martes, diciembre 22, 2009

10 PELÍCULAS... del uno al diez

Los números son parte de nuestra vida y el cine no es una excepción. Hagamos una particular cuenta del uno al diez a través de títulos de películas. Podrían haber sido otros muchos filmes, porque los números abundan en los títulos, pero estos son los escogidos.

1. Uno de los nuestros
Para muchos, una de las mejores películas de Martin Scorsese, aunque es difícil saber cuáles son las mejores en una filmografía tan impresionante, y pese a todo una de las que menos parece haber calado en la gente. Todo el mundo recuerda Taxi Driver, pero pocos tienen en la memoria escenas de Uno de los nuestros. Lo que sí es impresionante es ver cómo el trío formado por Robert De Niro (¿cuándo dejó de ser este actor inconmensurable...?), Ray Liotta y Joe Pesci componen uno de los grupos más inolvidables del cine de mafiosos. Violenta como ella sola, incluso en lo verbal (la palabra “joder” se pronuncia 296 veces en sus 146 minutos... y casi la mitad las dice el personaje de Pesci).

2. Dos hombres y un destino
Antes de El golpe, dos de las grandes estrellas del momento, Robert Redford y Paul Newman, se unieron para protagonizar un atípico western. Atípico por sus protagonistas, dos ladrones de bancos cuya historia no se refleja con absoluta fidelidad a los personajes reales, y también por su insólito, poético y hermosísimo final (absurdamente adelantado por el absurdo título en castellano de Butch Cassidy and the Sundance Kid). Maravilloso guión de William Goldman. Quien no haya visto la escena de la bicicleta bajo los acordes del Raindrops sep fallin’ on my head (canción ganadora del Oscar), tiene pendiente todo un clásico, recomendable para todo el mundo, le guste o no el western.

3. El tercer hombre
¿Qué no es inolvidable en esta película de Carol Reed? Sobresalen las actuaciones de Joseph Cotten y del gran Orson Welles, pero todos brillan de la mano del prodigioso guión de Graham Greene (mejor que la novela que escribió previamente con el libreto cinematográfico en la mente). Inolvidable la aparición de Welles en escena, saliendo de las sombras y arqueando la ceja. Pero también es inolvidable la música de cítara de Anton Karas. O el opresivo ambiente de la Viena dividida en cuarto sectores. O la escena y el diálogo en la noria. O ese inigualable plano secuencia final (que Scorsese homenajeó en Infiltrados). O el clímax en las alcantarillas. O todo. Qué obra de arte.

4. Los Cuatro Fantásticos
¿Cómo conseguir que naufrague y a la vez entretenga una adaptación de cómic? Ésta es la respuesta. Logra lo más difícil, y es conseguir que los personajes cobren vida (al menos la mayoría de ellos; el Doctor Muerte es una triste caricatura del villano original), pero después se queda a medio camino en casi todo. Le falta espectacularidad, le falta espíritu, le falta un guión a la altura (la batalla final tampoco hubiera estado mal mejorarla, pero fueron necesarios cambios de última hora porque Los Increíbles había llegado antes a los cines). Pero al final resulta que entretiene. Una de esas películas con la que no muchos cinéfilos confesarán haber disfrutado. Igual de mala y a la vez de entretenida que su secuela.

5. El quinteto de la muerte
Cuando cinco atracadores intentan dar el golpe a un banco a través de la habitación que le alquilado a una anciana viuda, todo es posible. Con Alec Guinness y Peter Sellers a la cabeza, lo único que se tiene asegurado es la carcajada. Una divertidísima comedia británica que triunfa porque mezcla humor negro, irónico, inteligente y el más puro gag. Muchos han querido ver en la película una metáfora sobre la caída del Imperio británico y, aunque nunca fue un tema presente en la escritura del guión, así lo confirmó en su momento su director, Alexander MacKendrick, que aquí alcanzó la gloria y cotas que nunca repitió. Y luego llegaron los hermanos Coen y realizaron un remake vergonzoso que el único humor que supone incorporar a la delirante y desternillante historia original fue el escatológico.

6. El sexto sentido
La película que lanzó al estrellato al director M. Night Shyamalan. Una preciosa historia de amor (sí, de amor) y suspense, condicionada por una sorpresa final que a estas alturas todo el mundo conocerá y que en su momento fue todo un bombazo. Y por eso mismo, es el momento de reivindicar nuevamente este drama sobrenatural, porque aún conociendo el desenlace es casi seguro el disfrute con este filme. Popularizó para siempre la frase de “en ocasiones veo muertos”. Bruce Willis convence (a pesar del tupé de esa escena) y el chaval Haley Joel Osment nos demuestra que el talento no tiene edad (¿o lo que tiene en algunos casos es fecha de caducidad?). Un pequeño clásico.

7. Seven
Qué difícil es revolucionar un género, pero justo eso es lo que hizo David Fincher con Seven. El thriller policiaco se estaba convirtiendo en algo rutinario y anodino hasta que apareció este John Doe que asesina basándose en los siete pecados capitales. Brillantes Kevin Spacey y Morgan Freeman (como si alguno de los dos pudiera estar mal...). Brad Pitt casi estropea la película, sobre todo en la tensa, enigmática y llena de suspense escena final. Fincher crea una atmósfera oscura y lluviosa ya imitada hasta la saciedad, rueda un guión espeluznante y preciso, sorprendente desde el primer hasta el último minuto. ¿Ya han pasado quince años desde que se estrenó...?

8. Alien. El octavo pasajero
Un escenario cerrado, siete seres humanos... y el octavo pasajero. En realidad tendría que ser el décimo, si contamos al gato y al ordenador de la nave, la mítica e inolvidable Nostromo. ¿Qué se puede decir que no se haya dicho ya de este clásico inmortal? Quizá que es la mejor película de Ridley Scott, con permiso de Blade Runner. Quizá que es más una historia de terror que de ciencia ficción, a pesar del envoltorio. Quizá que cuenta con el extraterrestre más intrigante y original que jamás se haya visto en una pantalla de cine (¿visto? Sólo al final...). Quizá que, puede que sin saberlo, creó a la heroína moderna de ficción en la piel de Sigourney Weaver. Quizá que quien no la haya visto todavía tiene ante sí un tesoro que me encantaría volver a descubrir por primera vez.

9. Nueve semanas y media
Todo un mito erótico del cine de los años 80. Cuando Kim Basinger se mostró al mundo, físico por delante, y cuando Mickey Rourke era una estrella, por mucho que eso pueda sorprender hoy en día (menos desde su regreso a la primera línea, aunque a mí El luchador me impresionara más bien poco). Lo que sí sorprende es que esta película del montón cobrara una fama inusitada en su momento y permitiera a Adrian Lyne hacer una y otra vez películas con el morbo como único argumento. Vale que la escena del striptease de Kim Basinger y la música de Joe Cocker se convirtieron en auténticos iconos eróticos, pero de ahí a pensar que ésta es una buena película, va un trecho. Un trecho inmenso. Pero es de esas que hay que ver, aunque sólo sea para criticarla. O compartirla.

10. Los diez mandamientos
Hubo un tiempo en el que el espectáculo en el cine tenía sólo un nombre: Cecil B. De Mille. ¿Película grandiosa y épica? Tenía que ser suya. Y así sólo él podía rodar la más ambiciosa versión de la historia de Moisés, después de haberla filmado él mismo, con menos medios y menos espectacularidad, más de tres décadas antes. Los diez mandamientos lo tiene absolutamente todo en sus casi cuatro horas de duración. Sobre todo un reparto brutal encabezado por Charlton Heston y Yul Brynner. Y unos efectos especiales que en su día eran el no va más. Hoy todo se haría por ordenador. Entonces requirió la mayor superproducción de la época. Cine con todo el sabor del Hollywood más clásico. Cine del que ya no se hace ni se hará nunca más, porque el ordenador ya lo hace todo.

5 comentarios:

Doctora dijo...

Me ha gustado mucho la entrada,pero a ver como comento todo lo que quiero sin alargarme mucho.Para mí "Uno de los nuestros" es con "Una historia del Bronx" la mejor película de mafiosos que he visto y el final del personaje de Pesci es una maravilla (mucho mejor y más sutil que el que le dieron en "Casino").
No he visto la primera parte de "Los 4 Fantásticos",pero cuando vi la segunda me quedé con la sensación de que la habían hecho exclusivamente por la persecución de la Antorcha Humana a la Estela Plateada (escena que por otro lado pusieron integramente en los trailers,jodiendo así lo mejor de la peli).
De "El sexto sentido" me jodieron el final y no sé qué habría sido de la carrera de Morgan Freeman sin "Seven".
Pues eso,que me ha molado la entrada,muy trabajada.

Reverendo Pohr dijo...

Ingenioso, ingenioso. Aunque en el cuatro, me hubiera quedado con "El Cuarto Protocolo" antes que con "los 4 fantásticos"... Pero supongo que la tentación de ubicar género-cómic era grande, ja,ja.

C.C.Buxter dijo...

Ah, cómo echaba de menos tus decálogos, jaja...

Ante todo, decir que comparto todo lo que dices de "El tercer hombre", incluido que es mejor que el libro y que la secuencia final es magistral. "Seven" es muy grande, igual que "El sexto sentido". Por lo demás, que sepas que "la Roca" está encarnada por Michael Chiklis, el Vic Mackey de mi adorada "The shield" (sin tanta piedra encima es más expresivo).

Respecto a otras películas, pues puedes poner "Uno, dos, tres" de Billy Wilder en el apartado que quieras; tenemos también "Cuatro bodas y un funeral". Willis estuvo menos afortunado con "El quinto elemento"... Seguimos con "Seis grados de separación", una magnífica (y casi desconocida) película protagonizada por un joven Will Smith. En el siete encaja a la perfección "Siete novias para siete hermanos", una película que, hoy día, es políticamente incorrecta (recreando el mito del rapto de las sabinas, las hermanas secuestradas se enamoran de los secuestradores... Aído la prohibía seguro). Eminem se crió en la Octava Milla de Detroit, y de ahí nació "Ocho millas". Y como con el nueve y el diez no me sale nada, Google me sugiere "Nueve reinas" y "Diez razones para odiarte", que no he visto. Para compensar, si tu lista fuese un poco más larga hubiese añadido "Doce del patíbulo" y "Doce hombres sin piedad".

C.C.Buxter dijo...

Esto no tiene nada que ver con la entrada, pero creo que te interesará. Si vienes a Barcelona no puedes dejar de ir a Norma Comics, una tienda de comics cerca del Arco de triunfo. Fui la semana pasada para comprar un regalo del amigo invisible y, si uno es un fanático de los comics, debe ser una gozada: una planta dedicada a novela gráfica, otra a manga y una tercera a comic americano. Además, está todo lleno de objetos de lo más friquis: miniaturas y muñecos de la guerra de las galaxias, capas numeradas de Superman, cascos de los 300 espartanos... había hasta cinturones de Pressing Catch.

Por cierto, al final fui a lo seguro: compré "Maus".

Juan Rodríguez Millán dijo...

Doctora, muchas gracias. No soy capaz de decidir si es mejor Casino o Uno de los nuestros... Totalmente de acuerdo con los de Los 4F y con Morgan Freeman (a pesar de ser un actorazo).

Reverendo, sé que habia cuatros mejores, pero ya sabes que hay que intentar colar los vicios de alguna forma, je, je, je...

C.C.Buxter, pues me alegro de que hayas vuelto justo con un decálogo, je, je... Muy buenas sugerencias las tuyas también, sí señor. Y tiendas de cómics y cine frecuento bastante aquí en Madrid. Cuando vaya a Barcelona pasaré por allí, no lo dudes...