Decir que Nicolas Cage lleva años de capa caída no es ninguna novedad. De hecho, nunca fue un superdotado para esto de la actuación. Pero aún así es un tipo que sigue haciendo películas. Muchas. Y normalmente bastante malas, por cierto (no hay más que recordar sus dos últimas, El aprendiz de brujo y En tiempo de brujas). No sé cómo ni por qué, pero sigue convenciendo a productores y directores para que le den el protagonismo de sus películas. Furia ciega es la última. Y si a Nicolas Cage le añadimos un guión disparatado, unas frases memorablemente horrendas, un tono paródico dentro de la misma parodia, un 3D tirando a infantil, la habitual niña rubia mona minifaldera, el topicazo de protagonista-huraño-pero-de-buen-corazón, unos toques de fantasía y mucha, mucha, mucha acción alocada y descontrolada... resulta que queda algo tan malo que a la fuerza divierte. Porque, que nadie se engañe, Furia ciega es una película mala. Muy mala. Pero como sabe que lo es, sobrepasa sinceramente la frontera de la carcajada y el entretenimiento con una facilidad asombrosa.
Y es quien intente encontrar algo sensato en Furia ciega lo lleva realmente claro. Ya en la primera escena quedan expuestas las pretensiones del filme. Si no le pilláis la gracia, si no pensáis al menos "vaya frikada marciana que ha hecho ahora este tío" con una leve sonrisa, dejadlo, esta no es vuestra película, porque quedan 100 minutos más con el mismo tono. El propio Nicolas Cage ya es casi una parodia de sí mismo, del héroe de acción que durante años se ha empeñado en interpretar. Verle con un atuendo a lo Terminator (rematado con las inevitables gafas de sol y un tupé... rubio) despierta ya hilaridad. Pero añadirle a su primera aparición un 3D tópico de balas que se dirigen a la cámara y cañones de escopeta que pretenden sobrepasar la pantalla e invadir el patio de butacas es el remate que necesita esa introducción para prepararnos: Furia Ciega va a ser un desmadre, ese es el pensamiento obligatorio que esa escena y un a priori surrealista prólogo despiertan. Luego resulta que el prólogo tiene su explicación, ya que no estamos sólo ante una delirante película de acción, sino que se trata de un gozosamente absurdo relato de fantasía.
Aclaradas esas premisas, falta por presentar lo inevitable: la rubia que acompañará a Nicolas Cage durante todo el metraje, a veces con un cortísimo pantalón vaquero, a veces con un ajustado vaquero completo, siempre con una muy escotada camiseta blanca, a veces con tirantes, a veces recubierta por una chaqueta pero siempre tan imposible de manchar como el rostro de la bella actriz de tener marcas de las heridas de las muchas peleas en las que se acaba metiendo. La actriz escogida es Amber Heard, un bellísimo maniquí que aún busca la película que coloque su foto en cuantas más páginas de Internet mejor y que hasta ahora sólo había destacado por interpretar al mismo personaje que Charlize Theron de joven en En tierra de hombres. Cuando su personaje, Piper, dice aquello de "putos adoradores del demonio" uno ya no sabe si está inmerso en el mundo surrealista de El gran Lebowski o si, por el contrario, sigue asistiendo a este festival pirotécnico, erótico y desmadrado. El caso es que cada vez que salta una frase tan memorable como la anterior, la carcajada es inevitable. ¿Es lo que buscaban los responsables de la película? Sólo cabe pensar que sí, y por eso, por su sinceridad, casi merecen un aplauso.
El director y guionista de este (siempre y cuando, insisto, se vea con el humor adecuado)desternillante desaguisado es Patrick Lussier, editor de un buen puñado de películas desde los años 90, incluyendo las de la saga Scream, y director de Dracula 2001, White Noise 2 o Un San Valentín sangriento. Dudosas credenciales. Su forma de rodar se acerca a la de cualquier otro. Mucho ruido, muchas explosiones, planos a cámara lenta diseminados por aquí y por allá. Más o menos lo de siempre. Y por eso todo queda en manos de la gracia que pueda despertar su guión y del carisma de los actores. Y si Nicolas Cage tiene algo, aunque sea para odiarle, lo cierto es que el amo y señor de esta película, con permiso de Amber Heard y su pelea contra otra mujer desnuda en plena calle (sí, tal cual), es William Fitchner, un secundario muy habitual que tuvo su última aparición destacada en la primera escena de El Caballero Oscuro. Él, mejor que nadie, entiende el tono absurdo que requiere la película y, en especial, su personaje para que pueda tener una mínima aceptación.
La verdad es que tampoco hay muchas vueltas que dar. Esta es una película en la que un tipo misterioso tiene una misión peligrosísima, rescatar a un bebé de un culto satánico que pretende sacrificarlo para cambiar el orden establecido. Por el camino, conseguirá que una mujer atractiva le acompañe, habrá algunos desnudos, muchas explosiones, peleas de todo tipo (me vais a perdonar que insista en la pelea entre Amber Heard y otra mujer desnuda, porque sí no tendría que deciros que Nicolas Cage mata a cuatro tipos mientras, y digo mientras, protagoniza una escena de sexo y no es plan de apostar por esa secuencia, vaya...), efectos especiales y un 3D casi tan paródicos como el tono de la película y un clímax final que, por supuesto desembocará en un epílogo abierto, no vaya a ser que el invento tenga éxito y todo. Se están empezando a poner de moda estas marcianadas que no hay por donde coger pero que, en el fondo, tienen su punto. Sólo con el espectador en el humor y la compañía adecuadas, pero ésta tiene su punto. Incluso siendo una película de Nicolas Cage. Incluso aunque quien lea lo que estoy escribiendo piense que me he vuelto loco.
4 comentarios:
Cuando vi el anuncio de esta peli pensaba que era el remake de una que hizo Rutger Hauer en 1990,que se titula igual y en la que el prota es un ciego que sabe artes marciales.De hecho como en el trailer sale Nicolas Cage con gafas de sol estaba casi segura de que era un remake,pero veo que lo único que tienen en común es el título.
A mí Nicolas Cage me gustó en "La roca" y creo que puede hacer de poli en intrigas como "Snake eyes",pero convertirlo en un héroe de acción me parece surrealista,no le pega nada.
En fin,otro actor cuya carrera se trunca por ir a lo comercial después de ganar un Oscar.
A mí Nicolas Cage ya hace años que me aburre... cierto que no le pega nada lo de héroe! Buenísimo como siempre Juan!! :))
Moraleja: Nunca veas una película de un actor que le haya puesto a su hijo Kal El.
Recuerdo que cuando gano su Oscar solo su esposa se paró a aplaudirle y ahora no tiene ni a esa esposa (La Arquette)ni carrera
Doctora, pues ahora que la has mencionado es verdd que recuerdo esa película de Rutger Hauer, aunque no la he visto. El caso es que Nicolas Cage tiene alguna que otra película que me gusta, pero él no me convence nada de nada. Nunca lo ha hecho. Ahora, como está arruinado y necesita dinero, ya hace cualquier cosa. Pero insisto en que ésta me ha divertido, por difícil que sea de creer.
Van, muchas gracias. Todavía no tengo muy claro qué le puede pegar a Nicolas Cage, pero ahí sigue el tío...
Gallo, lo del nombre de su hijo es algo que me viene haciendo gracia desde hace años... Nicolas Cage hizo con eso que la etiqueta de friki quedara mucho más limitada para los demás.
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