viernes, abril 10, 2015

'La dama de oro', corazón y memoria

Dejando al margen la tan manida etiqueta de "basada en un hecho real", una que sería bueno que pasara de moda como aquella de "en los mejores cines", hay que reconocerle a La dama de oro una fuerza, un corazón y una sinceridad bastante emocionante. Es, efectivamente, la historia real de Maria Atlmann, la legítima heredera de un retrato de Gustav Klimt que los nazis robaron a su familia, y cómo litigó por recuperarlo junto a un joven abogado, Randy Schoenberg, a su vez descendiente de un compositor austriaco y con más lazos emocionales que le atan a esta historia de los que quiere admitir al principio. Es material para manejar con cuidado, porque resulta fácil caer en estereotipos y sensiblerías, y sin embargo Simon Curtis lo maneja con bastante acierto, haciendo que la historia resulte fascinante en el doble tiempo que abarca, para mostrar por un lado y de forma más secundaria la Austria ocupada por los nazis y por otro la historia central del filme, la batalla legal que tuvo lugar a finales de los años 90.

Es francamente complicado no asumir que la clase que rezuma la película es una prolongación natural de la que manifiesta su protagonista, Helen Mirren, mientras que el entusiasmo que despierta la historia es muy similar al que muestra Ryan Reynolds al ponerse en la piel de su personaje. La diferencia entre ambos es palpable y negarlo sería absurdo, pero siempre se agradece que un actor busque gigantes a los que medirse y de los que aprender, aunque sepa perdida de antemano la batalla. Por eso, al final la adaptación entre ambos es bastante natural, con la colaboración del tercer eje del filme, el periodista austriaco al que interpreta Daniel Brühl, y por eso el foco de la película está en los personajes. Sí, es una película sobre el nazismo y su ocupación austriaca, es también una película sobre arte, y una de juicios, pero sobre todo es una historia humana, cambiante, con corazón y memoria, elementos estos dos esenciales para entender el alcance de La dama de oro.

Curtis, que alcanzó cierto y quizá algo exagerado reconocimiento crítico con su primer largometraje comercial, Mi semana con Marilyn, no es que asuma demasiados riesgos en La dama de oro, simplemente deja fluir la historia con naturalidad y eso basta para convencer con facilidad. Sí trata de dejar un sello más personal en las escenas más intensas de la época más antigua, sobre todo en la persecución con la que prácticamente cierra esa parte de la trama, pero la historia presente casi se cuenta sola en las conversaciones que cruzan los personajes de Mirren y Reynolds. Lo demás que rodea a esas escenas, de hecho, sí tiene un cierto tono maniqueo, tampoco demasiado evidente como para ser un problema pero sí suficientemente claro como para que quede claro cuál va a ser el mensaje de la película. En ese sentido, lo que gusta, lo que emociona es que no es una batalla librada por héroes de piedra, sino que admite con mucha sencillez las dudas que tienen los protagonistas. Eso da a la historia un alma que de otra forma se habría echado en falta.

Hay que reconocer que, incluso en la aparente sencillez que hay en La dama de oro, la película acaba teniendo una complejidad mayor de lo que parece mostrar. A Curtis le gusta jugar con el montaje ya desde la escena que acompaña a los títulos de créditos, e incluso con la cámara, aunque eso sólo lo pueda hacer en realidad en los flashbacks, y con las sensaciones que despierta en el espectador, lo que se ve especialmente en el epílogo de la película (antes de los inevitables rótulos que ponen el colofón informativo a la historia real que acabamos de ver). Y puede que, de alguna manera, quede la sensación de que no se ha visto nada especialmente nuevo. Pero cuando una película está rodada con clase, interpretada con carisma y narrada con sinceridad, el trabajo está más que bien hecho. Y así, queda la sensación de que La dama de oro es una de esas buenas películas que probablemente recibirá menos elogios de los que merece.

1 comentario:

La vie en rose !!! dijo...

me encanta tu blog , me gustaria saber donde ves las pelis?