Qué lástima dan las oportunidades perdidas. Y Batman. Year One lo es. Estamos hablando de uno de los más grandes cómics de superhéroes de todos los tiempos, Batman. Año uno, creado en 1987 por Frank Miller y David Mazzucchelli. De la historia del primer año de vida de Batman desde que Bruce Wayne regresa a Gotham tras todo el adiestramiento que le permitirá vengar la muerte de sus padres. De cómo Jim Gordon llega a Gotham para enfrentarse a un departamento de policía corrupto en una de las ciudades con más crimen de Estados Unidos. Era el cómic perfecto para hacer una película, y por eso Christopher Nolan no dudó en coger muchos elementos del mismo para hacer Batman Begins. Pero esta película de dibujos animados, que sale directamente a la venta en DVD y Blu-ray se limita a copiar el cómic y a rellenar los huecos que hay entre viñeta y viñeta con el movimiento. Claro, aún así sale una historia fascinante y muy recomendable para quienes quiera conocer algo más de los mitos de Batman. Pero el mérito es de Miller y Mazzucchelli, así que bien haríamos en honrar su obra y leerla. O releerla, tantas veces como haga falta.
Las películas de dibujos animados basadas en personajes de DC Comics son, ahora mismo, mucho mejores y mucho más numerosas que las que se producen sobre superhéroes de Marvel. La mayoría de ellas adaptan historias ya vistas en el cómic, lo que pone cierta presión sobre estos títulos, porque siempre hay mucho fan dispuesto a compararlas. Con razón, por supuesto, de la misma forma que se compara una película con el libro en el que se basa. Pero aquí la comparativa es doblemente peligrosa, porque tenemos un referente literario pero también uno visual. A la hora de hacer Año uno, sus responsables han optado por el mimetismo. Es decir, el guión sigue con muchísima fidelidad el libreto de Frank Miller para el cómic, y la animación recoge un estilo de ilustración lo más cercano posible a los lápices de Mazzucchelli sobre el papel. Es decir, que no estamos ante una adaptación, sino ante una traslación directa en toda regla de las viñetas a la pantalla. ¿Funciona? Claro que funciona, la historia tiene muchísima categoría dentro como para que no funcione. Pero sabe a poco.
Cuando se adapta, hay que adaptar. Los lenguajes del cómic y del cine son diferentes, y hay que buscar soluciones diferentes. Aquí no las hay. Aquí la cámara se coloca en muchísimas ocasiones en el mismo ángulo que escogió Mazzucchelli hace casi 25 años para el cómic. Se podrían hacer docenas de capturas de pantalla de la película y recrear lo que se publicó en 1987 con suma facilidad. Para algunos, esto puede ser una virtud, porque al fin y al cabo los puristas siempre se rebelan contra las adaptaciones que se apartan (siempre a su juicio) demasiado del original. Para mí, no lo es. Para mí, es un pequeño gran lastre... si se conoce el cómic original. Con esa lectura (y sus muchas relecturas), uno se da cuenta de que el trabajo del guionista en este filme ha sido el de recortar bocadillos. El cómic cuenta con una doble narración en off, de Bruce Wayne/Batman por un lado y del teniente Gordon por otro. Lo que ofrece la película es eso, un recorte de esos diálogos en off, escogiendo lo que se pueda adaptar al filme, con la duración de las escenas como criterio básico. Es decir, que si el diálogo es largo, se recorta. Si nos cabe todo con la animación, se deja.
El poso que deja Batman. Year One es de decepción. Decepciona porque se podría haber hecho mucho más. Pero, ojo, no hay que perder de vista que esa decepción procede de alguien que arrastra muchas lecturas de Batman y de esta historia en concreto. Para quien no conozca los mitos de este personaje, uno de los mejores que ha deparado el cómic en toda su historia, y sobre todo para quien no haya leído Batman. Año uno, la película puede ser magnífica. De hecho, lo será. Porque impresionará la inmensa escena del murciélago, la pelea de Jim Gordon con Flash, el enfrentamiento entre Batman y la policía en el edificio abandonado... La animación es bastante competente (y, como decía un poco más arriba, mucho mejor que la que se ve en las producciones animadas de Marvel), aunque chirría el tono clásico del dibujo con los vehículos realizados por ordenador. Muchas cosas son brillantes en Batman. Year One, sería absurdo negarlo. Pero el problema es que el mérito no está, en la mayoría de los casos, en los responsables del filme, sino en los del cómic. Ved la película. Pero sobre todo leed el cómic, que de ahí surge la grandeza de esta magnífica historia.
Aquí, otra crítica con más nombres y datos sobre la película.
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