Hasta el mejor escribano echa un borrón, asegura el dicho popular. Y es cierto. En cine, es prácticamente imposible encontrar una filmografía inmaculada o desprovista de algún título que no colmara las expectativas de quienes habitualmente disfrutan con sus películas. Hay directores que alternan buenas y malas películas. Hay otros que, en realidad, sólo tiene una que me chirríe especialmente entre tanta genialidad. Una en la que piense que no es posible que sea ese adorado cineasta el que se ha colocado detrás de la cámara. Estas son diez, ordenadas alfabéticamente según el apellido de sus directores.
· Tim Burton: Alicia en el País de las Maravillas (2010)
Adoro a Tim Burton desde siempre. Recuerdo la fascinación que me provocó Bitelchús, su segunda película, y esa es una sensación que ha ido creciendo película tras película, con la construcción de un universo personal y fantástico. Hasta que llegó su visión de Alicia en el País de las Maravillas. Sí, tiene las criaturas y los escenarios que uno podría esperar de Burton, pero le falta su magia, su espíritu, su belleza. Mucho artificio digital, pero nada de lo que encandilaba en Eduardo Manostijeras, en Pesadilla antes de Navidad, en Batman, en Big Fish. Incluso en El planeta de los simios, película que siendo todo lo plana que es al menos se convirtió en un divertido espectáculo pirotécnico. ¿Pero Alicia? No me convenció nada. Menos que nada su protagonista, Mia Waiskowska, pero tampoco me convenció un Johnny Depp más sobreactuado de lo normal. Fue una decepción.
· James Cameron: Titanic (1997)
Cuesta creer que un director que ha dado tantas horas de diversión se esté convirtiendo en uno de los que más me aburren... justo cuando tiene un éxito descomunal e incomparable. Terminator y su secuela, Aliens, Abyss... En los años 80, en los grandes años 80, era uno de los grandes nombres de la fantasía y la ciencia ficción. Pero llegó la película que me rompió el mito. Y no es Avatar, que no es que no me guste, pero me pareció muy sencillita para ser la película con la que iba a cambiar el mundo del cine. Hablo de Titanic. Nada menos que uno de los títulos que más Oscars ha cosechado. Pero no, no aguanto esa película. Y eso que desde niño me fascinó la tragedia del transatlántico insumergible que chocó contra un iceberg. Pero es que la veo aburrida, tópica, incluso repetitiva. No me provoca la misma emoción que a casi el resto de los mortales. Sí, los efectos visuales y el hundimiento del barco son espectaculares... ¿pero 194 minutos para eso? La película dura más que el mismo hundimiento del Titanic a tiempo real. Y recuerdo historias de amor mucho más bonitas en el cine.
· Brian De Palma: La dalia negra (2006)
El precio del poder, El fantasma del paraíso, Atrapado por su pasado, Carrie, Los intocables de Eliot Ness, Misión imposible... Incluso gracias películas menos apreciadas como Ojos de serpiente, La hoguera de las vanidades, Redacted o a sus nada velados homenajes a Hitchcock de sus primeros años de carrera, Brian De Palma siempre me ha parecido un director interesantísimo. Hasta que llegó La dalia negra (incluso un poco antes, cuando estrenó Femme fatale, la verdad). Lo que tendría que haberse convertido en el resurgir del cine negro, adaptando una novela de James Elroy, se quedó en una película aburridísima, farrogosa, imposible de seguir o de entender, con actuaciones de lo más anodinas (¿fue aquí donde Scarlett Johansson me empezó a parecer una belleza cansada de aparecer en el cine?). Habrá quien piense que exagero, pero tengo La dalia negra como una de las más clamorosas oportunidades perdidas para hacer un título que marcara época.
· David Fincher: El club de la lucha (1999)
Probablemente me tope con una legión de fans indignados al decir esto, pero no soporto El club de la lucha. Me pareció una película imposible, que rozaba el absurdo, que sobrepasaba los límites y que, ideológicamente, podía incluso catalogarse como peligrosa (líbreme el poder divino de pedir su censura, pero no por ello voy a comulgar con lo que defiende). Asumo que el libro de Chuck Palahniuk goza de tantos seguidores como el filme, y por eso no creo que me acerque a él, pero tengo este título como una película alejada de la genialidad habitual de David Fincher. Ese que ha revolucionado el policíaco en dos ocasiones (con Seven y, sí, también con la infravalorada Zodiac). Ese que me hizo llorar y emocionarme con El curioso caso de Benjamin Button. Ese que me interesó desde sus inicios con la excesivamente modificada por el productor Alien 3. Ese que me maravilló con La red social. Y entre todo eso, Edward Norton y Brad Pitt liándose a mamporros por pura diversión. No me cuadra, no.
· Alfred Hitchcock: La trama (1976)
El mago del suspense y uno de los directores más universalmente reconocibles de la historia del cine no se merecía un epitafio cinematográfico tan triste como el que dejó. La trama es su última película y es de todo menos una película de Alfred Hitchcock. No hay en ella nada demasiado reconocible. Es muy blanda, es demasiado cómica, es extremadamente convencional. Igual con otro nombre detrás de la cámara sería una peliculita simpática para pasar la tarde. Pero es que la dirigió un tipo que hizo Psicosis, Con la muerte en los talones, Vértigo, Los pájaros. Auténticas palabras mayores del suspense. La trama, sin el carisma que conseguía Hitchcock de sus actores, protagonistas y secundarios, es justo lo contrario: una simple anotación a pie de página, un relato sin demasiado interés que se podría haber quedado en un episodio de una de las muchas series de televisión cómico-policíacas de los años 80. Pero no. Llevaba el nombre de Hitchcock. Su sello no.
· Michael Mann: Corrupción en Miami (2006)
Cuando en 1995 salí de ver Heat fue una de las pocas veces en mi vida que, gracias a la genialidad, no había sido consciente de ver una película tan larga. Su director era Michael Mann, un tipo que después me ha fascinado en unas cuantas ocasiones con sus retratos de conflictos humanos (para mí, su cima es El dilema; ¿algún otro director habría conseguido que Russell Crowe pudiera parecer un hombre tan impotente?). Cuando se anunció que iba a dirigir un remake cinematográfico de Corrupción en Miami, serie que él mismo había creado, lo cierto es que no me pareció mal. Pero creo que ahí falla casi todo Parece un videoclip muy alargado, en el que los actores parecen tener más ganas de poner caras de malo (incluso los buenos, mirad a Jamie Foxx y Colin Farrell) que de construir personajes. La acción, normalita. El guión, convencional. La fotografía es preciosa. Pero es que ya habíamos visto Collateral. El de Corrupción en Miami no fue, desde luego, el Michael Mann que esperaba.
· Martin Scorsese: Kundun (1997)
Martin Scorsese. Si es que decir su nombre ya provoca una admiración incontenible. El director que mejor ha retratado el Nueva York más sucio y oscuro. El que mejor ha sabido enseñarnos a Robert De Niro. Uno de los mejores en enseñarnos el mundo de la mafia. Y a finales de los años 90 hizo Kundun. Después de haber hecho nada menos que Casino. Probablemente sería ésta una película que significara mucho para el Scorsese persona, para su sentido de la espiritualidad. Pero cinematográficamente se quedó escasísima, aunque es una cinta que tiene cierto prestigio. Yo me quedo con el Scorsese más trascendente, el de Taxi Driver, el de Toro Salvaje. Prefiero el vigor con el que rueda hoy en día aunque El aviador, Gangs of New York o Shutter Island no sean películas tan perfectas. Incluso disfruté con títulos de su filmografía que no parece recordar nadie, como Al límite. ¿Pero Kundun? Si no supiera que es de Scorsese, puede que su nombre fuera el último que diría intentando adivinar su director.
· M. Night Shyamalan: El incidente (2008)
Junto con Tim Burton, pero de una forma muy diferente, M. Night Shyamalan me parece el fabulista más interesante del cine moderno. Sus películas encierran una magia poco convencional y al mismo tiempo perfectamente reconocible. Y no, no es Airbender la película de su filmografía que no me gusta nada, porque esa me parece masacrada con demasiada saña para lo que se merece su entretenimiento. Es El incidente. Con un comienzo brutal, va perdiendo fuerza a cada minuto que pasa. Tiene alguna que otra escena que cae en el ridículo. Y ni sus actores parecen creerse lo que está pasando en la película. ¿Dónde está la tensión dramática de El sexto sentido, Señales, El bosque, La joven del agua o El protegido, para mí sin duda su mejor filme hasta la fecha? No se ven por ningún lado. En su momento pensé que la historia podía dar para un episodio de una serie de televisión, pero nunca para un largometraje, muy alargado y muy mal rematado.
· Steven Spielberg: 1941 (1979)
Incluso el Rey Midas de Hollywood puede cometer deslices. Me duele incluirle en la lista porque siempre he tenido la impresión de que no gusta reconocerle a Spielberg sus inmensos méritos cinematográficos, a pesar de que formo parte de una generación que ha crecido con sus películas. Siento que no se reconoce su madurez, y no hablo de sus dramas (La lista de Schindler a la cabeza, aunque, por ejemplo, se infravaloró Munich), sino de absolutas maravillas como Inteligencia artificial, Minority Report o La guerra de los mundos. Pero hay que reconocer que 1941 no es la película que uno espera ver firmada por Steven Spielberg. Una comedia absurda ubicada en la Segunda Guerra Mundial. Nunca se ha visto el director de las películas de Indiana Jones, E.T. o Encuentros en la tercera fase (ésta ya la había rodado cuando se metió en el lío de 1941) tan fuera de lugar. Si acaso, se pueden salvar algunos actores que viven el papel (John Belushi a la cabeza), pero hay que reconocer que no, que no funciona para nada.
· Ridley Scott: Un buen año (2006)
Este es otro director al que se infravalora con mucha facilidad. Qué fácil se olvida que es el responsable de Alien y Blade Runner. Y qué escaso valor se han dado a pequeñas maravillas como El reino de los cielos (mejor en su montaje del director), Gladiator o American gangster. Incluso a Hannibal, para mí una dignísima secuela de El silencio de los corderos. ¿Pero Un buen año? No me cabe la menor duda de que Scott se lo debió pasar de maravilla en esas pequeñas vacaciones que se concedió para rodar en Francia con su amigo Russell Crowe. Y seguro que presumirá de lo lindo de haber sido el lanzador real de la carrera americana de Marion Cotillard (que no deja de trabajar en Hollywood desde entonces, e incluso ganó un Oscar por una película francesa, La vida en rosa), pero ¿qué cuenta Un buen año? Miro su cartel y veo a Russell Crowe riéndose. Y, sí, me acuerdo otra vez de eso, de que se lo debieron pasar genial rodándola. Yo ya ni me acuerdo de qué iba.
7 comentarios:
No voy a comentar toda la lista porque varias no las he visto, pero el caso de "La dalia negra" me parece el más sangrante. Fui a verla esperando algo tipo "LA Confidential" y me encontré una peli aburridísima y pretenciosa. Además, odio a Josh Hartnett, viéndole la cara me da la sensación de que tiene 18 años y claro, en papeles así no pega ni de coña (Scarlett Johansson es que cuando sale de secundaria nunca aporta nada a la peli, aparte de su generoso escote).
Respecto a "Un buen año", no la he visto, pero muchas veces hay pelis que da la sensación que las hacen los actores (y directores) en plan reunión de amigos, y si se marcan un viajecito eso que le sacan a la productora. Buenos ejemplos de esto son las pelis de "Oceans Eleven", tanto la de Sinatra como las de George Clooney.
Bueno he escrito un extenso comentario pero no ha salido, que rabia.
Decía más o menos, que coincido bastante contigo, pero que en algunos casos menos.
Titanic me parece una gran película, a mi me gustó cuando la ví en su día y me sigue gustando.
Alicia no la he visto, pero siempre me ha dado mala espina y más desde el momento en que mi hija, gran seguidora de Alicia y del propio Tim Barton, no le entusiasmó precisamente. Yo me atrevería a decir que Barton está en clara decadencia.
1941, recuerdo perfectamente cuando la ví en el cine Serrano de Valencia, de cuando los cines eran cines, he de decir que me encantó esa locura sin fin que tenía. Luego en alguna posterior revisión es verdad que me pareció algo más floja, pero creo que sigue siendo un película divertidísima e igualmente caótica.
La trama, es una película bastante menor del gran maestro, pero incluso en películas algo flojas como ésta, Hitchock demuestra que está muy por encima de la media. Es una película de lo más entretenida y divertida y con una interesante trama (esa escena del autobús que casi atropella a una persona y radiczlmente cambia la acción para seguir a este personaje, siempre me ha parecido genial).
Hitchock ha sido tan grande que hasta sus películas más flojitas son extraordinarias.
Del resto coincido bastante con tus apreciaciones, hay mucho fiasco y aburrimiento en las cintas que nombras.
Me gustan mucho estas entradas cinéfinas.
Un abrazo
Estoy bastante de acuerdo con casi toda la lista (con las que he visto, claro), pero con dos matizaciones.
"El club de la lucha", aunque coincido con lo de su peligrosidad ideológica, no me parece tan mala. No es una gran película y está lejos de Seven o Zodiac, sí, pero no es mala.
Y "El incidente" es mala, pero Airbender me parece aún peor. De hecho, con Shyamalan me pasa una cosa curiosa: cada película desde "El protegido" (para mí, su mejor película) me parece peor que la anterior. Lo que no quiere decir que sean necesariamente malas, ojo.
Doctora, yo me pasé toda 'La dalia negra' preguntándome de qué demonios iba todo el tinglado... y no conseguí una respuesta... Las pelis de amiguetes a mí ya me cargan bastante...
José Vicente, vaya, siento que Blogger te haya jugado una mala pasada... Yo espero que Tim Burton no esté en decadencia. Con 1941 es fácil reírse por esa locura que mencionas, pero sí que es floja, sí. Y La trama... No sé, no vi mucho Hitchcochk. Quizá es la maestría anterior, que ciega.
Ampersand, pues a mí El club de la lucha me parece un poco tomadura de pelo, pero la película tiene muchísimos seguidores. Interesante observación sobre Shyamalan. Habrá que ver la siguiente para comprobar si te da la razón. Gracias por tu visita, eres bienvenido cuando quieras.
Genial entrada, menudo trabajazo!
Yo no he visto todas la películas que menciones, pero sí la gran mayoría y coincidimos excepto en "El Club de la Lucha", creo que una vez ya hablé contigo de esta película que siempre me ha gustado y, aunque sea extraña, aunque puede que sí, hasta peligrosa, me ha gustado siempre.
Y sobre "Un buen año" debo decir que, aunque nada tiene que ver con las películas que han hecho de Russell Crowe uno de mis actores estrella, me pareció entretenida (me reí y todo con un par de escenas) y, sobre todo, me dejó "buen rollo", algo que me gusta mucho :)
Van, sí que hablamos de 'El club de la lucha', lo recuerdo. Bueno, no se puede coincidir siempre, je, je, je... De 'Un buen año' es verdad que deja buen rollo, pero me pareció tan intrascendente para un director como Ridley Scott...
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