Suele suceder con demasiada frecuencia que a un éxito inmenso de crítica sucede un trabajo mucho más discutido. Lee Daniels encontró mucho respaldo con Precious, una película independiente que encontró su espacio entre una crítica que la encumbró y que después fue aupada al estrellato con un número considerable de nominaciones a los Oscar. A Precious la tengo entre las cintas más sobrevaloradas de los últimos años, pues salvo algún momento de interés viene a ser un producto lento y aburrido. Y ahora llega El chico del periódico, la siguiente película de su director. Ya con actores más reconocibles, incluso estrellas indiscutibles en algún momento de sus carreras, con Nicole Kidman y Matthew McConaughey a la cabeza. Con más medios. ¿El resultado? Un previsible paso atrás en el respaldo de la crítica al cine de Daniels, que no termina de encontrar el tono, el ritmo y el montaje que necesita la historia que cuenta. O quizá sí, porque el autor de la novela en que se basa, Pete Dexter, es coautor del guión. Quizá simplemente es que no hay mucho más aunque la apariencia quiera decir otra cosa.
Porque apariencia sí hay. Mucha más que en Precious, que no pasaba de ser una historia humana muy personal e intransferible. Se supone que en El chico del periódico se multiplican los elementos de interés. Los años 60. Un asesinato. Un culpable falso o, al menos, condenado injustamente. Dos periodistas dispuestos a exponer la verdad del caso. Una mujer enamorada de un preso. Un chico joven, hermano de uno de los periodistas, enamorado de esa mujer. Y un toque de problemas de racismo para aderezar el conjunto, que se desarrolla en Florida, en un pueblo y en uno de sus pantanos.¿Atractivo? Por desgracia, no. Y no desde el principio, porque Daniels no acaba de darle ritmo, frescura o interés a lo que está contando, y no puede justificar el tiempo que está pasando, las elipsis que se producen entre las escenas o muchas de las acciones de sus protagonistas, con lo que, al final, la película pierde toda orientación y se queda en un espectáculo de voyeurismo encubierto en el que la excusa inicial es tan poco importante que se ventila en una línea de diálogo hacia el final.
Da la impresión de que la película está condenada a sujetarse únicamente en las interpretaciones y, especialmente, en la de Nicole Kidman (a la que se coloca en primer plano del cartel español confirmando estas sospechas). Y, sí, es un buen trabajo el suyo, sobre todo recordando la gran mayoría de las últimas películas que había protagonizado la actriz. Pero en realidad es más fácil de lo que parece y no ocupa un centro tan destacado en la película como podría pensarse. Y, por tanto, se desinfla hasta convertirse en un personaje con el que ni Daniels ni Dexter terminan por saber qué hacer. El foco vuelve, por tanto, a quien da título a la película, al hermano menor, interpretado por Zac Efron. Difícil seguir por ese camino, en todo caso. ¿Matthew McConaughey? Lo mejor de la película, porque esta en una línea ascendente y fascinante, ofreciendo diferentes registros desde que sorprendió con El inocente y también fue lo mejor de la insulsa Magic Mike de Steven Soderbergh, aunque su personaje no tenga el peso necesario e insinuado en algunos momentos. Y si la mirada se gira hacia los actores no es en realidad por sus méritos, sino porque son la única forma de intentar llegar al fondo del mensaje de la película.
Al final, da la impresión de que El chico del periódico es más fachada que fondo. ¿Violencia? Sí, la hay, pero marca más lo visual que lo narrativo. ¿Sexo? Lo mismo, un par de escenas con la clara intención de destacar de una manera diferente a la habitual, a pesar de la clara inconsistencia en la forma en que la narradora de la historia aborda este relato (algo que tampoco termina de convencer, porque sabe más de lo que debería su personaje). ¿Racismo? Dos o tres pinceladas muy tibias que se van desencadenado a través de los papeles de unos interesantes David Oyelowo y Macy Gray (quien la escuche en versión original entenderá por qué es recomendable eludir el doblaje a la hora de ver cine). Pero todo eso va entreteniendo durante los 107 minutos que dura la película, aún con las inverosímiles ensoñaciones visuales con las que Daniels trufa en ocasiones su montaje, y mientras se va descubriendo que el envoltorio no esconde mucho más de lo que se está viendo. El chico del periódico simplemente avanza y no termina de llegar a ningún lado, más que para confirmar el paso atrás en la carrera de su director. ¿Su futuro? Pinta todavía esplendoroso con The Butler, con un reparto aún más atractivo que el de este filme. Veremos.
3 comentarios:
Cuando vi el cartel me dio la sensación de que se habían pasado bronceando a Nicole Kidman, pero veo que realmente sale así.
No llegué a ver "Precious", pero dudo que me guste y por lo que cuentas ésta peli tampoco.
Con Matthew McConaughey me pasa ya como con George Clooney, es un tío que me gusta, pero no me molan las pelis que hace. Realmente creo que la única que me gustó fue "Tiempo de matar", que tampoco es para volverse loco.
Teniendo en cuenta que precious me gusto, bueno no se si se le puede llamar gustar , pero me impacto muchísimo. No se si esta me gustaría.
También es cierto que precious la vi sin esperar nada de ella.
Es la clave para mi aunque no siempre me funciona.
De esta película no sabia nada de ella hasta que ayer la vi en la cartelera.
Quien sabe a lo mejor la veré en casa.
Besos
Doctora, sí, ese es el aspecto de Nicole Kidman en la película. Chocante, sí. A McConaughey le tengo redimido desde que hizo 'El inocente', a Clooney desde antes (y mira que mi aversión por él tras 'Batman y Robin' era brutal...
Celia, a mí 'Precious' me impactó como historia, pero no me gustó como película. Ya, es que son tantas las películas que no tienen una promoción adecuada para llegar a la gente... Ya me contarás si la ves...
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