Cuando vi por primera vez El Caballero Oscuro me pregunté qué podría hacer Christopher Nolan para superar la que, en ese momento y todavía hoy, era la mejor película que se había hecho nunca basada en un cómic. No sé si atreverme a decir que El Caballero Oscuro. La leyenda renace supera a la segunda entrega de esta portentosa trilogía cinematográfica, realmente no lo tengo claro, pero es que tampoco hace falta esa comparación. Son películas distintas, con sensaciones diferentes y con objetivos narrativos y visuales que se complementan. Sin la anterior, ésta no existiría. Y la anterior, sin ésta, probablemente quedaría un tanto incompleta. Forman parte de un impresionante universo fílmico. Lo que sí tengo claro después de un primer visionado es que esta tercera es una película poderosísima a todos los niveles, intensa y dramática, fiel a la esencia del cómic que permite que un personaje tan conocido como Batman tenga tantas y tan diferentes interpretaciones. En lo que al cine se refiere, éste es el Batman definitivo, como el de la serie de 1992 lo es en animación. Es una maravilla irrepetible y como tal hay que recibirla y, desde ya, venerarla.
No suele ser habitual que una distribuidora pida que no se revele el final de una película. Warner lo ha hecho con ésta y es lógico y entendible, pero viene a ser una ligera contradicción con respecto a la avalancha de markéting que viene mostrando demasiado desde hace unos cuantos meses. Yo cada vez tengo más claro que trailers, reportajes y adelantos visuales, fotográficos o escritos, sólo sirven para arruinar en parte la experiencia cinematográfica tal y como la ha planteado el cineasta. A mí no me hacía falta nada de esto para convencerme de ir a ver El Caballero Oscuro. La leyenda renace. La ecuación era fácil y se sostiene por sí sola. Christopher Nolan ha conseguido que mucha gente se tome en serio las historias de un personaje de cómic. Y el cómic, nos pese lo que nos pese, sigue sin tener el reconocimiento que merece. Por eso, aunque sólo fuera por eso, Nolan es un genio. Batman Begins era una pequeña gran gozada. Pero El Caballero Oscuro llevó el juego a un nivel totalmente nuevo. Nolan hizo un clásico del siglo XXI protagonizado por un tipo con capa y un psicópata con la cara pintada de blanco. Y la gente lo entendió.
Aumentar la escala de aquello lleva por fuerza a cambiar el planteamiento otra vez. Pero las bases son las mismas. Nolan extrae lo mejor de algunas historias de cómic (no voy a decir cuáles, porque en algún caso reventaría las sorpresas del filme) y lo traslada a un universo muy personal en el que siempre hay una sensación que se apodera de la película. No es la primera vez que lo digo, pero creo que es importante insistir en que hay toda una evolución psicológica en el Batman de Nolan. Batman Begins habla del miedo, El Caballero Oscuro del caos y El Caballero Oscuro. La leyenda renace de la destrucción... y también del renacer de las cenizas. No hay más que ver el título original, The Dark Knight Rises, mucho más gráfico que la traducción al español. Para hablar de ese renacer, Nolan crea un relato épico, construye una película de guerra más que de superhéroes, con un formidable desarrollo de personajes e historia (quizá levemente ingenuo en algún momento) y un clímax final absolutamente portentoso. La trilogía de Batman de Nolan es lo mejor que se ha rodado nunca sobre un personaje de cómic. Y el final está a la altura.
Porque, a pesar de los logros de Nolan, algunas sensaciones previas eran de duda legítima. Superar El Caballero Oscuro no era tarea fácil. Hacer creíbles a Bane y Catwoman, los nuevos personajes de esta cinta, tampoco. Dar un cierre que hiciera justicia a lo anterior, mucho menos. Pero Nolan sale triunfante de todo. Tendría que haberme hecho caso a mí mismo cuando, después de ver la anterior película, me dije que Nolan tenía carta blanca para hacer lo que quisiera, porque se la había ganado. Si es que nadie ha entendido a Batman en el cine mejor que él. Si es que ha conseguido que incluso las traiciones más grandes a la literalidad de la historia del cómic, que las tiene su visión, sean más fieles al espíritu de lo que cientos de creadores han construido en las viñetas desde que Bob Kane y Bill Finger crearan al personaje en 1939 que las miradas de otros que se han erigido como adalides de esa misma fidelidad. Si lees un cómic, no encontrarás a este Bane. Ni a esta Catwoman. Ni al Joker, al Espantapájaros o al Ra's Al Ghul de las anteriores películas. Pero son ellos en esencia.
Ese es sólo uno de los méritos de Nolan, que ha sabido construir un universo cinematográfico verosímil, creíble, hermoso y violento, en una historia de unas siete horas que quita el aliento de principio a fin, hasta llegar a un final prodigioso, excelso, admirable que he hecho que el director se supere a sí mismo como director de piezas de acción. Mirar a este universo es asumir ingentes grados de genialidad a todos los niveles. Nolan es el arquitecto, pero no hay nada que no esté a la altura. El perfecto vestuario de Lindy Hemming, el maravilloso diseño de producción de Nathan Crowley y Kevin Kavanaugh, la prodigiosa excelencia de la música de Hans Zimmer (me da igual que los Oscar no le acepten por tener no sé qué porcentaje de música no original, debió ganar por El Caballero Oscuro y debería ganar por esta incomparable sinfonía de tensión y acción), la fotografía de Wally Pfister... Todo está a un nivel impresionante. Y por eso está película es un sueño hecho realidad para cualquier aficionado a los cómics de Batman. Todo funciona.
Y qué decir de los actores... Sólo los nombres ya impresionan. Es una gozada ver a Michael Caine en algunas de sus mejores escenas de los últimos años, y eso que da vida a un secundario, uno imprescindible como es Alfred pero secundario al fin y al cabo. Christian Bale es, sencillamente, el Batman definitivo. Pero también el Bruce Wayne, que encuentra un reflejo precioso en el humano policía de Joseph Gordon-Levitt. E insisto en que la literalidad del cómic no encuentra acomodo completo aquí, especialmente en su personaje. No tiene el carisma del Joker de Heath Ledger, pero Tom Hardy es un Bane impresionante que cumple todo lo que cabía esperar de él, por muchas dudas que suscitara y por mucho que se haya hablado más de si se le entiende bien (que sí, por cierto) antes que del personaje que construye. Y Anne Hathaway es perfecta para este universo de Batman. Perfecta, sencillamente perfecta, sensual y mordaz. Incluso con tacones. ¿Quién si no Christopher Nolan podía hacer que tomáramos en serio a una Catwoman que viste prácticamente igual que la de la serie de televisión de los años 60? Origen ya demostró que Nolan también era capaz de escribir buenos personajes femeninos, muy escasos en su todavía corta filmografía, pero este papel y el de Marion Cotillard (precisamente una de las actrices de Origen) son un paso más en ese sentido.
El Caballero Oscuro. La leyenda renace es una gozada. Al mismo nivel que lo fue El Caballero Oscuro, superior a lo que fue Batman Begins. Lo que está claro es que la escalada en la épica es brutal, deudora de un tipo de cine que, en realidad, hace muchas décadas que ya no se hace. También en la duración, que llega hasta los 162 minutos. Pero sobre todo en las sensaciones. Christopher Nolan ha dado dignidad a un tipo de cine del que cada vez menos gente se burla. Lo ha hecho con un respecto reverencial a personajes con décadas de existencia pero dándoles una imagen única y muy personal. Su trilogía de Batman es la obra de autor más comercial que se haya hecho nunca, porque ha conseguido ponernos de acuerdo a casi todos. Y, sí, se le pueden sacar pequeñas pegas, momentos que no todo el mundo va a comprender emocional o argumentalmente y pequeñas caídas de ritmo que habrá quien vea como defectos imperdonables. Pero el conjunto es sencillamente majestuoso, como su final, tanto el clímax como el epílogo. Es una trilogía irrepetible y se cierra como tiene que ser, a lo grande. Gracias, Mr. Nolan.
Aquí, otra reseña de El Caballero Oscuro. La leyenda renace.
6 comentarios:
"Está película es un sueño hecho realidad para cualquier aficionado a los cómics de Batman".
Me considero aficionada a los cómics de Batman y esta peli me ha decepcionado más incluso que la última de Spiderman.
No me voy a extender mucho, porque si no va a quedar el comentario más largo que tu entrada, pero creo que la peli es lenta, aburrida, previsible y laaaaaaaaaaarga.
Un paso atrás total en la saga.
Una pena, tenía muchas esperanzas puestas en ella.
La acabamos de ver y la película me ha parecido A-L-U-C-I-N-A-N-T-E!!! La semana que viene vuelvo al cine a verla em V.O porque ese doblaje de Bane merece una temporada en El Pozo.
Es muy trepidante y emotiva. Tiene sus defectos pero no busco la perfección, sólo calidad y diversión y la película va sobrada.
Pues la fuimos a ver ayer (doblada al castellano) y nos encantó. Tengo que decir que básicamente estoy de acuerdo en todo lo que afirmas, me ha parecido una conclusión épica, dramática y perfecta para una trilogía que lo tiene todo. La peli es larga pero no se hace larga, los actores son buenísimos (aunque el doblaje no les hace justicia), la acción está bien dosificada junto a escenas más dramáticas o de diálogos "tranquilos". Y hay escenas que uffff... hay cosas que no quería ver y he visto ahí, no digo más. Y he llorado y me he emocionado, y todo eso ha sido porque es una película seria, bien hecha.
A Christopher Nolan le doy carta blanca, sé que después de esto va a tener difícil superarse, pero probablemente lo hará, quién sabe cómo. Estoy deseando ver cómo lo hace.
Un beso!
Bueno, ya sabes lo que pienso, sencillamente incrible :-)
Doctora, tienes razón, tendría que haber puesto "casi cualquier aficionado", esa es la riqueza de los distintos puntos de vista... Supongo que la comentarás en tu blog, así que leeré a ti tus razones. Comparto que es previsible, y más si se conoce al personaje del cómic, pero en lo demás discrepamos, je, je...
CarlosXavi, para mí ya es imprescindible ver el cine en versión original. Más que Bane, a mí me chirrió el horrendo doblaje de Miranda Tate (Marion Cotillard).
Sonix, efectivamente, Nolan tiene carta blanca de mucha gente, y creo que se la ha ganado a pulso. Para mí, lo borda.
Meg, para mí ese es el mejor calificativo, increíble...
Tengo que verla ya. Como siempre tu crítica es fantástica. Besos
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