· ALIEN (1979)
Un clásico con mayúsculas, y no sólo del género. Porque, para empezar, ¿de qué género es Alien? La tentación lógica es hablar de ciencia ficción, pero en realidad es una película de terror. En realidad, es puro cine. Del grande. Del que permanece en la memoria. Ridley Scott hizo maravillas escondiendo (como mandan los cánones del género) la criatura diseñada por H. R. Giger y haciéndonos temer por su aparición tras cualquier esquina de la mítica nave Nostromo. Apenas siete personajes, una criatura aparentemente indestructible y un gato formaron una de las tripulaciones más conocidas del cine contemporáneo. La genialidad narrativa de Scott, un reparto excepcional encabezado por Sigourney Weaver (que convirtió a Ripley en todo un icono del cine), una tensa música de Jerry Goldsmith y una imaginería visual pocas veces superada convierten a Alien en una referencia indispensable, en dos horas inolvidables y a las que hay que volver cada cierto tiempo con el mismo cariño y la misma reverencia de la primera vez.
· ALIENS. EL REGRESO (1986)
Si existe la secuela perfecta, es ésta y como tal debiera figurar en los manuales de cine, por la forma y por el fondo. James Cameron recogió un peliculón e hizo otro... que en realidad no tenía nada que ver con la anterior. Si Ridley Scott apostó por el terror, él lo hizo por el cine bélico, manteniendo el escenario de ciencia ficción y profundizando, como está mandado, en los personajes. Cogió la historia en un punto cercano al final de la primera entrega y expandió el universo con respecto a la película original. La incorporación de la reina Alien es una genialidad, como también la de Bishop, el personaje interpretado por Lance Henriksen o la niña Newt, una superviviente del ataque de los aliens. Tanto como la portentosa banda sonora que compuso James Horner. O el impresionante final, uno de los más emocionantes de la década, con un inolvidable duelo de titanes entre la mujer y la reina Alien. En realidad, todo. Para muchos, la mejor de la saga. Yo me sigo quedando con la primera. Aliens fue una de las primeras películas en tener un Director's cut.
Si existe la secuela perfecta, es ésta y como tal debiera figurar en los manuales de cine, por la forma y por el fondo. James Cameron recogió un peliculón e hizo otro... que en realidad no tenía nada que ver con la anterior. Si Ridley Scott apostó por el terror, él lo hizo por el cine bélico, manteniendo el escenario de ciencia ficción y profundizando, como está mandado, en los personajes. Cogió la historia en un punto cercano al final de la primera entrega y expandió el universo con respecto a la película original. La incorporación de la reina Alien es una genialidad, como también la de Bishop, el personaje interpretado por Lance Henriksen o la niña Newt, una superviviente del ataque de los aliens. Tanto como la portentosa banda sonora que compuso James Horner. O el impresionante final, uno de los más emocionantes de la década, con un inolvidable duelo de titanes entre la mujer y la reina Alien. En realidad, todo. Para muchos, la mejor de la saga. Yo me sigo quedando con la primera. Aliens fue una de las primeras películas en tener un Director's cut.
· ALIEN 3 (1992)
Como en las películas anteriores, la tercera entrega contó con un director no demasiado importante en su momento pero que se ha acabado consolidando: David Fincher. La diferencia es que ésta es la primera película de Fincher, y Scott y Cameron ya habían dirigido alguna cosa de más o menos importancia. Fincher sólo videoclips y anuncios. Y sale airoso del trance, lo que no es poco, pero su película se vio muy disminuida por la intervención de los productores. El director's cut es mejor que la versión que se estrenó en cines y aporta mucha información interesante. En todo caso, las nuevas características que otorgan al Alien no son muy del gusto de la mayoría de los seguidores de la saga. A mí no me chirrían tanto, pero prefiero la versión original. Fincher, en todo caso, toma como modelo el Alien de Ridley Scott y captura por momentos una atmósfera intersante, opresiva y gótica. Sigourney Weaver cerró la saga de Ripley con un buen y simbólico final, aunque en un desaprovechado entorno de una cárcel enteramente poblada por hombres. Mejor de lo que muchos creen, pero bastante inferior a las dos anteriores.
Como en las películas anteriores, la tercera entrega contó con un director no demasiado importante en su momento pero que se ha acabado consolidando: David Fincher. La diferencia es que ésta es la primera película de Fincher, y Scott y Cameron ya habían dirigido alguna cosa de más o menos importancia. Fincher sólo videoclips y anuncios. Y sale airoso del trance, lo que no es poco, pero su película se vio muy disminuida por la intervención de los productores. El director's cut es mejor que la versión que se estrenó en cines y aporta mucha información interesante. En todo caso, las nuevas características que otorgan al Alien no son muy del gusto de la mayoría de los seguidores de la saga. A mí no me chirrían tanto, pero prefiero la versión original. Fincher, en todo caso, toma como modelo el Alien de Ridley Scott y captura por momentos una atmósfera intersante, opresiva y gótica. Sigourney Weaver cerró la saga de Ripley con un buen y simbólico final, aunque en un desaprovechado entorno de una cárcel enteramente poblada por hombres. Mejor de lo que muchos creen, pero bastante inferior a las dos anteriores.
· ALIEN RESURRECCIÓN (1997)
En los manuales de cine, ésto tiene que aparecer como el mejor ejemplo de la desgracia de una saga. Nada que ver con el original, ni en la forma ni en el fondo, una realización torpe (de Jean Pierre Jeunet, lo que quizá influye en mi negativa visión de Amelie...), un guión malo de solemnidad y un desarrollo de la franquicia que roza la locura, con la invención de un ser híbrido entre humano y alien que mueve a la carcajada. La presencia de planos imposibles, marca de fábrica del director, contribuye al despropósito tanto como el imposible y absurdo regreso de Ripley, que para eso estaba mejor donde se quedó en la tercera película. Tiene una secuencia fascinante, una persecución de los aliens a los humanos bajo el agua, pero el resto de la película es no ya una pérdida de tiempo, sino un motivo para salir muy, pero que muy cabreado del cine ante tanto despropósito génetico-cómico. Tanto fue así que han tenido que pasar doce años para que alguien piense en hacer otra película de la saga. Por algo será.
En los manuales de cine, ésto tiene que aparecer como el mejor ejemplo de la desgracia de una saga. Nada que ver con el original, ni en la forma ni en el fondo, una realización torpe (de Jean Pierre Jeunet, lo que quizá influye en mi negativa visión de Amelie...), un guión malo de solemnidad y un desarrollo de la franquicia que roza la locura, con la invención de un ser híbrido entre humano y alien que mueve a la carcajada. La presencia de planos imposibles, marca de fábrica del director, contribuye al despropósito tanto como el imposible y absurdo regreso de Ripley, que para eso estaba mejor donde se quedó en la tercera película. Tiene una secuencia fascinante, una persecución de los aliens a los humanos bajo el agua, pero el resto de la película es no ya una pérdida de tiempo, sino un motivo para salir muy, pero que muy cabreado del cine ante tanto despropósito génetico-cómico. Tanto fue así que han tenido que pasar doce años para que alguien piense en hacer otra película de la saga. Por algo será.
· ALIEN VS PREDATOR (2004)
El cómic ya había unido previamente las dos franquicias de ciencia ficción más populares de la Fox, así que era cuestión de tiempo ver algo parecido en el cine. Y el resultado fue de lo más decepcionante. Un galimatías demasiado centrado en los humanos, en lugar de focalizar la acción en lo que importaba a los fans de ambas sagas: los aliens y los depredadores. La historia es tan tópica que da cierta risa, y eso que el flashback que ofrece toda la información, a pesar de todo, es lo mejor de la película. Eso y una sola de las peleas entre una criatura de cada raza, la única de todo el metraje en la que el espectador puede seguir lo que está sucediendo sin necesidad de marearse o sentir que no se está enterando de nada. Una pérdida de tiempo que, sorprendentemente y a pesar de su carácter de serie B cutre y moderna, con actores desconocidos, recaudó bastante dinero. Pero no se ganó el cariño de nadie.
El cómic ya había unido previamente las dos franquicias de ciencia ficción más populares de la Fox, así que era cuestión de tiempo ver algo parecido en el cine. Y el resultado fue de lo más decepcionante. Un galimatías demasiado centrado en los humanos, en lugar de focalizar la acción en lo que importaba a los fans de ambas sagas: los aliens y los depredadores. La historia es tan tópica que da cierta risa, y eso que el flashback que ofrece toda la información, a pesar de todo, es lo mejor de la película. Eso y una sola de las peleas entre una criatura de cada raza, la única de todo el metraje en la que el espectador puede seguir lo que está sucediendo sin necesidad de marearse o sentir que no se está enterando de nada. Una pérdida de tiempo que, sorprendentemente y a pesar de su carácter de serie B cutre y moderna, con actores desconocidos, recaudó bastante dinero. Pero no se ganó el cariño de nadie.
Cuando cabía pensar que la saga había tocado fondo, llegó esto. Sus responsables aseguraron que con esta, y dada la decepción de la anterior, querían satisfacer a los fans. Y creo que no es descabellado decir que la secuela es todavía peor que la original. Ya es decir. Un ejercicio de lamentable cine gore, más de serie Z que de serie B, que no duda en reírse de los personajes a los que quería hacer justicia y con unos diálogos tan absurdos que parecen escritos por niños de tres años. Lo mismo vista entre amigos, con grandes dosis de palomitas y muchísimo sentido del humor, es posible sacarle algo positivo, aunque la verdad es que lo dudo. Cuando le pusieron el subtítulo de Requiem, sabían lo que hacían: esto era el clarísimo fin de una saga de corto recorrido, la mezcla de aliens y depredadores, que no ha generado ni el más mínimo interés y que ha enterrado un poco más el prestigio de las dos sagas matrices. Depredador la asumirá ahora Robert Rodríguez desde la producción.
4 comentarios:
Yo me quedé en Alien 3. Después dejó de interesarme por completo. A veces hay que retirarse con elegancia antes de matar un personaje , tan bueno, en su momento , como este. No me extraña que Fincher siguiera el rigor formal del estilo Scott. Tanto él como su hermano o el mismo Cameron salieron de la publicidad. Ese mundo fue su escuela, como la de tantos otros, y además les permitió experimentar lo que acabarían introduciendo en sus films. Lo más memorable, el primer anuncio para el primer ordenador Apple. Si hasta ese momento el cine había influido notablemente en la publicidad, con estos realizadores se invirtieron los términos, y después se volvió a dar la vuelta al asunto gracias a ellos. De los hermanos Scott me quedo con la versatilidad de Ridley pero reconozco que me encanta el estilo dinámico de Tony, aunque sea tan identificable que a veces me parece estar viendo el mismo film una y otra vez, como en este último que está en cartelera con Denzel Washington y Travolta en un remake de un aslto a un tren.
Es el lado negativo de la "industria del cine", intentando buscar por encima de todo un beneficio de una franquicia aunque se resienta la calidad del producto. Si no, no hay más que mirar Terminator.
"Alien" me pareció grandiosa y "Aliens,el Regreso" espectacular. Un ejemplo de cómo, a partir de una misma historia, se pueden dar dos ópticas distintas y ambas fantásticas, sin caer en la repetición. Alien 3 bajó un poco el nivel, ya que, pese a ser visualmente atractiva (igual lo de los videoclips de Fincher lo explica), no acabó de aportar la originalidad que habían tenido las anteriores. Y cuando parecía que Jeunet debía aportar toda la creatividad que se le presume a un director europeo, salió la chapucera Alien 4, con un inicio interesante pero que, salvo en algunas escenas, se va "hundiendo" a medida que avanzan los minutos, respetando en exceso a los actores más conocidos.
Parece que, después, la imaginación se esfumó. Solo había que ganar dinero. Veremos que nos trae Scott, aunque en los últimos años ha perdido la capacidad de sorpresa de sus primeros años.
Bueno, como creo que tú también eres un exquisito gourmet en asuntos de rarezas, te invito a recoger un PREMIO que tienes en mi cocina.
A disfrtutarlo!!!
Jo Grass, coincidimos en casi todo. Interés hasta Alien 3 y preferencia por Ridley, aunque la mía es mucho más entusiasta. Ridley me parece un grande, que todavía nos puede dejar mucho cine. ¿Incluyendo el nuevo Alien? Ojalá. ¡Y gracias por el premio!
Reverendo, ojalá los directivos se dieran cuenta de que con imaginación también ganan dinero, saldríamos ganando todos...
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