RED fue más de lo mismo, la clásica comedia de acción que parece más una reunión de viejos amigos que una película aceptable. RED 2 viene a ser lo mismo que aquella, pero resulta que acaba siendo mejor. Y es difícil decir por qué, porque esta parece la clásica secuela que muchos ventilarían con un "si te ha gustado la primera ésta también te va a gustar, y si no te gustó ésta tampoco". No es que la mejora sea descomunal, pero quizá las piezas encajen mejor en la secuela. Quizá haya chistes más divertidos que en la primera entrega, aunque siga sin verle la gracia al personaje de Helen Mirren (parece menos presente en esta entrega) o al de John Malkovich (por repetitivo, quizá el actor menos en forma de todos los que aparecen en la franquicia). Pero Bruce Willis entiende este tipo de películas desde los años 90, Mary-Louise Parker está divertidísima y las inclusiones de Anthony Hopkins, David Thewlis, Catherine Zeta-Jones y, en menor medida, Lee Byung-hun son acertadas. Sí, persisten los inexplicables agujeros en la trama, pero RED 2, en conjunto, entretiene más que RED.
Básicamente hablamos de lo mismo que ya ofrecía aquella película, una serie de actores veteranos que se meten en una historia de acción sin límites. Si RED 2 es más entretenida se debe a que sus puntos fuertes son más sólidos que en la primera entrega. Y el principal es la relación entre los personajes de Bruce Willis y Mary-Louise Parker, que es divertida y funciona de principio a fin. Él, a pesar de la edad, sigue siendo un gran héroe de acción (su primera secuencia en solitario así lo atestigua), y muchas de las secuencias de la película evidencian que sigue teniendo un apreciable sentido del humor. Ella, por su parte, complementa a la perfección a Willis, y juntos protagonizan los mejores gags de la película, a pesar de algún exceso como la persecución por las calles de París, que, eso sí, tiene un final brillante. Para hacer crecer esta parte de la película, la interacción con Catherine Zeta-Jones es muy agradable, aunque su personaje sepa al final a muy poco.
¿Los puntos flacos? En realidad, los mismos que en la primera entrega aunque aquí se notan algo menos. No termino de encontrarle la gracia a los personajes de John Malkovich o Helen Mirren por mucho que lo intente, les veo demasiado caricaturizados y exagerados, no son partícipes de los momentos más divertidos (aunque en esta segunda entrega Malkovich sí se acerca a alguno), y en el caso de Mirren (su alusión a que es la reina de Inglaterra es lo más divertido de su presencia en la película) arrastra a Brian Cox a repetir prácticamente su participación en la primera película. Hay dos momentos delirantes con coches de por medio, el primero lo protagonizan Willis y Zeta-Jones, el segundo Mirren y Byung Hun. El primero es divertido, el segundo suena a hueco, exagerado y digital. No parece casualidad. Y eso que las escenas de acción en general están muy bien resueltas, no desentonan en la película y tampoco da la sensación de que haya dobles, aunque sin duda los hay.
RED 2 ofrece casi dos horas de la conocida mezcla de acción y comedia que estaba en las previsiones. Pero sí la película crece es probablemente porque Bruce Willis está algo más cómodo y a que Parker se lleva de calle muchas de las escenas de comedia. Hay que dar por descontado que este es un cine que no se toma en serio a sí mismo, y basa en esa percepción el olvido de casi todos sus errores. Y al final, en realidad, lo acaba consiguiendo. Con sus altibajos, con sus defectos, y con el recuerdo algo escaso que dejó la primera entrega, lo cierto es que este singular universo de veteranos crece con respecto a la primera gracias a la solvente locura de Anthony Hopkins, sin que se note demasiado el cambio de director (Robert Schwentke deja su silla a Dean Parisot, realizados hace 14 años de Héroes fuera de órbita) y con una historia simpática.
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