sábado, abril 30, 2011

Más luces que sombras para un notable y entretenido 'Thor'

Ni la cúspide shakespeariana del cine de superhéroes ni el desastre que algunos esperaban y querían ver. Thor es una notable película de aventuras, una buena adaptación del cómic de Marvel y un interesante ejercicio de estilo de Kenneth Branagh. Tiene luces y sombras en el guión, también en el casting. Muchas más luces en el aspecto visual, aunque el 3D desvirtúa bastante el resultado final. En cualquier caso, la valoración es muy positiva, porque Branagh ensambla un entretenido cóctel de aventuras y fantasía que deja con ganas de más. Más de Thor, más de Asgard y más, sobre todo de los Vengadores (la insensata manía de salir corriendo de la sala casi antes de que termine la película, sin importar que se moleste descaradamente a otros espectadores, hace que la mayoría de los que han pagado una entrada se pierda una última escena al final de los títulos de crédito). Y si la sensación es de querer más, la conclusión es que el regusto que deja Thor es dulce y agradable, lo que lleva a perdonar los fallos que tiene. Al fin y al cabo, su misión es entretener.

Thor es el dios del trueno de la mitología nórdica, convenientemente adaptado para el universo Marvel por Stan Lee (otro gran cameo el suyo, atentos a la camioneta que intenta levantar el martillo), Larry Lieber y el gran Jack Kirby. Su adaptación al cine sólo podía hacerse con generosas dosis de grandiosidad. Asgard, hogar de los dioses, se ve con todo su esplendor y el gran acierto de la película en centrar el comienzo de la historia allí, en los reinos fantásticos de esta mitología. El camino fácil, y evidentemente mucho más barato de rodar, sería el que tantos otros personajes de ficción han seguido, enviarle directamente a nuestra Tierra para explotar las virtudes cómicas de colocar a un extraño en el mundo que conocemos. Pero Thor apuesta por otro camino y brinda unos tres cuartos de hora iniciales llenos de acción y efectos especiales, visualmente fantásticos (aunque las comparaciones en algún caso con El Señor de los Anillos seran inevitables... y siempre a favor de la aún no superada saga de Peter Jackson) y narrativamente interesantes. Es ahí donde se ve al Thor arrogante, ambicioso y belicoso, bien llevado por un actor limitado, Chris Hemsworth, pero que visualmente es perfecto.

En ese tramo de la película, después de un magnífico prólogo (y de una superflua escena inicial), es donde está lo mejor de Thor. Su relación con su hermano Loki (Tom Hiddleston) y con su padre Odín (Anthony Hopkins), el equilibrio de paz entre los reinos de Asgard y Jotunheim (gobernado por los gigantes de hielo), su amistad con la dama Sif (Jaimie Alexander; ¿alguien ha pensado que podría ser ella la heroína que permitiera a Hollywood por fin hacer una película de fantasía con una mujer como protagonista?) y los tres guerreros, Volstagg, Fandral y Hogun (Ray Stevenseon, Josh Dallas y Tadanobu Asano), y la visión del puente de arco iris que une los Nueve Reinos y el guardián que lo custodia, Heimdall (espléndido personaje y magnífica caracterización, aunque la elección de Idris Elba, un actor negro, para interpretar a un dios nórdico se quedé como un anecdótico, algo absurdo y conseguido intento de que se hablara de la película mucho antes de su estreno). Ver el esplendor visual que se alcanza en este tramo, el adecuado nivel de brutalidad en las luchas y la pasión en el retrato de personajes y escenarios hace anhelar una futura secuela en la que se narre la etapa que en el cómic de Walter Simonson llevó a Thor a visitar el reino de Hel (el equivalente nórdico del infierno), gobernado por Hela.

Con la entrada en escena de Jane Foster (Natalie Portman), el tono de la película se rebaja y se hace más cómico. Acertadamente cómico, por cierto, pero de ritmo más lento. La historia de amor no sólo era inevitable, sino que también se agradece, porque da más sentido a la evolución de Thor. Pero ahí es donde se empiezan a notar los fallos del guión de la película. Introducir demasiados elementos en dos horas de película suele conducir irremediablemente a que algunos queden desdibujados, y eso queda en evidencia con la batalla entre Thor y el Destructor (un gigante mágico de aspecto metálico que dispara unos poderosos rayos desde el rostro). Se desvirtúa con tanta facilidad a los otros asgardianos que ahí es difícil de creer el heroísimo sin medida de Thor y el carácter supuestamente invencible de su adversario. Del mismo modo, es absurdo transformar a Jane Foster desde la enfermera que es en el cómic a la científica que es en la película (triste pago de los tiempos políticamente correctos que corren), y ese aspecto es quizá lo más endeble de la trama, gracias también a que Natalie Portman no destaca en papeles así. Como también termina por ser endeble el retrato de Loki, cuyas motivaciones quedan demasiado en el aire y desvirtúan lo que sólo se había apuntado en los dos primeros tramos del filme.

En el aspecto visual, fantástico en líneas generales (se ve a Thor y a su mundo haciendo todo lo que hace de él un personaje apreciado en el cómic), sólo cabe hacer dos reproches. Uno, el ya habitual, es el 3D, que oscurece demasiado una película que clama por ser luminosa para hacer justicia al trabajo de sus diseñadores. Otro, que Branagh, al tiempo que triunfa con arriesgados planos en diagonal, se pierde demasiado en las peleas. Domina muy bien los efectos especiales, y eso tiene mérito teniendo en cuenta su filmografía tan alejada hasta ahora de este campo, pero las coreografías de batalla a veces se pierden como en tantas otras películas de acción (siempre quedará ahí la brillante música de su inseperable compositor, Patrick Doyle). Branagh, en todo caso, consigue dar coherencia al resultado final y salir triunfante. La misma crítica que le encumbró en sus inicios casi como el nuevo Orson Welles ahora disfruta criticando todo lo que hace (aunque con menos intensidad, recuerda al fenómeno que sufre M. Night Shyamalan), pero no hay motivo. Thor funciona y encaja en el cine de Branagh porque, aunque a veces se quede en la superficie, la tragedia shakespeariana es un elemento fundamental de esta saga de dioses nórdicos y su relación con los humanos.

Antes de esa mencionada escena final, de la que es mejor no revelar más detalles para no estropear la sorpresa, la película concluye con un mensaje: "Thor regresará en Los Vengadores", lo que inevitablemente despierta el ansia del fan. ¿Algo más que buscar en Thor para entender mejor la conjunción de esta película en este magníficamente bien trazado Universo Marvel cinematorgáfico? Obviamente, la presencia del agente Coulson de SHIELD (que ya apareció en los dos entregas de Iron Man), pero también el debut en pantalla, apenas un cameo, de Ojo de Halcón (Jeremy Renner), la duda de si esa misma escena esconde algo más y la mención a Stark (Tony Stark, el hombre bajo la armadura de Iron Man). Marvel sigue sumando y queda todavía un capítulo, Capitán América, antes de la explosión definitiva de sus personajes en la gran pantalla con Los Vengadores. Para eso habrá que esperar hasta mayo del año que viene. Y visto el buen nivel de Iron Man y su secuela, de El increíble Hulk y ahora de Thor, sólo cabe esperar lo mejor del filme que está ya dirigiendo Joss Whedon.

4 comentarios:

VAN dijo...

Tenía muchas ganas de verla y ahora más!! ganas de aventura, de imaginación y de otros mundos!! :)

Unknown dijo...

Hola! me gusta mucho tu blog y lo sigo siempre, por eso me gustaría que si pudieras hicieras una crítica de la película "Never let me go", ya que me hen hablado de ella y me gustaria saber tu opinión.
Saludos

Sonix dijo...

Yo tengo ganas de ver esta, ya no es la primera crítica bastante favorable que leo de ella y la verdad es que no me esperaba mucho con los trailers.
Genial el artículo para analizarla, como siempre. Nos resumes lo bueno y lo malo sin desvelar demasiado.
Saluditos!!

Juan Rodríguez Millán dijo...

Van, pues a mí me mereció mucha la pena... A ver qué te pareció a ti...

Isabel, muchas gracias por tus palabras. No ando muy sobrado de tiempo estos días, pero intentaré escribir algo de la película que me propones.

Sonix, yo he leído alguna crítica desfavorable, que no comparto. A mí me asustaron las primeras fotos más que el trailer, pero siempre tuve confianza en Kenneth Branagh. Gracias también por lo que dices, que es justo lo que pretendo a la hora de escribir.