Jason Statham es otro de esos actores que casi pueden considerarse un género en sí mismos. Jamás defraudarán porque siempre ofrecen exactamente lo mismo. Y es que ya se lo dice en sus propias películas. "Menudo machote", le llegan a decir en ésta. Y es que, claro, ¿de qué otra forma se puede uno referir a un tío que pelea después de sangrar como un animal, con varias costillas rotas, la cabeza abierta, de rodar desde un coche en marcha, tras ser disparado, apuñalado o golpeado, o saliendo de un hospital hecho polvo pero por su propio pie? Pues eso, un machote. ¿Que también sale Jennifer López? Pues busquemos la forma de que se quede en ropa interior en alguna escena (a veces resulta asombrosa esta insistencia en desnudar a las protagonistas de formas absurdas) y coloquémosla en el cartel de la película de forma que se aprecie la silueta de su trasero. Eso es Parker, un thriller con algunas dosis de salvajismo visual trufado de salsa rojo sangre, docenas de situaciones a las que mejor no buscar explicación y unos más que excesivos 118 minutos. Pero con Jason Statham. "Menudo machote".
Parker es un ladrón. Pero es un ladrón bueno que no roba a los pobres y que no quiere hacer daño a nadie. La figura del chorizo bondadoso ha encontrado en Hollywood una ingente cantidad de películas en los últimos años, probablemente una manifestación derivada de la indiscutible influencia de los estudios de mercado en la producción de cine y de las ansias de ser casi siempre políticamente correctos. Jason Statham es uno de esos actores que encaja perfectamente en esos papeles, en los que está más que encasillado porque no le suponen un esfuerzo demasiado grande. Son incontables los personajes que ha interpretado de tipos fuera de la ley pero tan majos en el fondo, y Parker (simplemente Parker, no sabemos si es nombre o apellido y nadie se refiere a él de otra manera) es uno más. El personaje sale de una serie de novelas escritas por Donald Westlake, en concreto la película se basa en la decimonovena de la serie, en la que participa en un buen golpe pero las cosas no salen como él esperaba y se embarca en una decidida venganza.
Así que lo que tenemos sobre la mesa es una película sobre una venganza. Lenta, lo cual ya es bastante asombroso en una película de este estilo, y sin duda habría salido mucho mejor parada si Taylor Hackford no la hubiera alargado casi hasta las dos horas. De esa forma, la coprotagonista Jennifer López no habría tardado casi tres cuartos de hora en aparecer en la historia. Tampoco es que el gancho inicial sea demasiado atractivo, pues la escena del atraco inicial no tiene nada novedoso, original o, siquiera, destacado. Durante más de diez minutos vemos a tipos sospechosos queriendo pasar por no sospechosos (Michael Chiklis es uno de ellos) aunque todos sabemos que van a hacer algo sospechoso. Hackford, con una variopinta filmografía en la que figuran Ray, Prueba de vida o Pactar con el diablo, no encuentra el tono adecuado, las gracias del guión no son demasiado graciosas y la acción no es excesivamente espectacular. Incluso parece difícil entender muchas cosas de las que suceden y es directamente imposible tragar con las hazañas físicas viendo el daño sufrido por el protagonista.
Parker es un producto destinado a fans de Jason Statham y a espectadores que no vayan a dedicar ni un solo segundo de su tiempo a pensar si algo de lo que han visto es humanamente posible. Más allá de que Statham sea lo que es y no haya engaño alguno (ni siquiera en trailers que revientan por completo algunas de las escenas de acción... e incluso la última secuencia de la película) sirve también para confirmar que la asombrosa popularidad de Jennifer López es inversamente proporcional a la calidad de sus películas. Y por disfrutable que pueda ser, es imposible no darse cuenta de los cuantiosos agujeros y las incontables situaciones inverosímiles que engloba el guión de Parker. Incluso en el cine de acción, en el thriller o en cualquier otro género, por poco ambiciosas que puedan ser sus pretensiones, habría que exigir algo más. Pero, claro, luego viene la taquilla, gana un buen dinero... y a buscar fotocopias entre todas las novelas cuyos derechos tenga comprados el estudio de turno, que Jason Statham puede hacer lo que sea. Para eso es un machote.
2 comentarios:
"Participa en un buen golpe pero las cosas no salen como él esperaba y se embarca en una decidida venganza".
Joder, igual que en "Payback". Hasta el nombre de los protas se parece, Porter-Parker.
Yo entiendo al director, si contratas a Jennifer López y no la sacas medio en pelotas en la peli y marcando culo en el cartel estás tirando el dinero.
Me hizo gracia ver en el trailer a Jason Statham con pelo, nunca le había visto así y casi ni le reconozco. Pero vamos, no me llama.
Doctora, pues sí... Es justo eso, es igual a taaaaaantas otras... Yo al director le puedo entender, pero lo que no entiendo es que ¿actrices? como Jennifer López jueguen a esto y luego se quejen cuando llega una de 20 años que tiene mejor desnudo que ellas... Entiendo que no te llame.
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