Echando la vista atrás, Monstruos S. A. queda como una película mucho más importante de lo que pudiera parecer en la historia de Pixar. Fue su cuarto largometraje, siendo dos de los anteriores las primeras entregas de Toy Story y la algo olvidada Bichos. Fue, en ese sentido, el título que de verdad alertó de que había un estudio haciendo cosas grandes, más allá de la genialidad de esos juguetes que cobraban vida ante nuestros ojos. Y doce años después de Monstruos S. A. llega Monstruos University, la primera precuela de Pixar (aunque es algo más que habitual en Disney, sobre todo en formato televisivo). Su problema es evidente: la primera Monstruos tenía tres pilares básicos: Sulley, Mike y la pequeña Boo. Ésta no aparece en la precuela, como es evidente, por lo que la película tiene que ser diferente de su predecesora. Y lo es. Consigue ser una película más que digna de la franquicia (¿ya cerrada?) de la que forma parte, con enorme fidelidad a la original pero con una historia diferente.
La conclusión lógica de ese planteamiento es que Monstruos University no repite las fórmulas que hicieron de Monstruos S. A. una película entrañable. La ternura que inspiraba la niña protagonista, uno de sus más celebrados aciertos, ya no es una opción para esta precuela, y Dan Scanlon, director debutante y coguionista del filme, apuesta por un humor algo más gamberro y adecuado a una historia que acontece en el ámbito universitario. Nada fuera de los cánones de Disney y Pixar y en línea con el de estrenos anteriores como Brave o ¡Rompe Ralph!, pero sí más desenfrenado que en la primera película. Aparecen personajes de la cinta original, pero sin ser tampoco un festival de cameos y guiños que distraiga de la historia principal. Acierta Scanlon al apostar por una personalidad diferente. Y probablemente también acierta al dar el mayor protagonista a Mike Wazowski por encima de Sulley, ya desde la primera escena (un prólogo divertidísimo) porque eso incide en las mencionadas diferencias.
Monstruos University parte de una historia ingeniosa y simpática, que a cierta previsibilidad une momentos de una narrativa inteligente (como la incursión en el mundo de los humanos, completamente diferente a la del primer filme y que, por momentos y salvando las enormes distancias, viene a recordar la genialidad de E,T.). Mike es un estudiante que acaba de llegar a la universidad y sueña con graduarse en la escuela de sustos. Pero se encuentra con un problema: no da miedo y muchos, entre ellos la decana Hardscrabble, creen que no puede llegar a convertirse en un asustador. Por eso, entrará en una singular hermandad universitaria para tomar parte en los Sustijuegos (mucho más estimulante es su nombre en la versión original, Scare Games). Y ahí es donde arranca esa magia Disney/Pixar (que no es equivalente en sus caminos, pero sí en su eficacia) de sortear los tópicos para construir historias tan divertidas como moralizantes, con unos personajes de carne y hueso, con una correcta evolución dentro de la película y en comparación con Monstruos S. A.
En lo que sí falla la película es en el regreso de uno de los personajes, el de Randy, antagonista de Monstruos S. A. y que aquí se queda en una presencia anécdótica sin que quede plenamente justificada la rivalidad que hay en la cinta original. Un detalle algo menor pero que puede irritar puntualmente a los seguidores de aquella. Lo que sí está claro es que Pixar tiene, hoy por hoy, una tecnología que le permite ofrecer la mejor animación del mundo. Monstruos University evidencia una evolución brutal en una década y exige más de un visionado para poder asimilar todo lo que hay en algunas escenas, como en la llegada de Mike a la universidad, la trepidante persecución que sigue al momento en el que Mike y Sulley se conocen o el clímax de la cinta. Hay en la película mucho talento e imaginación, cuestiones que superan con creces los detalles más tópicos que puedan aparecer en una cinta que, no lo olvidemos, tiene su foco en el público más joven.
Como hablamos de dibujos animados, toca el debate de siempre: el doblaje. Reconozco que Monstruos S. A. me gustó más de lo que esperaba teniendo en cuenta que el reparto lo encabezaba Santiago Segura. Sin embargo, sigo reivindicando la versión original para todo, pero sobre todo para este tipo de filmes cuando no hay niños de por medio (y si el niño es bilingüe, ni eso), porque el gran trabajo de Billy Crystal, John Goodman, Steve Buscemi o Helen Mirren demuestra, como siempre, que la norteamericana es una industria que abandera en la interpretación tanto el aspecto físico como la entonación y el trabajo vocal (y no sólo en la animación, por supuesto). Otra advertencia más para no dejarse llevar por esa para mí siempre sorprendente desbandada que se produce en los cines en cuanto el primer crédito asoma en la pantalla: hay escena postcréditos. Divertidísima en esta ocasión. Tanto como exquisito, emocionante y técnicamente formidable es el corto que precede a la película, The Blue Umbrella.
5 comentarios:
Dudo que la vea en el cine, pero imagino que me gustará. También lo pensaba con "¡Rompe Ralph!" y al final no, pero creo que ésta es difícil que no me guste, porque la primera me moló y los protas me cayeron bien.
Sobre la escena de los créditos es algo que no soporto, si la peli acaba, acaba, no sé para qué hacen eso.
Gracias por el aviso de lo de los creditos.
No se si tu tendrás la respuesta real a lo que pregunta doctora, pero para mi que lo hacen para que la gente se quede a leer los nombres de los que se lo han currado, porque en esta caso , en el de los dibujos mas que nunca son los verdaderos protagonistas.
Tengo muchas ganas de verla, y no se porque me esperaba a mi Boo , pero es logico que siendo precuela no este... una lastima... :)
Aun así seguro que me gusta!
Que ganas de verla!
Doctora, bueno, siendo secuela es lógico que tengamos cosas que nos gusten de la película. A veces ya exageran con esto de las escenas postcréditos, pero hay que teconocer que Pixar fue de los pioneros en el juego y no unos que se sumaron a la gracieta.
Celia, es que no entiendo por qué quien escribe de las películas no suele avisar de esas cosas sabiendo cómo se comporta el espectador medio... No sé la causa de esas escenas, pero es un tema interesante, a ver si averiguo algo como para escribir algo... Confieso que al final te queda como una sensación de esperar un cameo de Boo de alguna forma, pero no... Ya me contarás qué tal.
Estaré atenta a ese corto, la veré porque mi marido es un mega fan de Mosntruos, pero a mi nunca me ha acabado de gustar, no sé el motivo, pero la cosa es que no, no me convence. Un beso!
Meg, a mí la primera me pareció muy, muy, muy bonita. Esta segunda es un poco más gamberra. El corto es una virguería visual.
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