No se puede decir que Young Ones, el primer filme de Jake Paltrow, llegue a decepcionar, pero tampoco llega a enamorar. No le faltan las grandes ideas narrativas y visuales para montar un western de ciencia ficción llamativo e interesante, pero sí adolece de una historia más compleja y ambiciosa que le hiciera más justicia. Y no hay que infravalorar el espléndido reparto que ha sabido conformar, pero no termina de colmar sus aspiraciones sobre todo en el caso de un personaje femenino, el de Elle Fanning, que sabe muy a poco. Quizá una mejora de ese personaje habría bastado para que esta historia fuera una muestra de género mucho más completa, e incluso rompiera por completo las sensaciones de intrascendencia que sí puede dejar en algunos momentos. Young Ones no termina de ser la película que podría haber sido, aunque sí es suficiente para que el nombre de su director se anote por encima de ser el hermano de Gwyneth Paltrow.
Como guionista y director del filme, Paltrow peca de poco ambicioso cuando todo parecía jugar a su favor para lanzarse sin reparos a contar su historia desde el punto de vista más valiente posible. Traza con bastante acierto un mundo cuasiapocalíptico en el que el agua se ha convertido en el bien más preciado por su escasez y donde el entorno recuerda al del viejo oeste, no sólo por esas áridas llanuras y rocosas colinas en las que acontece la historia sino también por la violencia que hay en ese mundo. La tecnología, que es lo que indica que estamos ante un escenario propio de la ciencia ficción, no se manifiesta en las armas sino en la especie de droides que se utilizan. El planteamiento es, como poco, interesante. Y que Paltrow quiera desarrollar en él una historia sobre la familia y sobre la paternidad es hasta audaz. Pero no termina de evolucionar tanto como la historia necesitaba y eso minimiza el efecto que provoca la película.
Es el personaje de Fanning el que mejor ejemplifica que Young Ones no llega hasta debería. La última escena que comparte con un fantástico Nicholas Hoult, que sigue construyendo una filmografía de lo más interesante, es la prueba de que su personaje daba para mucho más. Pero se convierte en un eslabón muy débil, en el lado quebrado de un cuadrado emocional que sobre el papel se antojaba fascinante. Y no por la labor de la actriz, que por momentos encuentra los picos de intensidad que requiere el personaje, sino porque este está completamente desdibujado en el guión. Ahí es donde falta ambición. Quizá también en la primera de las tres partes en las que Paltrow divide la película, muy expositiva de un mundo con indudable atractivo y un personaje, el de un siempre imponente Michael Shannon, pero poco incisiva en realidad, a pesar de que es ahí donde se gesta todo lo bueno de la película.
Eso parece llegar en el tramo medio y en el final, pero para entonces ya ha quedado claro que la historia no va a ir demasiado lejos, al menos no tanto como podía haber ambicionado. Dicho esto, quizá esté quedando la impresión de que Young Ones es peor película de lo que realmente es, cuando se trata de una atractiva incursión en la ciencia ficción, muy superior a otras muchas que sí consiguen llegar a los cines (se estrena en el mercado de vídeo y bajo demanda), que además cuenta con un sensacional reparto, elemento que por sí solo ya justifica la cinta. No, no es mala película en absoluto, está bien planteada y bien rodada, con un atractivo uso del montaje y con una arriesgada elección de puntos de vista, incluso con unos efectos especiales bastante resultones para ser una cinta de bajo presupuesto. Pero da cierta rabia que su calidad quede por debajo de lo que merecía llegar y de lo que cabía esperar. Interesante, pero algo escasa.
(Young Ones se estrena en vídeo y plataformas de alquiler)
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