Sácame del paraíso es una comedia que explica muchas cosas sobre la realidad del género. Se tiende a pensar que el disparate, el exceso, lo extraño e incluso lo grotesco es más divertido que lo real. Los diez primeros minutos de Sácame del paraíso, con las modificaciones asumibles que exige una comedia, están anclados en la realidad; los 88 restantes son presa de ese disparate. Y los diez primeros minutos son lo mejor de la película, lo que en el fondo deja una sensación de cierta insatisfacción. No es que el resto esté mal, aunque hay demasiados momentos que no producen el efecto deseado, sobre todo cuando el filme deriva en la habitual y cansina acumulación de chistes sobre sexo sin los que ninguna comedia de hoy en día parece capaz de sobrevivir, pero hay una notable diferencia entre el arranque y el resto, entre la realidad y el disparate. La otra sensación que deja la película es que la comedia tampoco parece dar pasos hacia adelante, sólo sale del paso a la espera de algún renovador.
Saltémonos el argumento de la película para no dar pistas. Sólo hay que decir que Sácame del paraíso va sobre una pareja que cree saber hacia dónde conduce su vida y, de repente, se da cuenta de que no tiene ni idea y por eso, aunque por accidente, coge un camino que jamás hubiera escogido. La pareja la forman Paul Rudd y Jennifer Anniston. Para los que estuvieron diez años enganchados a Friends será todo un shock ver un cambio de parejas tan radical con respecto a la serie, pues el personaje de Rudd se casó con Phoebe y el de Anniston fue el amor eterno de Ross. Quizá sólo sea por los actores, pero da la sensación de que, de alguna manera, hay un deliberado propósito de recuperar parte del humor de Friends. O quizá sea algo intencionado por parte de David Wain, director del filme y de títulos no muy recordados como Mal ejemplo o Los diez locos mandamientos. El caso es que no termina de conseguir esa sensación a lo Friends, por mucho que se atisbe.
La verdad es que tanto Rudd como Anniston se meten de lleno en el cliché que suponen ellos mismos. Son el personaje que uno espera ver. No hay, en realidad, sorpresa alguna en sus actuaciones o en sus papeles. Y son cómicos decentes que conocen su oficio, pero el encasillamiento es un peligro real a la hora de ver y valorar esta película. Quizá por eso hay que buscar más allá de la pareja protagonista. No tanto en el histrionismo de Justin Theroux (Mulholland Drive) o en la belleza tópica de Malin Akerman (Watchmen), sino en el divertido personaje de Alan Alda (fundador de la extraña comuna en la que se desarrolla la película), en el simpático hallazgo de Joe Lo Truglio (un escritor nudista que adora hacer su propia vendimia) o en el cameo final de un conocido actor, quizá lo mejor del resto de la película junto con la hilarante secuencia del sueño que tiene uno de los protagonistas.
Los diez primeros minutos sí parecen marcar una diferencia. Quizá no haya en ellos una película que haber explotado, pero el tono sí parecía el adecuado para ofrecer algo diferente, el gag funcionaba, las actuaciones también y las situaciones, más que cotidianas, eran divertidas. Pero a partir de ahí llega el desenfreno, la locura y lo extravagante. Y, por supuesto, todo acaba desencadenando en el sexo, tema principal de la casi totalidad de los chistes de la comedia moderna, y que culmina en un monólogo ante el espejo de Rudd al que, la verdad, no consigo verle la gracia. Hay algún atisbo de originalidad (como el mencionado sueño o los efectos de las drogas en otro de las protagonistas) y bastantes momentos divertidos, pero en el fondo Sácame del paraíso es otra comedia más. Una entretenida, desde luego, pero poco más. ¿Suficiente? Puede que sí, porque en el fondo se trata de pasar un buen rato con un argumento inverosímil. Pero me hubiera gustado ver una comedia que recorriera los caminos de la realidad que se apuntan en los primeros diez minutos...
5 comentarios:
Me he leido casi todo tu blog de críticas de cine. Estoy de acuerdo en algunas pelis y en otras no pero me ha gustado leerte. Un beso Lola
Me he leido casi todo tu blog de críticas de cine. Estoy de acuerdo en algunas pelis y en otras no pero me ha gustado leerte. Un beso Lola
Lola, muchas gracias. En la discrepancia es donde está la gracia de esto, espero que te sigas pasando por este pequeño rincón y que hablemos de mchas películas.
Soy adicta a las comedias románticas, pero las de Jennifer Anniston suelen ser una basura, así que las ignoro casi todas. Con ésta es distinto, porque he visto el tráiler y me ha hecho mucha gracia, pero por lo que cuentas va a acabar siendo otra de las flojas comedias de esta mujer... para una tarde que me aburra :)
Key, pues ya me contarás... A mí es que la comedia cada vez me convence menos y Anniston, desde Friends, tampoco es de mis favoritas, no...
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