viernes, agosto 05, 2016

'Escuadrón Suicida', DC sigue sin encontrar su lugar

Por Sonia Rodríguez Fernández.

Lejos de ser una película de superhéroes cómo las que venimos viendo de un tiempo a esta parte, y más del estilo de Deadpool por su peculiar humor y personajes, Escuadrón Suicida, la nueva película procedente del universo DC y dirigida por David Ayer (director de otros filmes como Corazones de Acero y guionista de Training Day), se queda a las puertas de nuevo, como ya ocurrió con Batman v Superman, del sí pero no a la hora de convencer, tanto en personajes como en trama argumental. Aunque ágil y entretenida, comete el fallo de centrarse más profundamente en unos personajes más que en otros, no ser muy fiel a la historia, y utilizar un malo más malo todavía que los protagonistas que convierte la película más en una trama de ciencia ficción que en una historia propia de los cómics de DC.

Escuadrón Suicida cuenta con un elenco de lujo: Margot Robbie (El lobo de Wall Street, Tarzán), en el papel de Harley Quinn, Will Smith (Ali) como Deadshot, la modelo Cara Delevigne (Ciudades de papel) como Encantadora, Jai Courtney (Terminator Génesis) cómo Capitán Boomerang, Adewale Akinnuoye-Agbaje (Thor. El mundo oscuro) irreconocible como Killer Croc, Karen Fukuhara como Katana y dirigiéndoles a todos ellos para evitar el desmadre, el teniente Flag encarnado por Joel Kinnaman (Robocop). En torno a este alocado grupo se erige la Agente Amanda Waller (Viola Davis), propulsora del proyecto que pone en la calle a este particular grupo. Destacan también las apariciones de, por un lado, el singular Jared Leto (Dallas Buyers Club) cómo el excéntrico Joker, y por supuesto del justiciero de Gotham City, Batman, papel que ya ha hecho suyo Ben Affleck desde su aparición en Batman v Superman.

¿Y qué hay de bueno en esta ambiciosa producción? El ritmo, que es dinámico y hace entretenida la película. La música, con temas de ahora y de siempre, como se suele decir, aportando mucho a la trama, como ya se hizo con los Guardianes de la Galaxia, con temas cómo Without Me de Eminem o Know Better de Kevin Gates. Una conseguidísima Harley Quinn, demostrando que Margot Robbie se adapta a lo que echen, y un Batman, que, a pesar de su breve aparición, deja claro que, aunque fue muy criticada, la elección de Ben Affleck fue todo un acierto. Gran parte de la trama cumple con su cometido, mostrarnos el trasfondo de la historia: que ni los malos son tan malos, ni los buenos son tan buenos, y, que definitivamente, la unión hace la fuerza.
  

¿Y lo malo? Desgraciadamente más que lo bueno... Un Capitán Boomerang totalmente irrelevante para la trama, rayando lo absurdo, una Encantadora sobreactuada e insípida, un favoritismo por algunos integrantes del Escuadrón, a saber Smith y Robbie, y lo más impactante: El Joker. Meses nos llevan pintando un Joker sádico y terrorífico que no se ha quedado más que en agua de borrajas. Primero, por la caracterización absurda a caballo entre un mafioso y un matón tatuado; segundo por perder la esencia del Joker como personaje; y tercero, por la vuelta de tortilla a toda la historia entre él y Harley Quinn (cierto es que la química conseguida entre ambos es muy buena) que hace plantearse si los guionistas se han leído los cómics que intentan plasmar en algún momento. Difícil lo tenía, es cierto, Jared Leto después del JOKER, con mayúsculas, que nos dejó Heath Ledger, pero nada que ver con lo que se nos hizo creer y no fue. En definitiva, DC todavía sigue sin encontrar su lugar, pero es un pequeño paso hacia el camino correcto.

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