Jim Carrey es un cómico único. Para lo bueno y para lo malo. Muchos no le aguantan, otros le idolatran, pero en cualquier caso es un actor que lleva más de una década ganando más de 20 millones de dólares por película y por algo será. Nunca me ha entusiasmado en sus comedias más delirantes, aunque sí creo que tiene un talento especial cuando quiere enseñarlo, como hizo en El show de Truman o en aquella deliciosa película que pocos llegaron a ver llamada The Majestic. En esos filmes, Jim Carrey es un poco menos Jim Carrey. O ese Jim Carrey que escuchamos en el doblaje español de sus comedias disparatadas, que también hay que decirlo crea una imagen algo distinta del actor real. Y cuando Jim Carrey es más actor que cómico, consigue que sus películas funcionen. Incluso las comedias, como su último estreno, Di que sí. Ya lo creo que sí funciona.
El punto de partida de Di que sí es uno de los más originales de los últimos tiempos (parte de un libro escrito por un periodista británico que ha elaborado una obra tan delirante como la que nació de la charla con medio centenar de personas que compartían nombre con su mejor amigo), y eso ya es un punto que habla muy bien de esta película. Un hombre aburrido, rutinario, al que ha abandonado su novia y sin ganas de divertirse o hacer algo diferente en su vida prueba una nueva terapia: decir que sí a todas las oportunidades que se le presenten. Es difícil controlar un argumento tan disparatado y mantener la película en un universo realista, pero varios acertadísimos gags y la buena actuación de Jim Carrey lo consiguen. Falla en algunas ocasiones y le sobra algo de metraje (¿dónde quedaron las películas de hora y media?), pero en conjunto triunfa por ser algo diferente.
Y es diferente porque apuesta por una comedia distinta a la que abunda en la cartelera de nuestros tiempos. Por momentos, Di que sí recuerda a la comedia amable que popularizó Frank Capra hace tantos años (y que tiene su mejor ejemplo en ¡Qué bello es vivir!), y también a la comedia existencialista que llegó a su cima hace ya 15 años con Atrapado en el tiempo. En esa relación triunfa el filme protagonizado por Bill Murray, ya un clásico moderno, pero esta Di que sí plantea cuestiones interesantes sobre el modo de vida actual. Nos lleva a preguntarnos por los motivos por los que decimos sí o no a esas oportunidades que se nos presentan en nuestro día a día, a plantearnos por qué actuamos de una determinada manera en cada situación o incluso a pararnos dos veces a pensar si tenemos la vida que queremos o, sin embargo, estamos encorsetados en la que nos impone la sociedad. Una comedia que deja algo en que pensar. Una rareza, sin duda.
Esa es la principal virtud de la película, que tiene sus mejores momentos en el descubrimiento de la nueva filosofía de vida, en la primera aparición de un Terence Stamp brillante (en esa escena, su personaje flaquea bastante en el resto de sus apariciones y, sobre todo, en el innecesario gag final) en su papel de gurú espiritual del sí; en el espectacular número musical de Jim Carrey en el que acaba un intento de suicidio; o en las parodias cinéfilas a títulos tan conocidos como 300 o la saga de Harry Potter. Si por algún lugar flaquea el guión es en todo lo que rodea al personaje de Jim Carrey. Todo parece demasiado artificialmente dispuesto para que encaje en los sucesos de la vida del protagonista, pero sin excesiva profundidad en las situaciones o en los personajes. Y en esa leve sensación que deja la película de no llegar a lo que se propone, destaca una actriz que siempre promete más de lo que al final ofrece, la también cantante Zooey Deschanel (protagonizó la última película de M. Night Shyamalan, El incidente, y la miniserie de televisión Tin Man).
Di que sí es una comedia amable, muy divertida a ratos, diferente y muy del Jim Carrey más interesante. Y hace reír, que es algo fundamental en la vida y en un género, la comedia, que no termina de ofrecer títulos en las últimas décadas que perduren en la memoria del cinéfilo. Éste merece la pena.
2 comentarios:
Yo creo que Jim Carrey es un excelente actor al que desgraciadamente muchos no se toman en cuenta por el hecho de ser cómico.
Demuestra su talento como actor dramático en películas como "The Truman Show", "The Majestic" y "Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdos" (también conocida como "¡Olvidate de Mí!").
Ojalá algún día sepan apreciarlo un poco más...
Coincido en la buena opinión que tienes sobre Jim Carrey, así como en la muy buena película que es "The Majestic". Esta tiene buena pinta, aunque como casi con todas, creo que pasará algo de tiempo hasta que la vea... :-)
Publicar un comentario