Es una apuesta arriesgada adaptar una obra literaria unánimemente aclamada. Trasladada esa valoración al mundo del cómic, hay que ser muy valiente para llevar al cine Batman. El regreso del Caballero Oscuro. Jay Oliva dirige en dos partes la adaptación de la novela gráfica de Frank Miller, fundamental para entender la transformación del cómic en los años 80, su paso de un entretenimiento para niños a un vehículo para contar auténticas historias, adultas o no. Y vista la primera parte (que acaba de salir a la venta en DVD y blu-ray), se puede decir que sale más que airoso. El regreso del Caballero Oscuro es una película intensa, poderosa, quizá demasiada atrapada (o superada) en algunos momentos por los hallazgos visuales que tenía la historia en su plasmación en papel, pero formidable en todo momento, en las viñetas que decide llevar de forma casi literal a la pantalla y en los momentos en que improvisa nuevas formas de rellenar los huecos que dejaba Frank Miller. En todo caso, una película de dibujos animados de Batman moderadamente violenta, al menos entre lo mejor que se ha hecho con el personaje y muy recomendable.
Esta primera entrega cinematográfica de El regreso del Caballero Oscuro adapta, los dos primeros volúmenes de la novela gráfica de Frank Miller sin apenas omisiones (quizá las viñeta más recordada que se han quedado fuera son las del militar suicidado envuelto en la bandera norteamericana y la de la joven Robin, Carrie Kelly, abrazando a un semidesnudo Bruce Wayne, y no es difícil entender el porqué dado el carácter de la película y el del público local). Si hay un pero que ponerle a la película, dejémoslo establecido ya desde el principio, es que no termina de funcionar esa narración social a través de la televisión que ideó Miller. Sí consigue su objetivo la primera vez que se utiliza el recurso en la pantalla, pero a partir de ahí suena mucho más artificial que sobre el papel. Y quizá hubiera hecho falta una introducción a este mundo en el que Batman ha desaparecido. Al aficionado no le hace falta, primero porque conoce los códigos de esta narración y segundo porque adora el cómic en que se basa, pero al espectador ocasional podría tardar en engancharle precisamente por esa ausencia de explicaciones.
En realidad, ahí acaban todas las pegas que se le pueden poner a la película a cualquier nivel, lo que evidencia que es un espléndido trabajo el que han hecho los productores, con Bruce Timm a la cabeza, y el director, Jay Oliva. Siempre puede surgir el debate sobre si es la mejor película de dibujos animados que se ha hecho de Batman. Mi respuesta sería un sí rotundo, y más teniendo en cuenta el cierto sabor de decepción que dejó la adaptación del otro Batman de Frank Miller, Año uno. En El regreso del Caballero Oscuro se demuestra que han aprendido la lección. Es una adaptación fiel, pero en absoluto una fotocopia. Sigue la narración de Miller paso a paso, pero potencia las escenas más cinematográficas añadiendo diálogos, elementos narrativos y sobre todo visuales (como en la conversación entre Jim Gordon y Bruce Wayne o las dos peleas entre Batman y el líder mutante). Y asume, como evidencia en muchos momentos la música de Chistopher Drake, que el mejor tono para contar esta historia es el que estableció Christopher Nolan para su trilogía sobre Batman.
El regreso del Caballero Oscuro es una novela gráfica violenta. Explícita e implícitamente. En sus acciones y por el mundo en el que sitúa la historia Las producciones animadas de DC suelen cuidar mucho el respeto a lo que no se ve en la pantalla, pero pocas veces como aquí se ha mostrado tanto. Hay rojo sangre cuando lo necesita la historia (espléndidos, aunque algo vistos, flashbacks). Hay violencia física cuando se requiere para avanzar. Y hay temas sórdidos debajo de un primer plano de análisis. Es una novela gráfica de Frank Miller y no podía ser de otro modo. La advertencia procede para quienes siguen pensando que una película de dibujos animados es únicamente un divertimento para niños. El regreso del Caballero Oscuro pide un espectador más maduro (como pedía un lector de la misma condición). Justo eso es lo que hace de esta una película formidable en su terreno y una forma espléndida de demostrar que los superhéroes no son cosa solo de los más pequeños y permiten muchas posibilidades narrativas y psicológicas (impresionante, aunque tan escaso como en el libro, el retrato de Dos Caras).
Peter Weller, el actor que dio vida por primera vez a Robocop, pone voz a Batman en la versión original, y lo hace con categoría. Está lejos de la maestría de Kevin Conroy, el Batman animado por excelencia, pero se encuentra cómodo. El reparto de voces, dirigido como siempre en las producciones animadas de DC por Andrea Romano, es formidable y uno de los aciertos del filme que, por desgracia, quedará más oculto por la preferencia masiva del doblaje en España. Pero si las voces son buenas, si los diseños respetan el original pero no se quedan en un mero testimonio ochentero y nostálgico, si la acción es impactante y visualmente atractiva, si la animación es bastante mejor que la media en este tipo de productos, si las apariciones de Batman como criatura de las sombras (en especial la primera, en la noche de tormenta, o en el ataque de Dos Caras) son sencillamente deslumbrantes... ¿cómo no pensar que estamos ante la mejor película de dibujos animados del personaje? Y con un formidable final abierto, que juguetea con la estructura de la novela gráfica, ¿cómo no esperar con ansia la segunda parte del filme en la que Batman se las verá con el Joker... y Superman?
2 comentarios:
No he leído el cómic, ni sabía de la peli, pero tras ver esta entrada me picó la curiosidad y ayer la vi.
Realmente la animación está muy currada (aunque no me gusta la forma del mentón de Batman) y me encantó la parte en la que vuelve a ponerse el traje y comienza a enfrentarse a los malos. Pero a partir de ahí la cosa flojea mucho.
El villano no tiene carisma ninguno, Dos Caras casi no sale y tampoco tiene mucha relación con el resto de la trama y la aparición de la chica pelirroja como Robin no me moló nada.
Las peleas con el malo están bien (aunque se hacen repetitivas) y mola el enfoque violento y adulto, pero no acabó de gustarme el conjunto. La segunda parte promete, pero tampoco me gusta cómo han hecho al Joker y seguramente Robin saldrá más que en ésta, así que...
Doctora, pues me parece muy, muy interesante tu comentario... Me viene a confirmar que es importante haber leído la novela gráfica antes de ver la película (y te la recomiendo, la encontrarás fácilmente en cualquier biblioteca). Leído sabes que Dos Caras y el líder mutante son solo escalones en el proceso del regreso de Batman, y no fines en sí mismos. Eso es lo que más miedo me daba de la película, que los episodios que centran cada uno de los volúmenes quedaran un poco en el aire. El diseño sigue el dibujo de Frank Miller en el cómic de forma basyante fiel, tanto el mentón de Batman como el Joker que no te han gustado. De esta primera parte estoy contigo en que lo mejor está al principio. Espero que no te haya desanimado para ver la segunda parte, a ver qué te parece el cuadro completo...
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