o con lo malo.
¿Qué ofrece entonces esta revisión de Furia de titanes? Para empezar, eso, una revisión. Mucho ha cambiado la tecnología del cine en treinta años y es ahí donde está la principal novedad. El stop-motion que Harryhausen convirtió en sueños es ahora una reliquia del pasado. Hoy se impone para todo la tecnología digital y ahí el espectáculo cumple desde el principio. Podríamos discutir si nos gusta más la medusa o el kraken de Harryhausen o si preferimos estas obras por ordenador, pero al final la discusión sería en vano. La moderna Furia de titanes es lo que es, la antigua también. Ambas son igual de válidas y producto de sus respectivos tiempos (aunque la primera también fuera ya un canto a la nostalgia por los efectos especiales a los que recurrió). Hemos tenido tres décadas para disfrutar de la antigua y, sin duda, todos los que conozcamos ambas le vamos a dar más mérito y encanto a aquella. Pero sin el prisma de la comparación, siempre injusta, de esta Furia de titanes se puede disfrutar del mismo modo que de áquella.
Porque, seamos justos al menos en eso, Furia de titanes no era una película irreprochable. Tenía sus momentos buenos y otros no tan buenos, pero la nostalgia y los ojos de un niño contribuyen a embellecer las cosas. Hoy veremos este espectáculo mitológico que nos brinda Leterrier con una mirada mucho más crítica, y quizá eso nos haga olvidar que éste es un producto juvenil. Es un vehículo de acción pura y dura. No es que falle al intentar introducir más elementos que den profundidad a la historia o a los personajes, ni que trate de plasmar parábolas sociales o religiosas del mundo actual. No es eso. Es que Furia de titanes no aspira a eso, es un simple entretenimiento. Y entiéndase lo de simple sin ánimo de devaluarlo. Podríamos entrar a discutir si éste es el mejor cine posible, si el espíritu de serie B que desprende la historia se puede aplicar a una millonaria superproducción. Pero tampoco dejemos que eso nos amargue un buen rato en el cine, que es lo que ofrece.
Ese planteamiento para evaluar Furia de Titanes es válido siempre y cuando estemos hablando de un público familiarizado con el original, algo que no será muy frecuente entre la audiencia que busca este filme, producto ideal para un espectadores juveniles que seguramente desconocerán la cinta en que está basado. Ellos sí tendrán la posibilidad de vivir emociones parecidas a las que sentimos quienes en su día vimos el original y se sentirán muy cómodos en el entorno digital, con efectos especiales espectaculares y con las gafas de 3D (yo sigo sin ver este formato como algo revolucionario; aquí quizá se nota demasiado que la película no comenzó a rodarse en 3D, no es una apuesta de la propia película sino que se intenta aprovechar el tirón del éxito de Avatar). Para los nostálgicos, siempre nos quedará Zeus diciendo "libera al Kraken" o el guiño, inevitable y bonito, de darle un cameo a la lechuza de la película de los años 80.
La historia es la misma que en el original, aunque cambien pequeños detalles. Perseo, un semidios, ansía venganza contra Hades y para ello se embarca en una misión imposible que le lleve a averiguar cómo derrotar al kraken antes de que éste destruya Argos, una ciudad que ha decidido rebelarse ante los dioses y dejar de rendirles pleitesía. Sam Worthington, tras Terminator Salvation y Avatar, se consolida como el gran héroe de acción del Hollywood moderno, pero no gracias a sus limitadas cualidades interpretativas. Los platos fuertes del casting aparecen, como en el original, dando vida a los dioses. Liam Neeson recoge de Laurence Olivier el papel de Zeus. La película da la impresión de desaprovechar el Olimpo, y por eso quizás Neeson está mejor en sus escenas terrenales que cuando aparece disfrazado de Dios. Nadie ha sabido todavía capturar un aura poderosa mejor que lo que hizo Peter Jackson con Gandalf en la primera entraga de El Señor de los Anillos.
Ralph Fiennes ejerce de villano en esta función, dando vida a Hades. Muy rodeado de efectos digitales, lo cierto es que su interpretación se queda algo por debajo de su último gran villano, el Voldemort que apareció por primera vez en Harry Potter y el caliz de fuego y al que todavía se espera en todo su esplendor y la última y doble entrega de las aventuras del joven mago. Pero Fiennes siempre convence. Como muchos de los actores secundarios de la película, que pasan con facilidad del aprobado (más que interesante resulta el contraste entre el héroe al que da vida aquí Madds Mikelsen y el malvado Le Chiffre en Casino Royale). Gemma Arterton (que también forma parte de los mitos del último Bond, en Quantum of solace) pone la ya inevitable presencia femenina entre los héroes, y en algunos momentos se nota demasiado que es un añadido basado en encuestas de marketing.
Furia de Titanes tiene buenas escenas (la lucha contra los escorpiones, el vuelo de pegaso entre los tentáculos del kraken y las calles de Argos), otras no tan buenas (la escena entre Perseo e Io tras la segunda lucha contra un Calibos decepcionante), algunos añadidos positivos al original (la irrupción de Hades en Argos) y momentos en los que la clásica supera con creces al remake (la batalla contra Medusa). Pesa en su contra que el magnífico trailer, que a muchos nos disparó la ilusión por este filme, enseña en realidad demasiado. Pero es un producto atractivo para jóvenes y que a los algo más mayores, sea cual sea nuestra edad, nos traerá recuerdos de épocas pasadas. Un buen producto de entretenimiento, que podría haber sido mejor, sí, pero también peor. Leterrier baja en interés desde su interesante aproximación El increíble Hulk, pero seguro que encuentra un público al que atraerá su Furia de Titantes. Y eso es porque su producto es entretenido.
4 comentarios:
Bueno, pues he leído tu crítica enterita, y claro, pasa eso. Tú y yo podemos estar muy encariñados con el original y por eso veremos con otros ojos la peli. Sin embargo, tengo muchas ganas de verla porque espero que adapten bien el libro. Como hace menos que leí el libro (el año pasado) que desde la última vez que vi la peli (ni me acuerdo), creo que tendré mucho más presente al primero a la hora de verla.
Por cierto, jodío, qué suerte tienes que las ves antes de que las estrenen. ^^ A mí me tocará esperar al fin de semana que viene... no quiero esperar! Y supongo que la veré en 2D, porque las malas críticas a la versión 3D son unánimes.
A ver qué tal, ya contaré si me ha gustado. ;D
Yo es que no he visto la peli original,así que no puedo comparar,pero esta sí me ha gustado,especialmente la última media hora de la peli.No entendí lo del buho,ahora lo comprendo :)
A mí me ha parecido terriblemente mediocre.
Esperaba un blockbuster decente y no lo es, el diseño de personajes es cutre, cutre, el que menos el Kraken, pero las brujas son de chiste, Zeus parece un caballero del Zodiaco, y Perseo parece un Marine en Grecia además de que las escenas de los dioses parecen sacadas de un videoclip de los 80's, como decía un conocido como sacadas de un videoclip de ABBA.
La estructura de la cinta es horrorosa, parece que estuvieses viendo el desarrollo de un videojuego, es decir, tira pa' lante y boss, tira pa' lante y boss...vamos triste triste.
Hay personajes que no sirven para nada, los "domadores" de los escorpiones, o secundarios que podrían pegarse un tiro como el prota de "About a Boy" y Worthington ratificando lo mediocre que es y que casi deja por las nubes al mega expresivo Keanu Reeves.
Y que me decís del 3D de postpo? Es la cosa más triste del mundo, no se si será porque he visto bastantes pelis en 3D pero me pareció irrisorio, se ve como cuando te descargabas un screener hace 6 años, todo oscuro, con círculos de tonos en la piel y además con sensaciones de profundidad y distancia equivocas...en fin que si alguien le quedan ganas de tirar el dinero que la vea por lo menos en 2D.
En fin, una película para olvidar.
P.D. Os invito a leer otra visión sobre Furia de Titanes en mi blog.
Sonix, yo tenía muchas ganas de verla, y se me queda en eso, un entretenimiento de verano (que en Hollywood empieza cada vez más pronto...). Y, sí, 2D descarado...
Doctora, la verdad es que lo del buho es realmente chocante si no se conoce le original...
Ontwothree, yo no soy tan crítico, me quedo en que me pareció entretenida y que tenía muchos elementos contra los que luchar, pero sí estoy de acuerdo contigo en parte. Sobre todo en que parece el desarrollo de un videojuego.
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