jueves, abril 25, 2013

'Un lugar donde refugiarse', cómo arruinar incluso un telefilme

Con ¿A quién ama Gilbert Grape?, sobre todo con Las normas de la casa de la sidra, e incluso también con Chocolat, Lasse Hallstrom cogió cierta fama. Trece años después de la última cinta de ese trío de títulos, se puede afirmar con rotundidad que Hallstrom no da para mucho más. Casanova, Querido John o La pesca del salmón en Yemen son algunas de las películas, más o menos simpáticas, que preceden en su filmografía a Un lugar donde quedarse, una cinta con absoluta factura de telefilme que, como los anteriores, puede caer más o menos simpático a lo largo de sus larguísimos e injustificados 115 minutos, hasta que Hallstrom, siguiendo la novela de Nicholas Sparks (autor de los libros en que se basaron El diario de Noa, Mensaje en una botella, la mencionada Querido John o La última canción; sí, las similitudes entre todas estas historias son más que evidentes), abraza un giro que arruina por completo la película, que evidencia la previsibilidad de toda la trama y que confirma las trampas que contiene la historia.

Lo que propone Un lugar donde refugiarse es una historia romántica americana de manual, que encima se corona nada menos que con las celebraciones del 4 de julio. Chica que huye de algo, chica que llega a un pueblo perdido, chica que encuentra a un chico con una historia trágica que intenta reconstruir su vida, chica y chico que se enamoran, el algo de lo que huye la chica se presenta, todos los problemas se solucionan y los buenos de la película son felices y los malos no. Lo de siempre. El desarrollo de la película se hace más o menos soportable en función de la simpatía que desprendan los protagonistas. Y en eso este filme tiene terreno ganado. Josh Duhamel (Transformers, su segunda parte y la tercera) y Julianne Hough (Footloose, Rock of Ages; con esta actriz, casi se queda uno con las ganas de que haya un gran número musical) son agradables y cumplen con tanta facilidad como Cobbie Smulders (Los Vengadores) e incluso el resto del reparto, niños incluidos.

Pero hay dos problemas muy severos para aceptar con agrado la propuesta de Hallstrom. El primero es que todo, absolutamente todo lo que sucede, se ve venir. La película es facilona y previsible hasta extremos insospechados, incluso a pesar del torpe arranque, incluso aceptando un esquema preconcebido en el género del que nadie parece haber sabido salir en muchos años. Y el segundo es que hay un giro de guión que acaba evidenciando que el desarrollo de la película está lleno de trampas al espectador y requiebros poco sutiles. En realidad, ese giro es también previsible, pero hasta que no se produce queda la esperanza finalmente baldía de que no se produzca. Imagino que ese giro es la base desde la que partió la historia, pero para llegar a ese punto hay que hacer mucho más en cerca de dos horas de película. Hacer comparaciones con otros títulos arruina esa pretensión original, así que no las haré, pero sí que procede decir lo anterior: que no sorprende y que cabrea a partes iguales, a poco que la película se haya ido quedando en la retina.

Un lugar donde refugiarse podría haber sido una pasable película de factura televisiva, pero teniendo en cuenta que Hallstrom había llegado a mucho más que eso procede considerarla como la confirmación más o menos definitiva de su declive. Y sigue reuniendo repartos más o menos agradables, eso sí, ocasionalmente con actores cada vez menos importantes aunque siempre conocidos, y con eso puede salvar en cierta medida la papeleta. Aquí no es sólo que no disfrute de un buen guión, es que tampoco acierta en la forma de rodar o en el montaje. No genera suspense cuando lo pretende, y sólo en las partes más románticas se puede decir que alcanza los mínimos que busca. Pero es que, insisto, ese giro arruina por completo casi todo lo anterior, porque se convierte en una coartada poco inteligente y mal construida en torno al verdadero objetivo del filme. Y eso en cine es hacer trampa.

2 comentarios:

Doctora dijo...

Hay pelis que viendo los trailers ya te da la sensación de haberla visto entera. Luego hay otras pelis, como esta, que te dan esa sensación sólo con ver el cartel.

Es chungo escribir sobre una peli sin contar un giro inesperado que la marca, ¿eh?.
Pásate al lado oscuro de los spoilers, lo estás deseando ;P

Juan Rodríguez Millán dijo...

Doctora, Yoda tenía razón, es seductor, je, je, je... Pero me contengo, me contengo... Me gusta la analogía del trailer y del poster, no te extrañe que la utilice algún día... así que paténtala antes de que se sea tarde...