Vistas desde el punto de vista del espectador, las películas de misterio se sustentan en dos momentos muy diferentes entre sí. El primero es el tiempo que uno pasa delante de la pantalla, asimilando los planteamientos que le ofrece el cineasta. El segundo, el que viene a continuación, tras el final de la película, pensando si las explicaciones que uno ha recibido son satisfactorias. El cuerpo aguanta razonablemente bien el primero, pero se derrumba con cierta contundencia en el segundo. No por la razón que suele ser habitual, la falta de justificación del final, y eso es uno delos motivos por los que hay que aplaudir a sus responsables, sino porque el desarrollo deja demasiadas trampas como para ser creíble. Y pensar en cada uno de los detalles sobre los que se va sustentado el clima de misterio acaba evidenciando que la película con la que debuta en el mundo del largometraje el también guionista Oriol Paulo no está bien cerrada. Tiene buenas ideas, pero está demasiado sujeta a la casualidad y al azar.
El cuerpo es, de nuevo, una de esas películas cuyo análisis está sesgado si no se quieren revelar detalles de la trama, así que, como siempre, haré lo posible por evitar los tan temidos spoilers y aún sabiendo que muchas de las afirmaciones que haga obligan a ver la película para ser completamente entendidas. Es lo que hay. Aún adelantándome algunos minutos en la trama, sí es obligado decir que la película gira en torno a la desaparición de un cadáver, el de Mayka Villaverde (Belén Rueda), el papel que juega en todo eso su marido, Álex Ulloa (Hugo Silva), el policía que investiga el caso, Jaime Peña (José Coronado), y la mujer que completa el habitual y casi necesario triángulo amoroso, Carla (Aura Garrido). El misterio se mueve en torno a todos ellos, porque de todos se va conociendo información poco a poco. Los flashbacks, casi siempre bien introducidos en la trama, son uno de los grandes aciertos de Paulo para montar el andamiaje de su filme.
Desde el principio, la película se mueve en los códigos del género con cierta solvencia, coqueteando con el misterio, el negro y hasta el terror, aunque este último funcione a golpe de sustituto y no llegue a generar el desasosiego necesario. La atmósfera es quizá demasiado tópica (el instituto forense en una noche lluviosa) como para no rozar levemente la comedia no deseada, aunque Paulo se mueve a gusto en un único escenario. La solvencia de la película radica en el buen uso de ese escenario y en unos actores convincentes. Lo mejor de entre todos ellos está en la contundencia de algunos diálogos de José Coronado (no creo que el peinado sea un acierto en todo caso) y en la bellísima fragilidad que transmite Aura Garrido, que tiene además buena química con Hugo Silva. Quizá lo más desconectado del conjunto sea el personaje de Belén Rueda, pero no por su trabajo, convincente, sino porque la película no da en ningún momento sensaciones creíbles en torno al matrimonio de su personaje. Falla ese sustento imprescindible.
Hay en El cuerpo ideas curiosas e interesantes, pero da la impresión de que había más interés en cerrar una explicación final lógica que aguantara el armazón de la historia que en explicar con convicción cada una de las escenas que ha ido generando el misterio. La historia, verosímil o no según la ingenuidad que quiera derrochar cada espectador cuando vea la explicación, sí queda redonda. Pero los detalles no. Y eso además queda en evidencia porque la mencionada resolución quiere dar explicaciones de algunos de ellos, dejando aún más en evidencia que otros no tienen justificación posible.Hay muchas trampas en El cuerpo, trampas deliberadas para despistar al espectador que quiera desentrañar el misterio antes de llegar al final y trampas en muchas escenas que caen al limbo de lo injustificado. Quizá El cuerpo habría ganado eliminando alguna de esas trampas y recortando ligeramente un metraje que se acerca a las dos horas. En todo caso, y siendo positivo que España siga manteniendo su apuesta por el cine de género, dos horas que están muy lejos de ser un triunfo rotundo pero con cierto atractivo.
2 comentarios:
¿Se apellida Villaverde?, mola, a mí me hubiese gustado mucho apellidarme así.
No me llama nada la peli, ni los actores, y creo que ese peinado de José Coronado es más que nada para sacarle con un look nuevo. Ya le hemos visto con barba, pelo corto, pelo largo, pelo hacia atrás...
Espero con más interés tu crítica del martes. No es que me arrepienta de haber visto "El hobbit", y no me decepcionó, pero estoy casi segura de que "¡Rompe Ralph!" me va a molar más. La tendré que ver, eso sí, dentro de unos meses, porque ya no iré al cine hasta el mes que viene y tengo enero reservado para "Lincoln".
Como no creo que me pase por aquí hasta después de Navidad aprovecho para felicitarte las fiestas en este blog (ya lo hice en "Un mundo peculiar") :)
PD: Tienes un par de comentarios pendientes en la entrada sobre "El hobbit" ;)
Doctora, si quieres a partir de ahora te podemos llamar Doctora Villaverde, je, je... Mucha trampa para mí en esta ocasión... Ya vi y contesté los comentarios, perdón por el retraso. Creo que '¡Rompe Ralph!' te gustará, ya me contarás... Y para ti también, feliz Navidad.
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