Otro gran nombre del Hollywood de los años 70 y 80 nos deja. Sydney Pollack ha muerto a los 73 años de edad, víctima de un cáncer. Fue actor, productor y director. Fue un cineasta. Fue un auténtico hombre de cine Sus películas de hace dos décadas forman parte del imaginario cinematográfico de varias generaciones. Sus últimos recuerdos son como actor secundario. Ganó dos Oscar, ambos por Memorias de África, como director y productor. Fue nominado por otras dos de sus películas como director, Danzad, danzad, malditos y Tootsie, y una vez más como productor, por Michael Clayton.
La última imagen que tengo de él es, precisamente, como actor secundario en Michael Clayton, la notable película de Tony Gilroy, donde daba toda una lección de interpretación en sus pocos minutos en pantalla frente a George Clooney. Casualidades de la vida, este viernes se estrena en España la última película en la que trabajo delante de las cámaras, La boda de mi novia. Prefiero recordarle, sin duda, por Michael Clayton, por Eyes Wide Shut, de Stanley Kubrick, o El juego de Hollywood, de Robert Altman.
Detrás de la cámara, Pollack era, por encima de todo, un director de actores. Hasta doce consiguieron una nominación al Oscar trabajando en sus películas, y dos de ellos ganaron el premio (Gig Young por Danzad, danzad, malditos y Jessica Lange por Tootsie). Le gustaba trabajar con estrellas, sabía hacerlo y consiguió entablar una amistad duradera con alguno, como Robert Redford Y, a pesar de todo, la fase que más le gustaba de rodar una película era el montaje. "Porque estoy solo y no tengo la necesidad de organizar a tanta gente. El montaje es casi como dar forma o continuar el proceso de escritura", explicaba este cineasta hace años.
Resulta curioso comprobar que en televisión, en su juventud, dirigió episodios de series tan recordadas hoy como La hora de Alfred Hitchcock o El fugitivo. De esa faceta, recuerdo con especial cariño la película Ausencia de malicia, quizá porque tiene el periodismo como telón de fono. Su último trabajo como realizador fue La intérprete, la primera película que se pudo rodar dentro del edificio de Naciones Unidas en Nueva York. Como productor, abanderó proyecto comprometidos e importantes, desde su debut con Yakuza a Michael Clayton, pasando por Cold Mountain, El talento de Mister Ripley, Sentido y sensibilidad, Presunto inocente o Los fabulosos Baker Boys.
Descanse en paz.
1 comentario:
Una perdida importante la verdad. Yo personalmente, me quedo con el Sydney Pollack actor. Sus peliculas como director se me hacian la mayoría interminables. De hecho, mi hermana y yo, cuando una peli nos parece un poco larga o tostón, decimos que es "una Sydney Pollack" de forma cariñosa claro.
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