Exorcismo en Georgia es una película que ya engaña desde su título. Que nadie entre en la sala pensando que va a ver un exorcismo... porque no hay ninguno en sus 100 minutos. Es más bien una película de fantasmas. ¿Por qué titularla entonces Exorcismo en Georgia? Ni idea. El caso es que se trata de una secuela... que tampoco es una secuela. El título original es The Haunting in Connecticut 2: Ghosts of Georgia, pero no tiene nada que ver con su predecesora más que, es de suponer, el lugar en que acontecen los hechos, pero ni eso porque Georgia viene a ser otro estado norteamericano. Son, por tanto historias independientes. Pero esto serían detalles sin importancia si la película fuera buena. ¿Lo es? No. Está construida de forma muy endeble, no produce el más mínimo terror y casi apunta más como un thriller familiar, aunque esos caminos no los termina de explorar incluso con el esfuerzo del reparto por hacer creíble lo que aparece en la pantalla.
Esa es una de las lecciones que da el cine de terror contemporáneo. Leer "basada en hechos reales" al comienzo de una película no implica casi nunca que lo que se ve acabe resultando creíble. Y puede incluso haber pasado tal cual se narra en el filme, pero si no es verosímil en una historia ficcionada, no hay nada que hacer. Ese es uno de los grandes problemas que tiene Exorcismo en Georgia, el principal y del que parten casi todos los demás. Tom Elkins es el director de la película, debutante en la silla con este filme después de ser montador, entre otras, de Exorcismo en Connecticut. Y no consigue lo que se propone porque su película no da miedo, porque no crea unas bases creíbles para su fantasía y porque sus personajes actúan tan erráticamente que pierden toda coherencia.
Hay un aspecto de Exorcismo en Georgia que podría haber ayudado a que la película fuera mejor de lo que es, y es que hubiera apostado más por el drama familiar que por el trasfondo sobrenatural. La historia habla de una madre que ve cosas del otro mundo y que controla estrechamente a una hija que empieza a verlas, mientras que su hermana apuesta por abrazar ese don y el marido de la protagonista no sabe ni qué pensar. Todo esto, en realidad, acaba siendo irrelevante en la historia y, aún con algún momento inquietante, se queda totalmente desaprovechado. Como tampoco se usa bien el fondo histórico-racial que se quiere dar a la historia. Nada cobra entidad y cada conversación se convierte en una transición hacia la siguiente escena nocturna en la que se producirá la consabida escena pretendidamente de terror, con un perro que aparece y desaparece, fantasmas que a ratos son fantasmas y a ratos parecen corpóreos y muchas otras incongruencias más.
Al final, lo más rescatable de Exorcismo en Georgia es su reparto, especialmente el trío de actrices que forman Abigail Spencer, Katee Sackhoff (la más conocida por su destacado papel en la imprescindible serie Battlestar Galactica) y la joven Emily Alyn Lind. Chad Michael Murray completa el cuarteto protagonista. Es lo más destacable y casi lo único, porque poco más queda si el guión es inverosímil, si no hay terror y casi ni siquiera sustitutos, si la realización es escasamente hábil y si el final es bastante poco convincente. Hay algún momento en que parece que el misterio que se esconde detrás de las apariciones puede cobrar algo de identidad propia, pero no lo consigue. Ya es difícil dar el aprobado a una película de terror que no da miedo, pero es que encima no hay muchos más argumentos a los que agarrarse. Al menos, no en la película que llega a los cines, porque alguna idea interesante sí que había en el guión. Y como películas de exorcismos ya hay muchas, no hace falta recurrir a una que ni siquiera tiene ese exorcismo.
2 comentarios:
Si algún día hacen una peli sobre mi vida yo quiero que la llamen "Exorcismo en Villaverde". Aunque no haya ningún exorcismo eso en el título siempre queda más llamativo. Además, soy joven, de momento no he vivido ningún exorcismo, pero quién sabe ;P
Doctora, pues si nunca te pasa, tendrá al menos el mismo sentido que el título de esta película... No es poco... Si hubieran puesto 'Venganza en Georgia' mucha gente la habría tomado por una de acción a lo Steven Seagal, pero hasta hubiera tenido más sentido...
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