viernes, agosto 31, 2012

'Las aventuras de Tadeo Jones', una grata sorpresa

La animación pasa por un momento curioso en el que casi nada parece sorprender. Pixar domina el mercado con una fuerza abrumadora, Disney sobresale cada vez con menos frecuencia, Dreamworks y el resto de estudios norteamericanos han encontrado fórmulas que repiten hasta la saciedad y en España hay talento que no termina de encontrar un camino, quizá por falta de apoyo, de dinero o de ambas cosas. Las aventuras de Tadeo Jones sí lo ha encontrado, y es una espléndida noticia, más en un verano con tanta competencia animada como el que estamos acabando. Con un presupuesto menor del que se podría pensar, la película sortea con mucha habilidad el riesgo de que parezca un refrito burlón de Indiana Jones y ofrece una película cargada de entretenimiento para chavales de todas las edades (parece una obviedad, pero es uno de sus grandes puntos a favor) y que consigue un nivel espléndido en la animación. Hay unas limitaciones técnicas entendibles, disimuladas eso sí con talento, y también en los tópicos que no esquiva la película, aunque tampoco lo necesita, porque al final pasan 90 minutos de aventura visualmente atractiva y narrativamente muy entretenida. Las aventuras de Tadeo Jones es una grata sorpresa.

Aunque a muchos pueda no sonarles el personaje, la historia de Tadeo Jones viene de lejos. Nace en 2001 y sus dos primeros cortos, Tadeo Jones y Tadeo Jones y el sótano maldito ganaron sendos premios Goya al mejor corto de animación. El segundo, de casi veinte minutos, ya era casi una prueba en toda regla para comprobar si un largometraje era viable. Y claramente lo era. Dio el salto al cómic dibujado por Jan en Tadeo Jones y el secreto de Toactlum y Tadeo Jones en el rally París-Paká. Y ahora llega el largometraje que, de alguna manera, supone partir de cero para contar la historia del personaje protagonista. Tadeo es un obrero de la construcción que aspira a convertirse en un gran arqueólogo, siguiendo el ejemplo del mediático Max Mordon, su ídolo, y los consejos del profesor Humbert, su mentor. Cuando él mismo se empieza a convencer de que no es capaz de hacer ningún hallazgo de valor, una serie de casualidades le pondrán en la búsqueda de la ciudad perdida de Paititi, misión en la contará con la ayuda de un variopinto grupo de amigos.

Las influencias en Tadeo Jones son muy evidentes. Indiana Jones no es que sobrevuele tanto en lo más paródico como en lo más formal del filme, es que incluso aparece mencionada en los títulos de crédito (y en alguna divertida broma del guión). Para el personaje de Sara, es también notoria la sombra de Lara Croft, la heroína de videojuego a la que dio vida en la gran pantalla Angelina Jolie. Y en el diseño de los personajes es indudable la impronta de Jan, creador de Superlópez. Todo ello se mezcla con habilidad, simpatía y buen humor, creando una historia que consigue personalidad propia. Y eso es lo difícil. Cierto es que no hay excesiva originalidad en el planteamiento, en el argumento o en del desarrollo de los personajes, pero no hay que olvidar que se trata de una película infantil, y en ese plano funciona a la perfección. No comete el error de idiotizar a los personajes, sí aplica estereotipos a los que dota de elementos diferenciadores, muy españoles en algún caso (sí, es posible que funcione un chiste visual sobre toreros) y muy deudores de la herencia del cómic español en el que destacan, precisamente, autores como Jan.

Quizá lo más agradecido de esta película es justo eso, que haya personalidad. Parodiar a Indiana Jones es fácil. Hacerlo con un personaje identificable y con características propias, no tanto. Y Tadeo Jones logra esa distancia aprovechando los elementos más exóticos de la aventurero del arqueólogo de George Lucas y Steven Spielberg: escenarios deslumbrantes (ahí se ve en la pantalla el buen nivel de dibujo y animación de la película), la inevitable y atractiva chica, secundarios cómicos (es una concesión indudable a la comercialidad, como también lo es el uso de algunas canciones, pero el pájaro que no habla y sólo se comunica con carteles es, sin duda, lo más divertido de la película), unos villanos perversos (que sí parecen directamente sacados de En busca del Arca perdida, siendo lo menos original de este debut cinematográfico de Tadeo Jones) y un misterio a resolver. El doblaje corre a cargo de voces conocidas, pero salvo José Mota, que se acerca demasiado en algunos momentos al Asno de Shrek, todos aportan su granito de arena a esa impresión de esta viendo algo con personalidad propia.

Las aventuras de Tadeo Jones se convierte así en una aventura simpática, divertida y desenfadada, que cobra personalidad propia gracias a su aspecto, que sabe mezclar además varios tipos de animación cuando la historia lo requiere (desde los títulos de crédito iniciales hasta el vídeo promocional de Max Mordon). El suyo es un mundo de apariencia realista pero, en realidad, moldeado a imagen y semejanza de su protagonista. Las formas se caricaturizan y encajan a la perfección en el imperfecto mundo de Tadeo. Incluso la banda sonora entiende a la perfección el carácter aventurero y juvenil de la película. El conjunto es muy entretenido. Infantil, sí, pero para niños de todas las edades. Y ahí encajan de vez en cuando también los adultos, esos que ocasionalmente son sólo críos que han pasado por unos cuantos cumpleaños más. Tadeo Jones despierta esas sensaciones, y deja con ganas de más. De más película, de más películas.

Aquí, otra crítica en Suite 101.
Aquí, un artículo en el que hablan el director, Enrique Gato, y el productor, Nico Matji.
Aquí, otro sobre la participación en el doblaje de Miguel Ángel y Michelle Jenner.
Aquí, fotografías en A través del Objetivo del photocall de los Jenner, José Mota y Enrique Gato.

2 comentarios:

Doctora dijo...

Tiene una pinta demasiado infantil para mi gusto y no me han llamado nada la atención los personajes, ni la peli en general, salvo por la falta de originalidad y presupuesto que desprende todo.
No digo que no tenga mérito ni lleve trabajo, pero creo que la animación nacional debería dar más.

Juan Rodríguez Millán dijo...

Doctora, es infantil, pero tiene un diseño muy cuidado. Y es tópica, pero está muy bien resuelta y creo que es mejor de lo que puede parecer por su pinta de simple parodia. Es un primer paso para un grupo de trabajo interesante que seguro que ofrece cosas diferentes en el futuro.