Desde Sangre fácil hasta Quemar después de leer han pasado 25 años y trece películas escritas por Ethan y Joel Coen y dirigidas por el segundo. Autores que, por lo general, cuentan con el fervor de la crítica. Durante algún tiempo, contaron con el mío. Y ahora, por fin, me doy cuenta de cuál es el problema de sus películas: no se quedan en la memoria. No importa que sean buenas, malas o regulares, los Coen como cineastas no consiguen capturarme, no dejan una huella imborrable en mis sueños cinéfilos, no consiguen que sus historias o sus personajes perduren en mi cerebro. Insisto, y eso es lo más curioso, sucede con casi todas sus películas, también con aquellas que recuerdo que me gustaron cuando las vi en su momento. Porque me gustó Fargo, pero ahora mismo no soy capaz de recordar por qué, qué es lo que me hizo disfrutar de ella o alguna escena en concreto. Lo mismo me sucede con Muerte entre las flores. O con Barton Fink.
Hay dos excepciones a este olvido sistemático. Una es obvia, es El gran Lebowski. Para todos aquellos que hemos alabado en alguna ocasión el cine de los Coen, ésta es nuestra película sin duda alguna. No todo el mundo la pilla, no todo el mundo entiende este humor. Pero si entras en el juego de la película, sus escenas y sus personajes sí perdurarán en la memoria. El Nota es el Nota. En la segunda excepción, debo ser un ejemplar único: El gran salto. Es, de largo, la película más criticada de los Coen. Y el motivo es que muchos ven en ella una traición al estilo de estos dos singulares hermanos, ven un espíritu mucho más cercano a Frank Capra y ya se sabe que tanto optimismo, tanta bondad, ya no vende en nuestros días. Qué demonios, en realidad no vendía ni en los de Capra, un director que fue ninguneado con demasiada frecuencia por sus contemporáneos. Quizá El gran salto también cobre más valor en el futuro, porque ni con la muerte de Paul Newman se ha recordado demasiado.
Después de ver Lebowski y todas las películas ya mencionadas, había que profundizar en el cine de los Coen. Sangre fácil y Arizona Baby me parecieron en su día excentrícas pero curiosas. No me enamoraron, pero tampoco me generaron rechazo. Eso comenzó a llegar con O Brother. No la entendí en absoluto y no me hizo gracia. Me salté El hombre que nunca estuvo allí y Crueldad intolerable, y así llegué a Ladykillers. Y descubrí que los Coen se habían quedado sin ideas, masacrando un clásico de la comedia como El quinteto de la muerte. Tres años después llegó No es país para viejos, a la que todavía no le he visto la genialidad por ningún lado. Y un año más adelante Quemar después de leer, que seguro que se lo pasaron bomba rodándola, pero yo ya la he olvidado. Como El hombre que nunca estuvo allí, que la vi la semana pasada y me pareció un flojísimo intento de homenajear al cine negro (el planteamiento me recordó por momentos al clásico El cartero siempre llama dos veces; sobra decir que esa es una genialidad y las de los Coen no me lo parece en absoluto). Por Crueldad intolerable no creo que pase. ¿Una comedia romántica de los Coen?
Y ahora leo que el siguiente proyecto de los Coen es un remake de Valor de ley. Ni más ni menos que una película de John Wayne, concretamente la que le valió el Oscar al mejor actor. No la he visto, tengo que confesarlo. Pero, habiendo revisado casi toda la filmografía de los Coen, no soy capaz de ver a estos dos hermanos revisando un western. No hay nada en su cine (ni siquiera el tiroteo de No es país para viejos) que apunte al éxito, y tampoco soy capaz de imaginar la excentricidad con la que, sin duda, van a sorprendernos para suplir al mito del Oeste por excelencia en la versión moderna. Dicen que el protagonismo de este remake no va a estar en el personaje que hizo John Wayne, sino en el de la chica de 14 años que busca al asesino de su padre en territorio indio con la ayuda de aquel y otro hombre de la ley. Y he sentido pánico sólo de pensarlo. Puro pánico. Veremos qué sale...
3 comentarios:
Bueno,en la original la chica ya tenía bastante protagonismo,aunque la estrella de la peli era indiscutiblemente John Wayne (más gordo que nunca).Hasta hicieron una segunda parte,"El rifle y la biblia" con Katharine Hepburn.¿Un remake?,pues muy mal.A ver quien tiene cojones de hacer el mismo personaje que Wayne.
De esta gente sólo he visto "No es país para viejos" y me pareció una tomadura de pelo.Parece que está mal escrita,mal estructurada.
hey hola, si yo tampoco le encontre nunca lo magnifico a sin lugar para los dèbiles, y no soy su fan y creo que quemese despues de leer es de lo mejor pero si exacto es 1 cine q no provoca emociones q perduren, pero bueno ahi queda
Doctora, eso mismo pienso yo, que a ver quién es el listo que hace de John Wayne... Totalmente de acuerdo con lo que dices sobre 'No es país para viejos'...
Roger, a mí Quemar después de leer no me dice mucho, pero conozco gente que se lo ha pasado genial viéndola.
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