sábado, febrero 14, 2009

'Slumdog millonaire', mejor documento social que película

La sorpresa del año no me parece que lo sea tanto. Slumdog millonaire llega precedida por un torrente de premios y nominaciones y del aplauso crítico prácticamente unánime. Por la forma en la que está construída y por los defectos que tiene, me quedo con la sensación de que tiene mucho más valor como documento social que como película. Interesa mucho más descubrir y describir muchas cosas sobre la India que el común de los mortales (y de los turistas) no suele conocer, que la epopeya de un joven que, por amor, acaba concursando en el Quiero ser millonario de ese país. Interesa mucho más ver la mendicidad de los niños, la violencia que se ejerce sobre ellos, las bandas organizadas o la actuación policial, que el cuento de hadas en el que se quiere convertir Slumdog millonaire (sensación que no termino de tener por un detalle que no puedo revelar sin reventar la película).

La historia de la gestación de Slumdog millonaire casi merecería una película. La filial de cine independiente de Warner pasó a mejor vida y uno de los proyectos a los que afectó fue éste. Durante un tiempo se pensó en estrenarla directamente en DVD, y al final se acabó distribuyendo en colaboración con la filial para este tipo de cine de 20th Century Fox. El director de la película es Danny Boyle. Su título más representativo sigue siendo el que le lanzó a la fama, Trainspotting, todo un fenómeno cultural en su momento (mucho más que estrictamente cinematográfico). Rompedor hasta la médula (aunque seguro que menos de lo que él pretende), lleva eso hasta el extremo en esta película, en sus encuadres imposibles, en su montaje acelerado y en un escenario muy difícil de retratar (para que India quedara realmente reflejada, contó con la colaboración de una codirectora, Loveleen Tandan) pero que capta muy bien.

Decía que pretende ser un cuento de hadas. Pero se le escapan ciertas cosas para serlo. El final es demasiado previsible como para lograr la emoción que espera (y merecería) despertar. La historia, de partida, es preciosa. Slumdog millonaire relata como un chaval sin recusos de Bombay acaba poniendo a todo el país delante de la televisión para ver si consigue ganar el gran premio de Quieres ser millonario. El guión, narrado durante tres cuartas partes de la película con flashbacks intercalados, deja muchos agujeros, no juega con las elipsis tan bien como podía haberlo hecho. Falta información y, sin embargo, alguno de los episodios se antoja demasiado largo. Otros, en cambio, son impresionantes, dramáticos o divertidos, como por ejemplo cuando el joven protagonista decide lanzarse a un pozo de heces (tiene una obsesión Danny Boyle con los retretes...) con tal de llegar a tiempo de que su estrella de cine le firme una foto. Por eso tiene la película un ritmo algo irregular.

Uno de los detalles que se pierde con el doblaje es uno de los aspectos que contribuyen decisivamente a que la atmósfera de la India esté adecuadamente captada en la película. Boyle la rodó en un 20 por ciento en hindú, proyectándose con subtítulos en inglés. Pero en España la vemos íntegramente doblada. Los actores en su conjunto hacen un trabajo muy interesante, en especial Amil Kapoor (como el presentador del concurso) y los dos protagonistas, Dev Patel y Freida Pinto. Y teniendo en cuenta que es un programa que ha tenido notable éxito en España es inevitable pensar cómo habrían sido las escenas del concurso con el presentador que tuvo en España, Carlos Sobera.

Otra cosa que no termina de convencer de Slumdog Millonaire es que tiene muchas cosas ya vistas. Y su trasfondo televisivo encuentra dos claros referentes, dos excelentes películas como son Quiz Show y El show de Truman (no profundizo más en los paralelismos para no destripar a nadie ésta película, pero sí quiero decir que desde mi punto de vista sale perdiendo la cinta de Danny Boyle con respecto a las otras dos). La Academia (y otros muchos premios) se ha volcado con esta película y le ha dado nada menos que diez nominaciones a los Oscar. Para mí, excesivas, y más teniendo en cuenta lo que se ha quedado por el camino. Además, la comparación con las dos películas anteriores, a las que ignoró, es un punto más en su contra. Parte en buena posición en las apuestas, pero para mí queda como la apuesta exótica de Hollywood (esta vez, y esa es la novedad, con una película británica), como lo fue Juno el año pasado o Pequeña Miss Shunshine hace dos.

Aunque parece que he hablado más de lo negativo que de lo positivo, Slumdog Millonaire es una buena película. Entretiene mucho y está correctamente construida hasta un tramo final que busca el cuento de hadas y se queda en cierta inverosimilitud. Pero no acabo de ver tanta genialidad como había leído antes de entrar en la sala.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo todavía no vi ésta película... Honestamente, me negué casi a verla porque creo que ha habido películas geniales que fueron ignoradas, mientras a ésta le llueven premios y reconocimietos...

No digo que sea una cinta mala, pero realmente creo que su éxito se debe a que "sus complementos" (quiero decir, el lugar en que se filmó, el que hable de pobreza, el idioma...) llaman la atención en Hollywood, que últimamente está queriendo borrar una vieja etapa en la que sólo se tomaban en cuenta super producciones y mega estrellas...

En fin, quizás la película sea buena (no la vi), pero me suena más a que se trata de "mucho ruido y pocas nueces"...

Estela dijo...

No la he visto todavía pero me llama bastante, y después de leer que tiene algo que ver con el Show de Truman...(Esa película me encantó!) Aún me llama más, en cuanto tenga un huequito y la vea te daré mi opinión!
Un besinn!