viernes, marzo 29, 2013

'Los últimos días', ágil y conseguido cine de género

Alex y David Pastor, hermanos, saben lo que hacen en el cine de género. Los últimos días refrenda una forma de acercarse a él que ya apuntaron en la menos redonda Infectados y crean una fascinante Barcelona postapocalíptica en cierto sentido (aunque no hay un apocalipsis definible como tal) y aterradora en todas las miradas posibles. Lo hacen con las mejores armas que pueden exhibir en una película como ésta: personajes carismáticos que estén por encima incluso de los estereotipos que hay en el guión y una desasosegante puesta en escena que, salvadas las primeras casualidades difíciles de explicar que hay en este tipo de cine casi por norma y la secuencia habitual de secuencias que se sigue casi al pie de la letra, zambulle por completo al espectador en este singular universo de ficción. Y eso, hablando de cine español y en español, es una noticia espléndida. Que levante la mano quien no haya pensado que ya puede haber alguno ejecutivo de Hollywood que quiera comprar los derechos para el remake.

El misterio es la base de los primeros minutos de Los últimos días, así que prescindiré de reventarlos contando de qué va. Está, en todo caso, en cualquiera de las sinopsis de la película que hay por Internet. ¿Mi consejo? No las leáis. ¿El motivo? El de siempre: ¿por qué destripar momentos de una película que pretenden sorprender al espectador? Parece que sólo hay cierto respeto por los finales y, en ese sentido, yo no concibo la experiencia cinematográfica en base a las conclusiones de las películas, sino en torno al viaje que se me propone. Al principio no es del todo fácil comprar el que proponen los hermanos Pastor, también guionistas del filme, pero esa sensación se sacude muy rápido y con suma facilidad hasta convertirse casi desde el principio en una historia interesante, original y, sobre todo, muy bien plasmada en la pantalla. Volvemos ahí al recurrente tema de los medios. Esto no es Hollywood. Pero con talento, el dinero no hace tanta falta.

La sensación de esos primeros minutos es buena porque la atmósfera de la película es excelente, con un hermoso contraste entre la calidez del hogar del protagonista, Marc (Quim Gutiérrez), y su novia, Julia (Marta Etura), y la frialdad absoluta del entorno laboral, en el que destaca la figura de Enrique (José Coronado), claro antagonista de Marc por muchos motivos. Pero la película va creciendo poco a poco. Lo hace porque va proponiendo temas, cuestiones que dan para debatir y reflexionar. Y habla de la amistad, de la paternidad, de la empatía, de la esperanza, de la ilusión. Y ese crecimiento se desborda en las dos partes de que se compone la escena de la iglesia. La primera es espectacular y sorprendente. La segunda es la que da su verdadera dimensión a Los últimos días (un título que no me termina de parecer acertado para la historia que se cuenta). No es sólo una película de género, posición que ya merecería el más absoluto de los respetos en una cinematografía como la española,sino algo más. Los Pastor demuestran así que entienden lo que es en realidad el género.

Se le puede reprochar a la película que, en realidad, apueste por una estructura sencilla. Tanto por la doble narración que imponen los flashbacks como por la previsible concatenación de las escenas que cabe esperar en una historia de este corte, aunque el final de la película plantea una interesante ruptura en este aspecto. En todo caso, tampoco se puede negar que dentro de esos parámetros más o menos institucionalizados los Pastor se mueven con una aplastante solvencia. Cuentan con la colaboración de un buen reparto, que llena los carismáticos papeles que hay en el guión. Cuando José Coronado se encuentran con personajes con dobleces, se encuentra a sus anchas. Quim Gutiérrez tarda algo más en sentirse cómodo en el papel y Marta Etura y Leticia Dolera caen quizás algo más en el tópico, la primera de idealizada dama en apuros que ansía recuperar el protagonista y la segunda como decorativo relleno, pero eso llega con una mirada muy profunda, no necesariamente con la del espectador que simplemente busca un entretenimiento de calidad.

Los últimos días funciona a esos dos niveles, que en realidad están bastante más interconectados de lo que piensan quienes restan importancia a uno de ellos. Por un lado, como película de género. Por otro, como película de personajes. Hay una buena historia y hay un guión correctamente llevado. Hay una película solvente desde el principio y una que se eleva a algo más desde la mencionada escena de la iglesia. Y aunque el final pueda ser discutible para algunos (yo me limito a considerarlo como una sorpresa que aún no sé cómo encajar en el conjunto, pero que al mismo tiempo me produce ganas de volver a verla, con lo que mala no puede ser), no entorpece una evaluación bastante positiva de la película. Cuando la forma de buscar emociones es tan honesta y está tan conseguida de tantas formas diferentes, hasta se olvidan las pequeñas conveniencias que hay en la primera mitad de su guión. Y gracias a eso, tengo mucha curiosidad por saber en qué ambiente nos meterán la próxima vez los hermanos Pastor.

7 comentarios:

Todocinemaniacos dijo...

Hoy sábado tocar ver en el cine "Los últimos días". Tiene muy buena pinta.
Te dejo mi nuevo blog de cine, por si le quieres echar un vistazo: http://todocinemaniacos.com
Con el tiempo lo iremos mejorando.

Un saludo,
Todocinemaniacos.

Juan Rodríguez Millán dijo...

Todocinemaníacos, gracias por tu visita, intentaré pasarme por tu blog en cuanto consiga sacar unos minutos.

Todocinemaniacos dijo...

Muchas gracias, el blog es nuevo, e iremos añadiendo mejoras poco a poco.
Un saludo,
Israel
Todocinemaniacos.com

Celia dijo...

Me gusto! Solo que esperaba algo mas de miedo tensión pero no me decepciona la peli por eso yo la prefiero tal como es.
Nosotros a parte teniamos el añadido de lo curioso de ver calles muy conocidas en un estado tan diferente por no hablar que la vi en el centro comercial donde trabaja la pareja del protagonista y minutos antes de entrar a la peli fui a la tienda donde se supone que trabaja ella, que es de verdad una tienda de juguetes aunque no de marionetas.

Muy curioso, tanto que en ese momento de la peli el publico reía por ver al pronta en las escaleras que dan acceso al cien en el que nos encontrábamos.
Pero eso solo son anécdotas , a mi la peli me gusto mucho.

Meg dijo...

La quiero ver, aunque temo que sea como Fin, que la tengo pendiente pero la pone casi todo el mudo por los suelos. Un beso!

Todocinemaniacos dijo...

Si mes das a elegir entre "Los Ultimos Días" y "Fin", me quedo con la primera. He visto las 2, y la de Fin, aún teniendo de primera fila una actriz como Maribel Verdú, no tiene ni pies ni cabeza, me decepcionó totalmente, además de ser muy lenta.
En los Ultimos Días, por lo menos está Coronado, que es quien levanta la película. Quim Gutierrez muy flojo. Sin embargo, Coronado tiene un par de escenas que se parece a Jack Nicolson en sus arrebatos de locura en el Resplandor.

Juan Rodríguez Millán dijo...

Celia, bueno, pero esas anécdotas también ayudan a que nos acerquemos a las películas... Yo todavía me acuerdo de ver una escena en 'El arte de morir' que se rodó a cinco minutos de donde vivo... A mí me gustó y me sorprendió.

Meg, Todocinemaniacos, me quedo sin dudarlo con esta antes que con Fin. De aquella, como dije en su día, me gustó la construcción de los personajes, pero la historia en sí me dejó frío, frío...