Hoy ha sido un día de casualidades con Marvel de por medio. Esta mañana he empezado la lectura de Marvel Comics. La historia jamás contada, el libro que acaba de editar en España Panini. Y enfrascado yo en tan fascinante lectura, todavía en los pasajes en los que Martin Goodman anda montando una editorial en la que aún no está trabajando siquiera un tal Stan Lee, resulta que escuchó una conversación a mi lado entre dos mujeres que son madres. Una habla del regalo que le quería comprar para el cumpleaños del niño, un juguete de Iron Man, pero resulta que al chaval el que le gusta de verdad es el Capitán América. "¿Iron Man?", pregunta la otra. "Sí, ese que es rojo con cosas metálicas", le contesta. "El de los Vengadores", añade. "¿Eso qué es? ¿Un programa de televisión?", replica. Y ahí, claro, el aficionado al mundo del cómic que hay en mí sonríe y está a punto de participar en la conversación, pero me contengo. "Los superhéroes esos que dirige... cómo se llama... el capitán... Mafia... El capitán Mafia o algo así". Furia. Es Nick Furia. Me sonrío y definitivamente me abstengo de participar en la conversación. Un niño disfrutará más explicándoselo a su madre.
Curiosamente, estas dos referencias a Marvel suceden el mismo día en que me reciben en las oficinas de Disney una colección de juguetes de Iron Man, además de las encantadoras damas que llevan su oficina de prensa. Y es que he sido uno de los invitados a ver como adelanto dos secuencias de Iron Man 3, la primera película de la fase dos de las películas del estudio, tras la brillante culminación de la primera en Los Vengadores. Apenas hemos visto poco más de un cuarto de hora del que no voy a adelantar spoilers, pero que sí sirven para sacar algunas primeras impresiones sobre lo que se va a ver el próximo día 26. Lo primero, que hay un claro objetivo de hacer la saga un tanto más oscura. El referente es, obviamente, el Batman de Christopher Nolan. La prueba está en la segunda de las secuencias que vimos, la más breve, que no tenía más objetivo más objetivo que presentarnos al Mandarín que interpreta Ben Kingsley. Pues bien, la música temporal que se usa (para quien no lo sepa, se utiliza música de otras películas para orientar al compositor o para mostrar escenas de una forma cercana a como se verían en el cine) es la de Hans Zimmer para presentar a Bane en El Caballero Oscuro. La leyenda renace.
Lo bueno, no obstante, estaba en la otra secuencia, mucho más larga y muestra de lo que también quiere ser Iron Man 3: un espectáculo más grande que Iron Man y que Iron Man 2. La escena en cuestión está bastante anticipada ya en los diferentes trailers que se han difundido, es el ataque a la mansión de Tony Stark en el acantilado desde varios helicópteros, que la acribillan con lanzamisiles y ametralladoras. Y el espectáculo es grande. Muy grande. Si el clímax y otras secuencias que todavía no hemos visto concretan las sensaciones que deja este adelanto, podemos estar ante la película Marvel más movida hasta la fecha, sin duda muy superior en este sentido a las dos primeras de esta saga concreta. Y es muy Marvel también. Es decir, con conflictos personales de por medio, como ya sucedía en las anteriores películas. Hay que recordar que en esta tercera entrega hay relevo en la dirección. Jon Favreau, responsable de las dos primeras, deja paso a Shane Black, que apenas cuenta en su filmografía como director con Kiss Kiss, Bang Bang, de 2005, pero que como guionista creó la saga de Arma letal o El último boy scout.
La agilidad de Tony Stark en los diálogos seguirá muy presente. Robert Downey Jr. seguirá siendo la versión definitiva del personaje, sólo que esta vez parece añadirse un toque a lo Luz de luna en su relación con Pepper Potts (Gwyneth Paltrow). Pero lo bueno del personaje se mantiene. Era previsible, pero se agradece. En tan poco tiempo de adelanto también hubo ocasión para ver a dos de los nuevos personajes, Maya Hansen (interpretado por la deliciosa Rebecca Hall) y Aldrich Killian (con el rostro de Guy Pearce). El avance pone los dientes largos, tanto como los trailers y eso que en estos quince minutos sólo hemos visto a Iron Man con la nueva armadura que vestirá en esta película. Y conste que no es mi favorita, ya que prescinde de los diseños más clásicos. Parece que seguirá presente lo que hizo buenas a Iron Man y Iron Man 2, el humor, la acción y el magnífico aspecto visual de la armadura en la pantalla. ¿Con un fondo más adulto? Da la impresión de que sí, pero habrá que esperar al estreno, el día 26, para salir de dudas. Pero pinta bien.
Curiosamente, estas dos referencias a Marvel suceden el mismo día en que me reciben en las oficinas de Disney una colección de juguetes de Iron Man, además de las encantadoras damas que llevan su oficina de prensa. Y es que he sido uno de los invitados a ver como adelanto dos secuencias de Iron Man 3, la primera película de la fase dos de las películas del estudio, tras la brillante culminación de la primera en Los Vengadores. Apenas hemos visto poco más de un cuarto de hora del que no voy a adelantar spoilers, pero que sí sirven para sacar algunas primeras impresiones sobre lo que se va a ver el próximo día 26. Lo primero, que hay un claro objetivo de hacer la saga un tanto más oscura. El referente es, obviamente, el Batman de Christopher Nolan. La prueba está en la segunda de las secuencias que vimos, la más breve, que no tenía más objetivo más objetivo que presentarnos al Mandarín que interpreta Ben Kingsley. Pues bien, la música temporal que se usa (para quien no lo sepa, se utiliza música de otras películas para orientar al compositor o para mostrar escenas de una forma cercana a como se verían en el cine) es la de Hans Zimmer para presentar a Bane en El Caballero Oscuro. La leyenda renace.
La agilidad de Tony Stark en los diálogos seguirá muy presente. Robert Downey Jr. seguirá siendo la versión definitiva del personaje, sólo que esta vez parece añadirse un toque a lo Luz de luna en su relación con Pepper Potts (Gwyneth Paltrow). Pero lo bueno del personaje se mantiene. Era previsible, pero se agradece. En tan poco tiempo de adelanto también hubo ocasión para ver a dos de los nuevos personajes, Maya Hansen (interpretado por la deliciosa Rebecca Hall) y Aldrich Killian (con el rostro de Guy Pearce). El avance pone los dientes largos, tanto como los trailers y eso que en estos quince minutos sólo hemos visto a Iron Man con la nueva armadura que vestirá en esta película. Y conste que no es mi favorita, ya que prescinde de los diseños más clásicos. Parece que seguirá presente lo que hizo buenas a Iron Man y Iron Man 2, el humor, la acción y el magnífico aspecto visual de la armadura en la pantalla. ¿Con un fondo más adulto? Da la impresión de que sí, pero habrá que esperar al estreno, el día 26, para salir de dudas. Pero pinta bien.
4 comentarios:
qué bien tener esa oportunidad!!!! Cómo me gusta Iron man, cómo me gusta Tony Stark, y cómo me gusta Robert Downey!!!, lo que se pierden estas madres.... :-P
Meg, la verdad es que disfruto mucho con estas cosas. Y mira que no me gusta esto de los avances, porque ya hasta los trailers se carga parte de la experiencia de las películas, pero es muy divertido estar ahí metido. La verdad es que con este Iron Man lo han bordado... Y Robert Downey es que hacer lo que quiere con el personaje...
Totalmente, es que le va ni bordado, es que hasta en los vengadores se come a los demás!!! (estoy cegada, sí) :-D
Por el trailer ya parecía que Gwyneth Paltrow saldría más que en las otras pelis. No mola. Y lo del toque Nolan pues... a mí me gustó mucho la primera parte y no era para nada oscura ni muy dramática. Se puede hacer una peli de superhéroes seria sin que sea tan profunda.
Igual la peli es cojonuda, pero vamos, copiar la fórmula de Nolan después de lo que dijo sobre "Los Vengadores" el director de fotografía de "The Dark Knight Rises" me parece un poco bajada de pantalones, como darle la razón, pero bueno.
La espero con ganas, pero como me resulte un tostón igual que "The Dark Knight Rises" no tendré piedad de ella.
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